Una situación dramática debió ser solucionada por la presencia de los cuerpos especiales de la policía, que debieron extremar las medidas de seguridad para que un hombre en estado de ebriedad desistiera de violentar y dejara de tomar como rehenes a su esposa e hijos. Tras una hora de tensión, el desencajado muchacho aceptó salir de la casa y abandonar la actitud hostil para con su ex mujer e hijos.
El hecho se registró en la mañana de ayer en calle Isidoro Rossi al 1200 del barrio Pirola de Paraná.
Todo se inició con la llegada repentina del ofuscado hombre que pretendía, aparentemente volver a ingresar a la casa. Los vecinos de la mujer indicaron que el esposo debió abandonar la vivienda tras varias acciones violentas y maltrato al núcleo familiar.
“Ni bien ingresó comenzó a gritarle a la mujer y sus tres hijos, dos de ellos ( de 6 y 8 años) alcanzaron a salir y resguardarse en un vecino y así de ese modo se informó a la policía de lo que estaba ocurriendo”, detalló a UNO una de las tantas vecinas que se juntó en la esquina.
El hombre dentro de la casa se atrincheró y tras amenazar a la mujer y a un pequeño de tres años, buscó un cuchillo tipo Tramontina.
La rápida llegada de la policía, desencajó al invasor. Con cautela personal del COE (Cuerpo de Operaciones Especiales), un negociador y una sicóloga ingresaron a la casa a fin de tratar de entablar algún tipo de diálogo y principio de acuerdo.Los profesionales de la policía, tras tranquilizarlo le recomendaron que dejara de lado el cuchillo y un palo de escoba. Para entrar en confianza, los negociadores pidieron un equipo de mate y tras tomar uno de ellos la primera infusión, de modo de eliminar cualquier sospecha de la colocación de algún sedante, se sentaron a conversar.
El temor del hombre era ser detenido y golpeado por la policía, situación que fue aclarada y desechada. Pese a esto, reclamó la presencia en el lugar del abogado Marcos Rodríguez Allende para que lo asistiera y asesorara. El letrado llegó y tras varios minutos de tensa espera, el afectado decidió salir por sus medios de la casa, subirse a un auto y descomprimir la delicada situación denunciada que será dirimida en tribunales.
Asistencia legal El abogado Rodríguez Allende comentó a UNO que “este problema en particular, parte de problemas familiares, que tienen que dirimirlos los integrantes del núcleo familiar”. Dicho esto, el letrado negó que la mujer y el hijo hayan sido tomados como rehenes.
Pese a esto, Rodríguez Allende admitió que el hombre cuenta “con antecedentes penales, pero en esta ocasión pude ser que exista un poco de alcohol y otra cuestión de consumo”.
Puso énfasis en marcar que “esta cuestión no es una toma de rehenes o una privación ilegítima de la libertad porque es la casa de ellos. Por lo que ahora habrá que esperar cómo avanza la denuncia de la concubina”.
Desde la fuerza de seguridad, se indicó que se dispuso una custodia policial en la casa a fin de llevar tranquilidad a la alterada madre e hijos. Administrativamente, se produjo una nueva denuncia por maltrato que determinará, seguramente, alguna serie de restricciones al hombre a la hora de acercarse a la casa.
El hecho se registró en la mañana de ayer en calle Isidoro Rossi al 1200 del barrio Pirola de Paraná.
Todo se inició con la llegada repentina del ofuscado hombre que pretendía, aparentemente volver a ingresar a la casa. Los vecinos de la mujer indicaron que el esposo debió abandonar la vivienda tras varias acciones violentas y maltrato al núcleo familiar.
“Ni bien ingresó comenzó a gritarle a la mujer y sus tres hijos, dos de ellos ( de 6 y 8 años) alcanzaron a salir y resguardarse en un vecino y así de ese modo se informó a la policía de lo que estaba ocurriendo”, detalló a UNO una de las tantas vecinas que se juntó en la esquina.
El hombre dentro de la casa se atrincheró y tras amenazar a la mujer y a un pequeño de tres años, buscó un cuchillo tipo Tramontina.
La rápida llegada de la policía, desencajó al invasor. Con cautela personal del COE (Cuerpo de Operaciones Especiales), un negociador y una sicóloga ingresaron a la casa a fin de tratar de entablar algún tipo de diálogo y principio de acuerdo.Los profesionales de la policía, tras tranquilizarlo le recomendaron que dejara de lado el cuchillo y un palo de escoba. Para entrar en confianza, los negociadores pidieron un equipo de mate y tras tomar uno de ellos la primera infusión, de modo de eliminar cualquier sospecha de la colocación de algún sedante, se sentaron a conversar.
El temor del hombre era ser detenido y golpeado por la policía, situación que fue aclarada y desechada. Pese a esto, reclamó la presencia en el lugar del abogado Marcos Rodríguez Allende para que lo asistiera y asesorara. El letrado llegó y tras varios minutos de tensa espera, el afectado decidió salir por sus medios de la casa, subirse a un auto y descomprimir la delicada situación denunciada que será dirimida en tribunales.
Asistencia legal El abogado Rodríguez Allende comentó a UNO que “este problema en particular, parte de problemas familiares, que tienen que dirimirlos los integrantes del núcleo familiar”. Dicho esto, el letrado negó que la mujer y el hijo hayan sido tomados como rehenes.
Pese a esto, Rodríguez Allende admitió que el hombre cuenta “con antecedentes penales, pero en esta ocasión pude ser que exista un poco de alcohol y otra cuestión de consumo”.
Puso énfasis en marcar que “esta cuestión no es una toma de rehenes o una privación ilegítima de la libertad porque es la casa de ellos. Por lo que ahora habrá que esperar cómo avanza la denuncia de la concubina”.
Desde la fuerza de seguridad, se indicó que se dispuso una custodia policial en la casa a fin de llevar tranquilidad a la alterada madre e hijos. Administrativamente, se produjo una nueva denuncia por maltrato que determinará, seguramente, alguna serie de restricciones al hombre a la hora de acercarse a la casa.
