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Martes, 4 de noviembre de 2025

Teresa García: “El peronismo debe discutir la dependencia a EEUU, no candidatura”

Mención a:Hidrovía
“La sociedad argentina no es pro-norteamericana, pero está desesperada”, señaló la senadora, al describir cómo el gobierno “imprimió un miedo a que todo detone”. “El 50% de nuestra gente no tiene trabajo formal y el que lo tiene no llega a fin de mes”, explicó.
Teresa García: “El peronismo debe discutir la dependencia a EEUU, no candidatura”

“Creo que hay un avance desarrollador en la intencionalidad de La Libertad Avanza”, sostuvo Teresa García, senadora bonaerense y secretaria general del Partido Justicialista. En Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (AM 1190), reconoció que al peronismo “no le alcanzó” y dijo que “todavía nos hace falta recuperar credibilidad en la sociedad”. Para García, el verdadero debate que el movimiento debe dar hoy no es sobre nombres propios, sino sobre soberanía: “El peronismo tiene que discutir si la voluntad de Estados Unidos avanza, si el gobierno accede por rendirle la manzana lustrada, qué es lo que haríamos, qué consecuencias tendría”.

Teresa García es una destacada política, actualmente se desempeña como senadora de Unión por la Patria por la provincia de Buenos Aires. También es la secretaria general del Partido Justicialista. Ocupó el cargo de ministra de Gobierno en la provincia de Buenos Aires. Además, fue diputada de la Nación por la provincia de Buenos Aires.

Me gustaría una visión más emocional que política. Las veces que hemos charlado en el pasado, el clima político era otro. ¿Qué se siente en estos momentos frente al avance arrollador de La Libertad Avanza?

Creo que hay un avance desarrollador en la intencionalidad de La Libertad Avanza. Lo hemos visto estos últimos días con el anuncio de dos reformas muy centrales, que son la reforma laboral y la reforma previsional. Toda su gestualidad manifiesta. La elección terminó casi empatada en la provincia de Buenos Aires, con una diferencia a nivel nacional.

Emocionalmente, o después de charlar con algunos compañeros, lo que uno siente es que no alcanzó a explicar lo que tenía que explicar. No nos alcanzó. Me parece que todavía nos hace falta recuperar credibilidad en la sociedad. Y además creo que ellos armaron un escenario que yo lo denomino “tormenta perfecta”, porque entre su relacionamiento con Estados Unidos, las palabras de Trump diciendo “andá a ganar una elección y volvé, porque los argentinos se están muriendo”, era lo mismo que decir “apréstense al lunes negro, porque todo va a detonar”.

Y la verdad que ese miedo se sigue sujetando en nuestra sociedad. Ellos creo que han incursionado muy bien en el miedo de que gane el peronismo, pero también es cierto que hay un déficit nuestro: que no hemos logrado explicar con claridad cuáles son los tiempos que vamos a vivir en los próximos meses. Primero, que tenemos una deuda externa impagable. No hay ningún gobierno que pueda predecirse hacia el 27 creyendo que va a poder gobernar con este nivel de deuda. Si no se rediscute la deuda, es imposible para cualquiera.

Segundo, porque uno ve todos los días la cotidianidad. Ya el faltante de plata no es solamente un signo de estos días. Lo veo en materia de salud. La verdad que toda la salud pública está desbordada, y además sin solución. Porque el problema económico uno puede patearlo para adelante si se quiere, pero la salud no. Y hoy no tenemos atención en medicamentos oncológicos, no tenemos atención en enfermos terminales. Vaya usted a pedir a cualquier hospital, por más esfuerzo que hagan los médicos, atención inmediata para un problema. Y los pueblos no avanzan, ni se recrean, ni se desarrollan sin tener la salud. Eso ya lo decía Ramón Carrillo. Y yo creo que hoy es un problema grave.

Y luego creo que hay una conciencia en la sociedad, que yo no me enojo nunca con el votante, porque creo que por algo lo hace, pero sí me parece que no se percibió en su totalidad el planteo del gobierno de Milei. Creo que, como siempre lo hace la derecha, imprimir miedo superó la posibilidad de razonar sobre los tiempos que vienen.

Reflexionaba en algo que había dicho Jaime Durán Barba en este programa. Él primero había dicho que era un gran error para Milei creer que le iba a aportar votos, un apoyo a los Estados Unidos, porque Argentina era el segundo país más antinorteamericano del planeta, después de Francia. Y un mes después, la semana pasada aquí, dijo: “Estoy viejo”. O sea, la brújula que yo usaba evidentemente no sirve.

Algo cambió en la sociedad argentina, donde en el pasado decir que Estados Unidos apoyaba a un candidato lo hundía, en lugar de empujarlo hacia arriba, y ahora produce el efecto contrario. No solamente él cayó en ese engaño. Le pongo a alguien de una ideología que sé que es distinta a la suya, como para compartir el cambio de paradigma que a lo mejor no alcanzamos a percibir.

