
“Da la impresión de que esto es intencional”, habrían expresado los bomberos tras controlar una serie de incendios que se desataron en las proximidades de la banquina de la ruta provincial 1, entre Quemú Quemú y General Pico. En pocas horas se registraron cuatro focos en puntos muy similares, lo que activó la alarma entre los productores de la zona. Aunque no hubo pérdidas significativas, quedó la advertencia de que, bajo otras condiciones, el resultado podría haber sido desastroso.
Los focos se presentaron el martes en un tramo que va de Quemú Quemú a Trili. Según explicó Federico Cobrero, presidente de la Sociedad Rural del Departamento Quemú Quemú, no se trató de un solo incendio, sino de cuatro focos distintos que comenzaron en diferentes horarios. “Uno se inició a las dos de la tarde, luego hubo otro a las cuatro y otro más a las cinco. Todos en la banquina, pero no junto a la ruta, sino en lo que se conoce como el ‘préstamo’, la tierra extraída para construir la ruta y que queda junto a los alambrados. Además, tres de los incendios comenzaron en las alcantarillas. Hay demasiadas coincidencias”, comentó.
Uno de los incendios en la ruta provincial 1 en La Pampa
Además, Cobrero agregó que no había condiciones para que estos incendios se registraran de forma natural. No había calor extremo ni viento fuerte que pudiera justificar el inicio del fuego. “Era un día fresco y normal. Si hubiese sido algo natural, lo lógico sería que se incendiara alguna zona con mayor acumulación de pasto seco, como la vía del tren. Pero no sucedió. Por eso creemos que hay alguien provocando estos fuegos, un pirómano”, subrayó Cobrero.
Por el momento, el daño material ha sido limitado: se quemaron algunos alambrados y pastizales, pero no se vieron afectados cultivos. “La mayoría de los campos estaban en barbecho, listos para sembrar girasol, maíz y soja. Los bomberos actuaron rápidamente y, además, un productor salió con un tractor y una rastra para frenar el avance de las llamas, incluso en terrenos de vecinos. Esto permitió que el fuego no se expandiera”, relató el dirigente rural.
Incendio en la ruta provincial uno
Sin embargo, lo que más preocupa no es lo que ocurrió ayer, sino lo que podría suceder en otro momento del año. En palabras de Cobrero, “un día de viento fuerte puede provocar un desastre. Hoy fue una anécdota, pero mañana podría ser diferente”. El riesgo es que, con temperaturas altas y cultivos ya implantados, el escenario cambie drásticamente: las llamas podrían avanzar rápidamente, arrasando lotes de maíz o girasol e incluso poniendo en peligro instalaciones rurales y poblaciones cercanas.
En este sentido, los productores destacaron que las banquinas sembradas con alfalfa suelen ayudar a contener el fuego, pero hay áreas donde no existe esta barrera natural. Allí predominan montes de eucaliptos plantados hace décadas en la provincia, que funcionan como un combustible ideal para las llamas. “En esos lugares es donde más temor tenemos, porque una chispa puede transformarse en un infierno”, describió Cobrero.
La sospecha de intencionalidad se fortalece con los relatos de algunos productores que estuvieron en el lugar. “Un vecino me comentó que vio un auto blanco circulando muy despacio por la ruta, justo en la zona donde comenzó el fuego. Ya estamos todos en la búsqueda del pirómano”, contó el presidente de la Rural.
La intervención de los bomberos de Quemú Quemú evitó que las llamas alcanzaran más campos y el pueblo, que está apenas a 10 kilómetros del área afectada. “Si no hubieran actuado tan rápido, podría haber sido mucho peor”, reconoció Cobrero.