La imagen de Donald Trump protagoniza la nueva portada de TIME, acompañada de la leyenda “His Triumph” (Su triunfo), en un momento en que el presidente de Estados Unidos se convirtió en el eje central tras impulsar un acuerdo de alto el fuego en Gaza entre Israel y Hamas.
El mandatario estadounidense encabezó la firma de la “Declaración Trump para la Paz Duradera y la Prosperidad” junto a líderes de Qatar, Egipto y Turquía en Egipto, centrando el pacto en la búsqueda de estabilidad y oportunidades para palestinos e israelíes.
Si bien el acto simbólico constituyó un avance hacia el cese de hostilidades y la liberación de rehenes y prisioneros, el acuerdo no reconoce de forma explícita un Estado palestino ni define el futuro gobierno de Gaza.
Trump evitó comprometerse con la solución de dos estados, afirmando que “hay personas que prefieren una solución de un solo estado y otras la de dos”, y se limitó a responder ante la posibilidad de un Estado palestino: “Habrá que ver”.
El reconocimiento mediático y la concreción de un acontecimiento geopolítico de amplio alcance subrayan el papel central de Trump en la negociación reciente, que busca poner fin a uno de los conflictos más prolongados y sangrientos de la región.
La portada de TIME no solo destaca la figura de Donald Trump, sino que también representa una validación internacional de su gestión en la búsqueda de una solución al conflicto en Gaza.
Según la reciente publicación, este logro podría convertirse en uno de los hitos de su segundo mandato, al cumplir su promesa de campaña de detener la guerra, facilitar la liberación de rehenes israelíes e iniciar la reconstrucción de Gaza. El medio subrayó que el acuerdo ofrece una oportunidad para que Estados Unidos recupere capacidad de influencia en la política internacional.
El viaje de Trump a Israel se realizó con el propósito de supervisar el acuerdo y participar en la ceremonia de firma, según informaron funcionarios de la Casa Blanca a TIME.
“La razón por la que estamos en Israel es simplemente para asegurarnos de que la implementación se lleve a cabo”, explicó un alto funcionario de la Administración Trump en declaraciones recogidas por TIME.
El proceso negociador comenzó en Nueva York, durante la Asamblea General de la ONU, donde Witkoff y Kushner, junto al secretario de Estado Marco Rubio, aprovecharon el foro global para reunir a aliados y mediadores regionales.
Tras consultas con representantes israelíes, negociadores de Qatar y mediadores de Egipto y Turquía, los enviados estadounidenses elaboraron un plan de paz de 20 puntos, que luego se simplificó en dos fases: la primera, orientada al cese de hostilidades y al intercambio de rehenes y prisioneros; la segunda, destinada a definir el futuro político y de seguridad de Gaza.
Trump, según relató a los reporteros, adoptó una postura firme durante las conversaciones. “Fui un poco duro”, afirmó el presidente norteamericano.
El acuerdo, aceptado esta semana por Israel y Hamas, preveía la liberación de todos los rehenes vivos a cambio de la excarcelación de unos 250 prisioneros palestinos condenados a cadena perpetua y cerca de 1.700 detenidos de Gaza.
Además, se acordó la entrega de los cuerpos de los rehenes fallecidos y la entrada masiva de ayuda humanitaria en la Franja. La segunda fase aborda cuestiones más complejas, como la retirada total de las tropas israelíes, la creación de una fuerza internacional de paz, la gobernanza futura de Gaza y el desarme de Hamas.
Las implicaciones políticas del pacto son profundas tanto para la región como para los líderes involucrados. Para el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, el acuerdo supone un alivio, pero también un riesgo, ya que podría provocar elecciones anticipadas y desatar un debate interno sobre la gestión del conflicto, según el medio.
Por su parte, el equipo de Trump considera que el acuerdo es apenas un primer paso. “Creo que se mantendrá. Todos están cansados de la lucha”, expresó el presidente a los periodistas, según TIME.
Un alto asesor de Trump, además, destacó el compromiso de los países árabes: “Hicieron muchos compromisos. Van a aportar muchos recursos y se han comprometido a lograr la desmilitarización de Hamas”.
Asimismo, existe un mecanismo de retirada gradual acordado con los israelíes: cuanto más se cumplan esos objetivos, más factible sería una retirada total en la zona, según miembros del gobierno estadounidense.
A pesar del optimismo cauteloso, el entorno sigue siendo volátil. El equipo de Trump, según difundió TIME, es consciente de la fragilidad del acuerdo y de los múltiples factores que podrían poner en riesgo la paz alcanzada.