Cristina Fernández de Kirchner tuiteó: “Bueno, Trump amenaza, la Argentina ya sabe por quién va a votar”. Y pareciera que la Argentina supo que iba a votar, por lo contrario, a lo que le producía Cristina. Entonces, quería, cuando tratar de entender ese sentimiento. Evidentemente, hay una sociedad argentina que lo vota, y que esa sociedad argentina, al contrario, no siente lo de Trump como una afrenta, sino todo lo contrario: como una invitación al desarrollo.

No, yo creo que la sociedad este domingo no votó amigablemente por las indicaciones de Trump. Creo que, vuelvo a decirlo, imprimieron miedo en nuestra sociedad: miedo a un lunes negro, miedo a que todo detone. Respecto de la percepción de dirigentes de mayor edad, no creo que haya habido una interpretación errada.

Yo sigo creyendo que la sociedad argentina no es una sociedad pro-norteamericana, sobre todo cuando veamos los efectos que va a tener esta suerte de salvataje que hizo Estados Unidos. Porque si usted le pregunta a cualquier argentino qué le parece la instalación de bases en la Antártida o en la Patagonia, qué le parece si Estados Unidos aterriza en pos de las tierras raras porque necesita esos minerales, qué le parece desviar la idea de la Hidrovía para favorecer a intereses que tienen que ver con Estados Unidos, seguramente los argentinos le van a contestar que mal.

Por eso digo “la tormenta perfecta”, se armó un escenario donde era inexorable. No creo que tenga que ver con el análisis ni la edad de Jaime, ni la edad de Cristina, ni la edad mía. No es que en los 70 éramos antiyanquis y ahora la sociedad se volvió yanqui. Todo lo contrario. Me parece que tiene que ver con los intereses que están en juego. Y ante la desesperación, porque yo veía una sociedad en desesperación en los últimos tiempos, que la sigo viendo, porque nada cambió del domingo 26 a ahora, sin embargo, creo que se va a agudizar la crisis. La sociedad estaba desesperada.

El 50% de nuestra gente no tiene trabajo formal, y el que lo tiene, no le alcanza hasta fin de mes. Es una cuestión de cotidianidad, no es una cuestión de cambio de melodía ni de cambio de música. Me parece que tenemos claro que nosotros tenemos que ir a un país que vuelva a ser productivo, que genere empleo, entendiendo también las nuevas modalidades y formas del trabajo.

Pero tenemos que tener una actitud proactiva. No podemos decir que vamos a cerrar sin déficit porque vamos a seguir recortando áreas del Estado. Es una locura. Yo ayer estuve en la presentación del presupuesto del gobernador Kicillof, y la deuda que hay con la provincia de Buenos Aires es inconmensurable: la deuda del gobierno nacional.

El gobernador la ha reclamado en la Corte, la va a volver a reclamar, nosotros también la vamos a reclamar. Pero lo que hay es una decisión de achicar el Estado a su mínima expresión para que en los lobbies de poder, en los lobbies económicos, en los lobbies judiciales, tengan mucha más presencia la actividad privada y los intereses privados que los intereses públicos.

Milei, cuando era candidato, dijo en un reportaje, en campaña, que si no le dejaban dolarizar, hacía un referéndum, y “vamos a ver qué dice la gente”. ¿Usted qué cree? ¿Que si hubiera un referéndum para adoptar el dólar como moneda corriente, así como comparto con usted que creo que rechazarían una base militar, cambiar el dólar por el peso saldría a favor de esa idea o en contra?

No, yo creo que saldría en contra, y por escaso margen. Por escaso margen, porque creo que va a primar una conciencia diferente en ese momento. Milei le prometió a la gente cuando fue candidato a presidente, que iba a cobrar en dólares. Lo dijo claramente. Sigue hablando del dólar como si fuera lo más eximio de la economía.

Probablemente, si uno le dice a alguien que hace un Rappi: “Mirá, vas a cobrar en dólares”, al hecho de tener un magro sueldo, al hecho de no tener ninguna cobertura ni dependencia, seguramente pueda haberse engañado por esa propuesta. Ahora, me parece que el conjunto de la sociedad no. Porque nosotros ya pasamos por una etapa de dolarización en este país, que terminó como terminó: el uno a uno.

Entonces me parece que en esto es en lo que creo que tiene que discutir el peronismo. El peronismo tiene que discutir si esto pasara, si la voluntad de Estados Unidos avanza, si el gobierno accede por rendirle la manzana lustrada, qué es lo que haríamos, qué consecuencias tendría. Me parece que esto es lo que tiene que discutir el peronismo, no candidaturas.

Yo soy muy insistente con que, si no somos claros con la sociedad y con los futuros votantes en el año 2027… Mire, yo saco cuentas por fines de semana: hasta que se pongan los nombres en las listas de la próxima elección falta un año y tres meses, más o menos. Serán unos setenta fines de semana, un poco menos. Vamos a estar discutiendo, desde hoy hasta entonces, no candidaturas del 2027, sino cómo representamos a esta sociedad que está tan castigada, tan confundida, tan lastimada por distintas propuestas políticas, por eso me parece que toda la dedicación del peronismo tiene que estar puesta ahí.

RM

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