
Los trabajadores del Hospital Garrahan llevaron a cabo un paro total de actividades por 24 horas, en respuesta al estancamiento en las negociaciones salariales, las condiciones laborales que consideran precarias y la reciente designación de Mariano Pirozzo como director ejecutivo del centro pediátrico.
Desde las 7 de la mañana, trabajadores, residentes y representantes gremiales se congregaron en el centro de salud pediátrica para expresar su descontento. La movilización incluyó recorridos por el hospital, un “verdurazo” en la entrada y actividades artísticas a lo largo del día.
El paro fue convocado por ATE-Garrahan y contó con el apoyo de los profesionales de la salud. Esta medida se decidió tras varias audiencias infructuosas en el proceso de conciliación obligatoria, convocado por la Secretaría de Trabajo. Según los trabajadores, el Ministerio de Salud se mostró ausente en reiteradas ocasiones y no proporcionó respuestas concretas.
Después del paro de este miércoles, los gremios, trabajadores y ATE-Garrahan convocaron a otra medida de fuerza el jueves 17 de julio, que incluirá una marcha hacia Plaza de Mayo.
El reclamo gremial crece por salarios y condiciones de trabajo
Los líderes sindicales critican al Gobierno nacional por “ignorar” los reclamos acumulados durante el año. “Pedimos sueldos acordes a la canasta básica y condiciones laborales dignas“, expresaron en un comunicado. Además, exigen la reapertura de las paritarias y advierten sobre el creciente malestar entre los equipos profesionales y técnicos.

El conflicto ha ido en escalada en los últimos meses, con paros recurrentes y una negociación estancada. Según los delegados de ATE, esto se suma a la precarización de los residentes, quienes se vieron obligados a aceptar un bono extra a cambio de renunciar a sus contratos formales y, por ende, a sus derechos laborales.
Nueva conducción y más tensión con el Ministerio de Salud
La designación de Mariano Pirozzo como nuevo director médico intensificó las tensiones. Esta semana, el Ministerio de Salud oficializó su nombramiento, lo que generó críticas internas al considerar que su perfil responde más a criterios administrativos que sanitarios. Según ATE-Garrahan, el nuevo funcionario “no llega por sus méritos médicos, sino por su cercanía con políticas de vaciamiento del sistema de salud pública”.

Pirozzo desarrolló su carrera como neurocirujano en instituciones como el Hospital Militar Central y el Hospital El Cruce-SAMIC, y posee formación en economía y gestión de la salud. También ha trabajado en OSDE y la Clínica Sagrada Familia. El año pasado fue nombrado interventor del Hospital Bonaparte, donde se produjeron cientos de despidos y el desmantelamiento de los servicios de salud mental. Para el gremio, estos antecedentes “confirman un rumbo de privatización encubierta” impulsado por el Ejecutivo.
Respuesta oficial y acusaciones de incumplimiento
Desde el Ministerio de Salud de la Nación, bajo la dirección de Mario Lugones, afirmaron que los sectores que convocan al paro “incumplen la conciliación obligatoria”. “No respetar ese acuerdo atenta contra la buena fe negocial”, indicaron fuentes de la cartera, añadiendo que los canales de diálogo permanecen abiertos.

Mientras tanto, el Gobierno impulsa cambios estructurales en el régimen de residencias médicas. Uno de los aspectos más polémicos ha sido la redefinición de las residencias como “becas”, una modificación que —según los gremios— conlleva la pérdida de derechos básicos como aportes jubilatorios, cobertura de salud y recibo de sueldo. A cambio, los residentes han recibido un bono financiado con recursos del propio hospital, lo que ha generó malestar en la planta permanente.
Un paro que refleja un clima de fondo
La nueva protesta del Garrahan no es un hecho aislado. Forma parte de una serie de reclamos que afectan al sector público de salud frente al ajuste del gasto estatal. En este contexto, el conflicto se agrava: el principal hospital pediátrico del país se enfrenta a las autoridades nacionales en un entorno de creciente deterioro salarial, fuga de profesionales y cuestionamientos al modelo de gestión.
Desde ATE-Garrahan advierten que, si no se obtienen respuestas concretas, podrían evaluarse nuevas medidas de fuerza. Mientras tanto, los pacientes y sus familias deberán afrontar otra jornada con servicios reducidos y un sistema de salud cada vez más presionado.
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