
“Récord por donde se lo mire”: la campaña de trigo 2025/26 vuelve a romper todos los parámetros y ya se proyecta una cosecha de 27,7 millones de toneladas. Así lo informó la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), que en su informe mensual aplicó un fuerte ajuste al alza: la entidad aumentó en 3,2 millones de toneladas la proyección previa debido a rindes excepcionales y a una superficie superior a la estimada. Esa cifra supera la marca histórica de área sembrada de 2001/02, el rinde promedio más alto del ciclo 2010/11 y también la producción máxima anterior, de 23 millones de toneladas en 2021/22. Desde la Bolsa rosarina indicaron a este medio que, con el nuevo cálculo de producción respecto del año pasado, las exportaciones se incrementarían en US$660 millones, hasta 3600 millones de dólares, y estimaron una venta al exterior de 17 millones de toneladas.
“Es realmente un año inédito, una cifra que todavía no la entendemos, pero que se está dando”, resumió Cristian Russo, autor del informe, en diálogo con LA NACION. “Empezamos la campaña poniéndole buen optimismo y pensando que tal vez podíamos llegar a los 20 millones de toneladas y hoy estamos hablando de 27,7 millones. Es un récord impresionante”, agregó. El año pasado la cosecha alcanzó 20,1 millones de toneladas, por lo que la nueva producción supone un salto del 37,8%.
Russo recordó además que “el último récord era de 23 millones, así que esta es una campaña realmente superadora”. Añadió: “Las cosechadoras estaban confirmando esto que estábamos charlando hace varios meses atrás, esta posibilidad que se veía de una situación superadora, de un potencial nunca antes expresado del trigo”.
El avance de la cosecha, que ya cubre el 58% del área, permitió actualizar los rendimientos en las principales provincias: el rinde medio nacional subió de 37,7 a 41 quintales por hectárea (qq/ha).
“En la región central seguimos con rindes que están alrededor de los 60 quintales”, indicó Russo. Según la BCR, Santa Fe promedia 47,3 qq/ha, Buenos Aires 43,2 qq/ha, Entre Ríos 42 qq/ha y Córdoba 39,6 qq/ha, todas cifras que ya constituyen récords provinciales.
Russo reforzó: “En Entre Ríos, rindes de 42 quintales, también rompiendo todos los récords, y también con 50.000 hectáreas más”.
También anticipó que el techo todavía podría elevarse: “Vemos que hay situaciones que todavía pueden estar sumando”. El informe añadió que la cebada —que suele adelantarse al comportamiento del trigo— está “rompiendo los relojes”, con 50 a 60 qq/ha en el norte de Buenos Aires y expectativas superiores a 60 qq/ha en el sudeste.
Producción esperada según las provincias. BCR
A esos rindes se sumó un ajuste importante en superficie: las imágenes satelitales detectaron más hectáreas implantadas de las previstas inicialmente y Russo admitió que están “sorprendidos” por ese hallazgo. En la región núcleo se contabilizaron 220.000 hectáreas adicionales y en Entre Ríos otras 50.000, lo que elevó el área nacional de trigo a 7,17 millones de hectáreas, la cifra más alta registrada.
La BCR señaló que este salto productivo se logró en condiciones climáticas inéditas: “Ha sido un año dónde las lluvias no fueron una limitante para expresar el potencial triguero”, con precipitaciones excepcionales en julio y agosto y un llenado de grano muy favorable.
También destacó que este ciclo se caracterizó por “la inversión que el sector ha hecho en tecnología, sobre todo en semilla, controles contra enfermedades, fertilización y refertilizaciones que fueron necesarias ante los fuertes problemas de lixiviación de nutrientes por lluvias”.
Mientras el trigo marca un récord histórico, el informe ofreció además una radiografía de la siembra de granos gruesos. En soja, la implantación nacional avanza un 64%, con un impulso acelerado en los últimos 15 días gracias a lluvias más erráticas pero suficientes para reactivar las labores.
La tregua hídrica permitió que zonas muy afectadas, como el centro-este bonaerense, retomen tareas tras semanas de imposibilidad: “la superficie agrícola se está recuperando”, señalaron técnicos citados por la BCR. En total ya se implantaron 10,5 millones de hectáreas de las 16,4 millones previstas, lo que proyecta una producción nacional de 47 millones de toneladas de soja.
En paralelo, el maíz transita un inicio de ciclo muy favorable. El informe subrayó que el cultivo “arrancó el período crítico con muy buena condición”, sostenido por la humedad acumulada en noviembre pese al pronóstico de “Niña débil”. Con un avance de siembra del 57% se implantaron 5,4 millones de hectáreas de las 9,7 millones intencionadas; para el circuito comercial se consideran 8 millones de hectáreas, lo que llevaría la producción a 61 millones de toneladas, un valor inédito para el país.




