Siempre ha sido así: se pasa de ser un seguro aspirante a la reelección a convertirse en un pato rengo, sin escalas. En ese momento, todos descubren que las encuestas estaban erradas, que los medios no reflejaban la realidad y que los periodistas oficialistas, de manera patética, comienzan a adoptar una postura crítica.
No siempre estaban erradas las encuestas; a menudo, las personas, por empatía o temor, tienden a responder lo que suponen que es la opinión mayoritaria, que se reproduce en los medios (un 70% prefiere la televisión a los streamings). No es que los periodistas oficiales pensaran así, sino que también ellos siguen lo que creen que es el pensamiento prevalente, retroalimentándose mutuamente con encuestadores y el público.
Noelle Neumann explicó hace medio siglo el efecto “carro del ganador” en su obra canónica La espiral del silencio. La opinión pública es nuestra piel social. Anticipamos que esto sucedería hace dos años en este mismo espacio, bajo el título “Carro del ganador”, en la primera columna tras la asunción de Javier Milei en diciembre. Vale la pena revisitarla hoy, donde se menciona el no error de Paolo Rocca, un representante destacado del círculo rojo, mientras que algunos prefieren –no es su caso– un presidente manejable, llegando al extremo de que termine siendo un amateur.
En este momento, donde Javier Milei y su hermana Karina reciben una avalancha de críticas de quienes los aplaudieron durante casi dos años, me ocurre lo mismo que con el macrismo, el kirchnerismo y el menemismo. Después de haber sido críticos en soledad aquí en PERFIL, cuando inicialmente se les sobrestimaba, cierta indulgencia y conmiseración humana me invaden al ver su caída en desgracia.
¿Qué esperaban? ¿Se podía realmente anticipar que alguien sin ninguna experiencia en la conducción de nada, sin el respaldo de un partido con capilaridad territorial, sin equipos técnicos ni horas de gestión pudiera gobernar? Un experimentado exgobernador decía recientemente: “No conozco a nadie que se revele genio después de los 50 años; alguien con cualidades ya comienza a destacarse a los 30, a los 40 con logros incipientes, pero prometedores”. No se llega a ser presidente de un país ex nihilo ni se alcanza nada de la nada.
Aunque éticamente no se pueda comparar, las consecuencias públicas de la incapacidad en un gobierno son más graves que las que ya por sí mismas genera la corrupción. También se podrían añadir los innegables síntomas de insuficiencia emocional que resonaron electoralmente con una audiencia tan fracturada como el candidato. Sin embargo, eso nunca debería haber sido así en el círculo rojo, lo cual solo se explica por un atávico antiperonismo en algunos, antikirchnerismo en otros y la repulsión que Sergio Massa generaba en Macri y en los principales medios de comunicación. Como quedó demostrado en esta derrota de septiembre, Milei ya no ganó las elecciones sin el apoyo compacto de los medios de comunicación tradicionales.
Aquella pregunta en el debate previo al balotaje entre Massa y Milei: “¿Sabés qué es un GDE?” (Sistema de Gestión Documental Electrónica de todo expediente del sector público nacional), a lo que el hoy presidente, intentando salir del paso, respondió: “A ver, explicame”, obteniendo de Massa la réplica: “Querés ser presidente y desgraciadamente ni siquiera conocés el sistema”. Lo que se suponía demolía al aspirante terminó resultando lo contrario: más votantes se identificaron con el desconocimiento asociado, diría Foucault, saber es poder; en este caso, operacional, porque es un conocimiento que tendría cualquier intendente o concejal que se hubiera dedicado a su tarea, no como Milei, quien durante dos años como diputado, se enfocó en su campaña en lugar de en su labor legislativa.
Si este era el conocimiento de Milei, ¿qué se podía esperar de su hermana, encumbrada como “el jefe” del gobierno que surgiría? Esto. Lo obvio. La incapacidad operativa, la falta de control de grupos externos y la premura por completar un organigrama vacío de cuadros propios o lo suficientemente conocidos. Y aunque no es menos grave, la corrupción inherente y el apetito de quienes, tras haber sido desconsiderados toda su vida, de repente, después de los 50 años, se encuentran con todo el poder. La nota de tapa de hoy de PERFIL sobre el mismo abogado de Milei y del narcotraficante que financió parte de la campaña presidencial de Espert, quien a su vez le presentó a Spagnuolo, es un claro ejemplo.
¿Alguno de los principales empresarios argentinos optaría por un amateur como CEO de sus organizaciones? Hoy, este especie de CEO del país ha hecho que las acciones de su empresa, y todas las de Argentina, caigan a la mitad de su valor en dólares en lo que va de 2025.
Sergio Figliuolo, candidato a diputado nacional de La Libertad Avanza por la provincia de Buenos Aires en octubre, y uno de los conductores del streaming Neura como “Tronco”, realizó un polémico video con termos pegados a la cabeza, argumentando que el Gobierno necesita diputados así “termos” que voten sin cuestionar lo que el Presidente envía, para evitar las defecciones de los electos en 2023, de los 37 originales, ya cuatro han abandonado el bloque oficialista.
En el sketch que “Tronco” realizó en el streaming Neura, parecía ironizar sobre una diputada mujer de LLA que se alejó. Con una de ellas, la diputada Lourdes Arrieta, dialogué el miércoles en el programa matutino de NET TV y Radio Perfil. Al finalizar, me comentó: “Yo no sabía quién era Astiz. En Mendoza muchos no lo sabemos, es algo de ustedes aquí en Buenos Aires”. Esto surgió a raíz de mi crítica por haber visitado la cárcel de Ezeiza para encontrarse con condenados por delitos de lesa humanidad, justificándose al afirmar “no saber quiénes eran esas personas”.
En esta edición, PERFIL publica un extenso reportaje a Philippe Sands, profesor en University College London, abogado ante la Corte Penal Internacional y reconocido experto mundial en genocidio, crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra. Se recomienda su lectura a los candidatos a legisladores de La Libertad Avanza en estas elecciones de octubre.
Lourdes Arrieta también explicó que fue Karina Milei quien la eligió como candidata “entre diversos currículos”, a quien solo había saludado una vez en un acto en Mendoza, lo mismo que a Javier Milei, o sea, sin conocerse. En la lista de diputados, junto a Arrieta, la candidata Laura Soldano ocupa el mismo lugar en Córdoba, quien se describe como “influencer espiritual” y “faro de luz”, especializándose en constelaciones con registros akáshicos útiles para autos, personas, guitarras “o cualquier cosa que se traba” (¿gobiernos?); al constelarla, se comienza a hacer funcionar. Se la puede escuchar buscando Laura Soldano y videos en Google; además, fue campeona en el Torneo de Bikini Fitness Model en Nueva York.
Quizás los diputados “termos”, preferidos por LLA por su manejabilidad, sean una metáfora de un presidente “termo” también elegido por el círculo rojo, no ya por el descontento de la mayoría que lo votó, sino como el mal menor frente a Sergio Massa.
Esperemos que todo termine bien y que no se hayan equivocado.
