
En medio de la difícil situación que enfrentan al tener gran parte de sus campos inundados, un grupo de productores rurales del partido bonaerense de Roque Pérez exigió una obra de emergencia en el puente de la ruta nacional 205 sobre el río Salado. Afirmaron que este paso se ha convertido en un verdadero “cuello de botella” que obstaculiza el escurrimiento del agua y mantiene más del 90% de los campos anegados. Por su parte, el Consejo Asesor del Salado iniciará hoy en Chacabuco una serie de reuniones itinerantes para reforzar la solicitud de reactivación de las obras paralizadas en el Tramo IV.2 de la cuenca.
En diálogo con LA NACION, Ignacio Iturriaga, uno de los productores más afectados, comentó que muchos ganaderos se vieron obligados a sacar a sus animales o alimentarlos con fardos adquiridos fuera de la zona, un costo insostenible. “Un vecino perdió 45 vacas que se le fueron con la correntada de mayo. Es un desastre”, lamentó.
Imagen satelital del puente que funciona como un embudo@PabloGinestet
Iturriaga informó que, ante la falta de respuestas, creó un grupo de WhatsApp que reúne a unos 40 productores de la zona en la misma situación para coordinar acciones. “Más allá del dragado, que está paralizado, lo que pedimos ahora es que se tomen medidas con el puente. Porque ese puente no da abasto: actúa como un tapón y el agua se queda estancada allí. Lo veníamos advirtiendo desde que se suspendió la obra: ‘Cuidado, si llega el agua, nos van a cubrir’. Y efectivamente, ocurrió”, expresó.
La semana pasada, los productores enviaron una nota a la Dirección Provincial de Hidráulica solicitando una intervención, aunque desde el gobierno bonaerense aclararon a este medio que se trata de una obra de jurisdicción nacional. El puente forma parte del Plan Maestro del Salado en la etapa correspondiente a la Nación. Fuentes del gobierno nacional no respondieron a una consulta sobre el tema.
En la nota dirigida a las autoridades, los productores subrayaron: “Desde hace más de cinco meses, nuestras explotaciones se encuentran con más del 90% de la superficie bajo agua, debido a que el actual puente resulta insuficiente para permitir el escurrimiento normal del cauce del tramo en cuestión”. Además, añadieron: “El problema afecta directamente a la producción agropecuaria y a la economía regional, poniendo en riesgo fuentes de trabajo y el abastecimiento de alimentos”.
Iturriaga expresó que la situación “es desesperante” y que se sienten abandonados. “Nos envían de un escritorio a otro: de Hidráulica a la Autoridad del Agua, de la Autoridad del Agua a Vialidad Nacional. Nadie se hace responsable y, mientras tanto, el agua sigue cubriendo nuestros campos”, advirtió.
El productor señaló que en octubre del año pasado las dragas que trabajaban en la ampliación del cauce dejaron de operar y nunca más regresaron. “Había cuatro dragas trabajando y se fueron. Les otorgaron vacaciones anticipadas y no regresaron. Al comienzo de este año, nos dijeron que retomarían y no sucedió nada. Y mientras tanto, nosotros continuamos bajo el agua”, detalló Iturriaga.
Otro desborde del SaladoRicardo Pristupluk
El reclamo se centra en el puente de la ruta nacional 205, que, según explicaron, funciona como un tapón en medio de la obra inconclusa del Plan Maestro del Salado. Aguas abajo, el cauce ya ha sido ampliado y dragado, pero aguas arriba, en dirección a Chivilcoy, aún quedan por ejecutar aproximadamente 32 kilómetros clave. Este desnivel impide que el agua tenga salida y queda acumulada sobre los campos adyacentes.
El descontento de los productores no es nuevo. En marzo pasado, LA NACION publicó un documento oficial que confirmaba la “neutralización” de los plazos de la obra en tres subtramos del Tramo IV, Etapa 2, entre Roque Pérez y Lobos. Se trata de esos 30 kilómetros de dragado paralizados desde febrero que reclaman los productores.
En Roque Pérez estiman que más de 45 a 50 kilómetros de campos a la orilla del río están completamente bajo el agua. “En la parte agrícola no hemos sembrado ni cultivos de invierno —trigo y cebada— ni de verano —girasol, soja y maíz—. Y en la parte ganadera, aquellos que son ganaderos puros han tenido que sacar las vacas o alimentarlas completamente desde afuera. Es inviable”, describió Iturriaga.
El productor añadió que no es la primera vez que enfrentan una situación así, pero que la magnitud actual supera todo lo conocido. “Yo crecí en este campo y siempre convivimos con el río, pero lo que está sucediendo ahora nunca lo había visto. Cinco meses seguidos con el agua al nivel de los campos, sin poder sembrar ni alimentar a los animales en su propio terreno”, dijo.
Dragas paradas hace unos meses en una sección del río Salado en Roque PérezRicardo Pristupluk
El reclamo de los productores de Roque Pérez se enmarca en una preocupación más amplia. La semana pasada, el Consejo Asesor de la Cuenca del Salado —integrado por Coninagro, Sociedad Rural Argentina (SRA), Federación Agraria Argentina (FAA), Unión Industrial Argentina (UIA) y Carbap— advirtió que las obras del Plan Maestro siguen paralizadas a pesar de que hay más de 175.000 millones de pesos disponibles en el Fondo Hídrico depositados en el Banco Nación. Su presidente, Alberto Larrañaga, calificó la demora como “inexplicable e inaceptable”.
Simultáneamente, el Consejo Asesor decidió dar continuidad a su reclamo a través de un esquema de difusión itinerante por localidades de la región. Según detallaron a LA NACION, esta noche, en la sede de la Sociedad Rural de Chacabuco —presidida por Sebastián Sofía, dirigente de Carbap—, se llevará a cabo la primera reunión abierta a entidades intermedias, productores y al público en general. Según informaron, la gira continuará en los próximos días por General Villegas, Junín, Ernestina, Navarro y otras localidades aún por confirmar. El objetivo es poner en la agenda regional y nacional la imperiosa necesidad de reactivar de inmediato el Tramo IV.2 de readecuación del cauce del río. Según el Consejo Asesor del Salado, la paralización de apenas 30 kilómetros en medio de los más de 400 km ya dragados obstruye el funcionamiento de toda la cuenca.