Jueves, 18 de diciembre de 2025   |   Campo

Tensión en terminales portuarias por paro sorpresivo de la federación de aceiteros

Tensión en terminales portuarias por paro sorpresivo de la federación de aceiteros

ROSARIO.- El constante tránsito de camiones cargados con granos por la ruta A012, próxima a los puertos de la ciudad, anticipaba lo que vendría: desde la noche del miércoles, una huelga de la federación de los trabajadores aceiteros en rechazo a la reforma laboral que impulsa el gobierno de Javier Milei dejó paralizadas varias terminales portuarias.

Mermó la actividad por el paro de aceiteros. Marcelo Manera – LA NACION

La medida de fuerza no alcanzó a todos los puertos de la región: el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros del Departamento San Lorenzo (SOEA) no adhirió al paro y optó por plegarse a la movilización en la Plaza de Mayo en lugar de suspender la actividad en las terminales ubicadas al norte de Rosario. Según fuentes del sector, este jueves el paro afectaba a las plantas de Dreyfus, en General Lagos, y de Cargill, en Alvear, así como a la terminal de Viterra en Bahía Blanca.

La medida, impulsada por la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, generó malestar en el sector agroexportador. Fuentes de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) señalaron que el paro “no tiene ningún fundamento gremial, ya que no existe un conflicto laboral”.

Camiones en la planta de Dreyfus en General Lagos en medio del paro. Marcelo Manera – LA NACION

Recordaron que en el último acuerdo paritario se había firmado un documento que hablaba de “paz social” en el sector. “Es una decisión puramente política, ajena a la industria. El gremio argumenta que es por el proyecto de ley de modernización laboral que se está tratando en el Senado de Nación, es ahí donde deben participar, tal como están haciendo otros sindicatos y demás interesados; no es haciendo daño a los trabajadores y a toda la comunidad aceitera argentina”, plantearon desde el sector agroexportador.

Lo que más irrita a Ciara es que el paro se concretó un mes después de cerrar la paritaria con los sectores gremiales, en la que —según remarcaron— se incluyó la cláusula de “paz social”. El acuerdo salarial contempló dos etapas: en primer lugar se cerró la paritaria 2025 con una actualización que respetó la inflación prevista para este año; y luego se pactó un incremento total del 13,8%, que se aplicará en tramos escalonados a lo largo de 2026.

Tras ese acuerdo salarial, la industria aceitera parecía aliviada de conflictos a corto plazo. Pero la discusión de la reforma laboral en el Congreso abrió un nuevo frente cuando la Federación Aceitera y Desmotadora de Algodón decidió realizar un paro en rechazo a la nueva legislación que comenzó a debatirse.

Esa rama sindical explicó en un documento que “la huelga nacional aceitera para el 18 de diciembre es para garantizar la presencia de todos los trabajadores a la movilización convocada por la CGT en contra de la regresiva reforma laboral”.

Ciara vinculó el paro con una cuestión política. En la imagen, otra postal de la planta de Dreyfus en General Lagos. Marcelo Manera – LA NACION

El sector gremial respondió al argumento de Ciara sobre que se trata de “un paro político” con un tono irónico. Dijo: “La cámara representativa de las empresas de la actividad respondió con un comunicado en el que expresa su rechazo a la medida por considerarla una huelga política y dijo que procederá a tomar todas las medidas que establece la ley. No sabemos si se refieren a la ley vigente o al proyecto que redactaron sus asesores para empeorar las condiciones de trabajo y de vida de la clase trabajadora argentina”, respondieron los dirigentes de la federación aceitera.

Mario Chara, secretario de organización de SOEA, detalló que la reforma “es letal para el sector aceitero”. Marcelo Manera – LA NACION

Y añadieron: “En cualquier caso, la Constitución Nacional y la ley vigente garantizan el derecho de huelga y de toda medida legítima de acción sindical, por lo que toda represalia que tome la patronal será una represalia por el ejercicio de un derecho”.

El otro gremio con peso en el sector, el SOEA, donde están asentadas la mayoría de las terminales, decidió no plegarse al paro, pero sí respaldar la movilización. La postura de SOEA también apunta a rechazar los cambios que pretende el Gobierno en materia laboral. Según advirtieron fuentes de ese sindicato, “el banco de horas y el fin de la ultraactividad son un golpe directo al bolsillo de los trabajadores” de esa rama de la industria.

Mario Chara, secretario de organización de SOEA, detalló que la reforma “es letal para el sector aceitero”. Expresó: “El sistema de banco de horas elimina las horas extras y flexibiliza la jornada a favor de la empresa”, aseguró el dirigente, que también planteó que “buscan eliminar la ultraactividad. Si cae el convenio, cae la columna vertebral de nuestro salario y nuestra dignidad laboral”.

“Tenemos los mejores salarios de la región porque hay convenios fuertes, organización sindical y derechos claros. Esta reforma viene a romper ese equilibrio. Si avanza, el trabajador va a perder poder adquisitivo y condiciones laborales”, agregó Chara.

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