Jueves, 11 de septiembre de 2025   |   Campo

Tambo pionero en robótica: de una necesidad a convertirse en el más alto del mundo.

Tambo pionero en robótica: de una necesidad a convertirse en el más alto del mundo.

Con el propósito de producir su propia mozzarella para la pizzería familiar, en 2007 una familia tucumana decidió establecer su propio tambo, para abastecerse del queso necesario para su emprendimiento. Lo que no previeron fue que el establecimiento se convertiría en una atracción turística y ganaría un título adicional: “el tambo robotizado más alto del mundo”. Originalmente, la idea se llevó a cabo en Santiago del Estero como una apuesta tradicional, pero diez años después optaron por trasladar el tambo a Tafí del Valle, donde hoy es un moderno establecimiento lechero de alta tecnología.

Así lo relató Sebastián Murga (26), hijo de Sebastián y Sofía, y actualmente uno de los encargados del Tambo Señora Sofía, situado en el km 74 de la ruta 307 hacia Tafí del Valle. “Nosotros somos la segunda generación en esto, todavía somos muy jóvenes. Cuando nos trasladamos aquí, además de hacer mozzarella, comenzamos a producir otros tipos de quesos, como el queso de Tafí (con cáscara dura y pasta blanda cremosa), que es muy característico; también elaboramos el quesillo (ampliamente utilizado en postres con dulce de cayote o en picadas con aceite y sal), y dulce de leche. Decidimos enfocarnos en el turismo para aprovechar nuestra ubicación en la ruta que conduce a los Valles Calchaquíes”, destacó el joven. Además, la familia decidió abrir el tambo a visitantes y realizar visitas guiadas.

Hasta hace unos años, Tafí era una cuenca lechera de gran importancia en la región, sin embargo, en la actualidad solo operan dos tambos: Las Carreras y el de la familia Murga. En este contexto, y con la intención de potenciar la producción, los Murga decidieron robotizar todo el proceso productivo: solicitaron un crédito para adquirir dos robots de ordeño, una pista de alimentación y construir un galpón de guachera para proteger a los animales en condiciones climáticas adversas.

La familia tiene dos robots de ordeño en Tafí del Valle

“Hace un tiempo conocimos los robots de ordeño de la marca DeLaval. ¿Y cómo sabemos que somos el tambo más alto del mundo? En esencia, buscamos información, incluso en Colombia hay uno cercano, pero no alcanza nuestra altitud. Estamos a 2782 m sobre el nivel del mar, que es la altura que tiene nuestro tambo”, afirmó.

Implementaron un sistema robotizado para mejorar la calidad de vida tanto del operario como del productor. “Como es bien sabido, los tamberos tienen horarios muy exigentes en la madrugada, lo cual no es ideal. Una de las razones para cambiar de sistema fue esa: mejorar el bienestar del trabajador y de las vacas, ya que este es un sistema de ordeño voluntario. La vaca no se siente forzada y tiene más libertad para acudir a ordeñarse. La máquina, por supuesto, decide si puede o no ser ordeñada, según ciertos parámetros“, explicó.

Los robots del tambo Señora Sofía

En este sistema, las vacas entran guiadas por su propio instinto: se dirigen al box atraídas por una ración de alimento balanceado y, una vez dentro, el robot identifica a la vaca mediante un chip colocado en el collar. Con esta información, ajusta la rutina; limpia las ubres, coloca las pezoneras con precisión láser y extrae la leche sin intervención humana. Al finalizar, libera al animal y registra automáticamente la producción individual, la calidad y el estado sanitario.

“Esto nos ayuda enormemente en términos de higiene y en garantizar materia prima de excelente calidad para nuestra fábrica. Es un sistema con lavado automático, que detecta leche de mala calidad y solo envía al tanque la mejor leche, asegurando así la elaboración de buenos productos“, subrayó Murga.

Sebastián y Sofía, y su hijo, los dueños del Tambo Señora Sofía

En la actualidad, en Señora Sofía trabajan siete personas en las diversas áreas como fábrica, ventas, guachera, tambo, tractor, etc. “Cada trabajador tiene un puesto asignado, pero todos están capacitados para cubrir las tareas de otros, por lo que si alguien falta, no hay inconvenientes. Los descansos se organizan de manera rotativa para que todos tengan días libres, como en cualquier emprendimiento”, precisó. Toda la familia está involucrada en el negocio familiar.

Los robots tienen capacidad para 70 vacas cada uno, lo que significa que el objetivo de la familia es llegar a tener 140 animales en el corto plazo. “Hoy estamos en un 33% de esa meta; esperamos alcanzarlo en un plazo de 15 a 20 meses. La idea es que la fábrica opere en dos o tres turnos, generando más empleo. Nos motiva seguir aportando mano de obra, que aumentará pronto”, destacó el joven responsable de la parte productiva e industrial. Sofía, su hermana, se encarga de la administración del tambo.

El proyecto de la familia es llegar a los 140 animales en el tambo

Para adquirir los equipos e instalarse en este lugar, además del crédito, la familia tuvo que abandonar la unidad de negocio en Santiago del Estero y así poder invertir en Tafí del Valle, tal como señala. “Unificamos todo y apostamos al turismo rural. Ahora recibimos visitas guiadas, algo poco común, ya que no todos los campos permiten el acceso. Los turistas pueden observar los robots, las vacas, qué comen, dónde viven, la guachera e incluso dar la mamadera a los terneros”, comentó.

Para la temporada alta de verano, buscan diversificar su oferta turística y mostrar la agricultura que llevan a cabo en la zona, como la producción de maíz para silo, aunque aclara que la región no es agrícola. “Realizamos todo con maquinaria propia. Además, trabajamos con la raza Holando Argentino. Realizamos inseminación con semen sexado y llevamos a cabo una rigurosa selección genética. En Santiago teníamos una cabaña; ahora estamos retomando ese camino en Tafí”, sostuvo.

La dieta de las vacas se basa en silo de maíz que producen en el tambo. “No hay productores de maíz para silo en la zona, por lo que nos hacemos cargo de todo el proceso. Los granos —como el poroto de soja y maíz en grano— los traemos de Tucumán. El sistema es completamente estabulado”, relató.

El Tambo queda sobre la ruta 307 camino a Tafí del Valle

Según el Indec, la población estimada en Tafí del Valle es de 18.511 habitantes, motivo por el cual la familia consideró que el turismo que generan representa también una oportunidad económica para potenciar la zona. “Abrimos todos los días, ofrecemos venta en planta y en el tambo. El ingreso es libre en un sector, donde una persona explica lo básico y muestra los productos”, aclaró.

Buscan establecer convenios con escuelas agrotécnicas para que los estudiantes puedan realizar futuras pasantías en el tambo. “La idea es que los chicos aprendan cómo se trabaja en un establecimiento lechero de alta tecnología, incluyendo el ordeñe robotizado, la alimentación de vacas, el manejo de genética y la producción de quesos”, concluyó.

En total son 7 los trabajadores del Tambo Señora Sofía Hacen visitas guiadas para enseñar las tareas de un tambo

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