
Daniel “Tavi” Celis se enfrenta a su sexta acusación por narcotráfico. Si bien en las tres primeras logró salir absuelto, en las dos últimas fue condenado por ser uno de los principales jefes narcos de Paraná, con influencias y aspiraciones políticas.
Hoy, después de nueve años en prisión, su poder ha disminuido ante el cambio en el panorama del mercado de drogas de la región: han emergido numerosos nuevos actores, bandas barriales que no le obedecen y se ha consolidado un gran proveedor tras el accionar de sicarios contra “Petaco” Barrientos y los “Teros” Barretto.
Desde la cárcel
Sin embargo, logró organizar una nueva banda. Ninguno de los detenidos en los allanamientos de Drogas Peligrosas este jueves estaba relacionado con causas anteriores. Para la Justicia, se trata de personajes nuevos en el comercio de drogas, y la mitad de ellos tiene menos de 30 años.
Celis disfrutaba de salidas socio laborales durante la semana y salidas socio familiares cada domingo, en el marco de su condena de 15 años y medio de prisión por las causas Narcomunicipio, Narcoavioneta y un asalto.
Su nueva empresa la inició desde la cárcel. La investigación de oficio en la Fiscalía Federal de Paraná, liderada por Leandro Ardoy y llevada a cabo por Drogas Peligrosas, comenzó tras un allanamiento en la propiedad de Celis, ubicada en la calle República de Siria y Segundo Sombra, en mayo del año pasado, debido a una denuncia por violencia de género contra su hijo. En el lugar se encontró un arma y un kilogramo y medio de marihuana.
Junto a dos internos
En la investigación se pudieron vincular varios hallazgos de droga dentro de la Unidad Penal N° 1 a Celis, quien sería el responsable del negocio dentro de la cárcel.
Se sospecha que “Tavi” actuaba con dos internos de su pabellón, Carlos Correa y Pablo Ruiz Díaz, quienes habrían ingresado la droga al penal a través de sus familias. Mientras tanto, aprovechaba sus salidas para dar órdenes a su entorno sobre la compra mayorista de drogas, su fraccionamiento, distribución y venta en una decena de kioscos de narcomenudeo, así como la recaudación de las ganancias.
Parece que, a pesar del grado de organización, Celis ya no es lo que solía ser: ha perdido el estatus de uno de los principales patrones de la droga en Paraná, aunque ha comenzado a crecer nuevamente en el negocio. Es evidente que hay otros actores que ahora lo superan y le proveen las sustancias.
De los puntos de los allanamientos se infiere que la nueva banda se estaba expandiendo por diversos barrios de la ciudad, desde Bajada Grande hasta el Paraná XVI, pasando por Mosconi. Estos lugares han sido escenario de balaceras y violencia en las últimas semanas. De hecho, uno de los procedimientos tuvo lugar cerca del sitio donde murió de un balazo una adolescente de 16 años, Jazmín González, en la madrugada del domingo.
Otros nombres
Los demás detenidos son: Teuco Román Celis, de 22 años, hijo del jefe narco; Carla Alexia Garay, de 27, del barrio Paraná XVI; Magalí María Cristina Páez, de 29, del barrio Vicoer 11; Nicolás Bautista Ruiz Díaz, de 19 años, con el mismo domicilio que Celis; Roxana Elisabet Martínez, de 43 años, y su hijo Marcos Correa, de 21, ambos del Paraná XVI; Enzo Facundo Hernán Zárate, de 29, de Bajada Grande; Evelyn Eliana Centurión, de 38, de San Agustín; Rita Elisabeth Espíndola, de 36, quien sería la pareja de Celis; y Walter Alfredo Ríos, de 34, de Bajada Grande, con antecedentes por robos y hechos violentos.
Asimismo, en la lista aparece Nicolás Daniel Lencina, de 32 años, quien estuvo involucrado en uno de los casos más impactantes de Paraná hace más de 15 años: el homicidio de Leandro Fornero en la zona alta del Parque Urquiza el 24 de enero de 2010. Lencina era menor de edad en ese momento, se le consideró imputable y fue condenado por su participación en aquel hecho.
Después de las indagatorias en el Juzgado Federal a cargo de Leandro Ríos, los detenidos recibirán diferentes medidas cautelares y quedarán a la espera de que se dicte una resolución sobre la situación procesal de cada uno.



