El único sobreviviente de un almuerzo mortal combinado con hongos tóxicos declaró el lunes que se sentía solo medio vivo tras la muerte de su esposa y que seguía lamentando la pérdida de sus dos amigos más cercanos.
Ian Wilkinson presentó la primera declaración de impacto de la víctima durante la audiencia de sentencia de Erin Patterson en la Corte Suprema del estado de Victoria.
La mujer de 50 años será sentenciada el 8 de septiembre por tres cargos de asesinato y uno de intento de asesinato. La fiscalía ha solicitado cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, mientras que la defensa aboga por elegibilidad para la libertad condicional tras cumplir 30 años.
“El delito cometido aquí es horrendo”, señaló el juez Christopher Beale ante el tribunal.
En julio, un jurado declaró culpable a Patterson de asesinar a Heather Wilkinson, la esposa de Ian, a su hermana Gail Patterson y a su esposo Don Patterson, utilizando un almuerzo que incluía pasteles de carne Wellington y hongos mortales recolectados en julio de 2023.
Erin Patterson también fue hallada culpable de intentar asesinar a Ian Wilkinson, quien pasó semanas en el hospital y logró sobrevivir después de someterse a un trasplante de hígado.
Wilkinson, un pastor bautista, describió a su esposa como una mujer que tomaba su fe en serio y se mostraba llena de amor, alegría, paz, paciencia, bondad, gentileza, fidelidad y autocontrol.
“Sin ella, solo me siento medio vivo”, expresó Wilkinson, antes de que las lágrimas empañaran su voz.
“Una de las deficiencias más lamentables de nuestra sociedad es que se presta tanta atención a quienes hacen el mal y tan poca a quienes hacen el bien”, agregó.
Describió a Gail y Don Patterson, los padres del exmarido de Erin, Simon Patterson, como las personas más cercanas a él después de su esposa y su familia.
“Mi vida se empobrecería enormemente sin ellos”, afirmó Wilkinson.
“Me duele que Erin haya actuado con crueldad y desprecio calculado hacia mi vida y la de mis seres queridos. ¿Qué insensatez puede llevar a alguien a creer que el asesinato es la solución a sus problemas, especialmente el asesinato de personas que solo han tenido buenas intenciones hacia ella?”, comentó.
Wilkinson le ofreció su perdón a Patterson por el daño que le causó.
“Mi oración por ella es que use su tiempo en prisión sabiamente para convertirse en una mejor persona”, añadió.
Erin Patterson asistió en persona al tribunal de Melbourne el lunes, vistiendo un top con estampado paisley y una chaqueta marrón claro. Parecía emocionada mientras Ian Wilkinson realizaba su declaración.
Siete familiares de las víctimas leyeron declaraciones de impacto ante el tribunal el lunes, o hicieron que se leyeran en su nombre.
Erin Patterson enfrenta una posible sentencia de cadena perpetua por cada uno de los asesinatos y 25 años por intento de asesinato.
Tendrá un mes después de su condena para presentar una apelación.
La defensa alegó que Erin Patterson había afirmado haber sido diagnosticada con síndrome de Asperger y que su marido consideraba que ella sufría de ansiedad, autismo de alto funcionamiento y posible TDAH.
El juez indicó que la evidencia del síndrome de Asperger “no tiene mucha credibilidad”.
La fiscal Jane Warren desestimó las afirmaciones sobre problemas de salud mental como pruebas testimoniales.
Dijo que Beale no debería mostrar compasión hacia Erin Patterson. Comparó el caso con uno de 2017, cuando Michael Cardamone fue condenado en Victoria a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional por asesinar a un vecino al que quemó vivo.
“Es un crimen tan cruel y tan horrible que, en nuestra opinión, el delincuente no merece la misericordia de este tribunal”, concluyó Warren.
(con información de AP)
