El fiscal federal Carlos Stornelli le pidió al juez Guillermo Montenegro que le solicite a la Sindicatura General de la Nación el detalle de todos los proyectos realizados por esta vía. En el caso de Skanska, Stornelli presume, igual que en el fuero en lo Penal Tributario, que el fideicomiso facilitó el pago de sobreprecios. Y quiere comparar otras obras concretadas a través de esta misma herramienta jurídica para, eventualmente, dirigir también hacia ahí sus imputaciones. Es que la Municipalidad accedió a dos fideicomisos que fueron formalizados mientras estaba al frente de Nación Fideicomisos Néstor Ulloa, hoy imputado en la causa Skanska. El pedido de ampliación de la investigación en el caso Skanska, que ahora abarcaría a todos los fondos fiduciarios que utiliza el gobierno nacional para la financiación de obras públicas, sigue preocupando a concejales de Paraná. Sucede que la Municipalidad ha accedido meses atrás a un fideicomiso para realizar obras públicas, mediante un contrato con el Banco Nación y, antes, había firmado otro fideicomiso (de administración) estrechamente relacionado con el de obras. De acuerdo con lo que precisó el concejal Aldo Bachetti (Concertación Entrerriana), los dos fideicomisos fueron formalizados mientras estaba al frente de Nación Fideicomisos Néstor Ulloa, hoy imputado en la causa Skanska. Concretamente, la Municipalidad de Paraná recibió la aprobación para celebrar un contrato de fideicomiso de obras públicas por 16 millones de pesos con el Banco Nación en diciembre pasado. Mediante esta operatoria, el banco le adelantaría a la Comuna el dinero para hacer asfalto y redes de agua y cloacas y el Estado municipal devolvería estos fondos una vez que empezara a cobrar la contribución por mejoras. Antes, la Comuna había firmado otro fideicomiso (de administración) que preveía la optimización de la recaudación tributaria. Y parte de los fondos que ingresaran a esa cuenta serían también para devolver el dinero adelantado por el Nación mediante el fideicomiso de obras. Según informó el subsecretario de Hacienda municipal, Miguel Ángel Chini, los obras correspondientes al fideicomiso de 16 millones ya estarían en marcha; mientras que recientemente se modificó otra vez la ordenanza que regula el fideicomiso administrativo, de modo que los fondos que ingresen a esa cuenta sirvan también de garantía a un contrato de leasing realizado con el Banco Nación (Nación Leasing). Siguiendo la información difundida por medios nacionales, la investigación del caso Skanska, sobre el presunto pago de sobornos para la ampliación de un gasoducto, podría extenderse a otras obras públicas impulsadas por el actual Gobierno mediante el sistema de fondos fiduciarios. El fiscal federal Carlos Stornelli le pidió al juez Guillermo Montenegro que le solicite a la Sindicatura General de la Nación el detalle de todos los proyectos realizados por esta vía. En el caso de Skanska, Stornelli presume –igual que en el fuero en lo Penal Tributario– que el fideicomiso facilitó el pago de sobreprecios. Y quiere comparar otras obras concretadas a través de esta misma herramienta jurídica para –eventualmente– dirigir también hacia ahí sus imputaciones, informaron a Clarín fuentes judiciales.Los fondos fiduciarios tuvieron su auge en la gestión de Néstor Kirchner como la herramienta presuntamente idónea para construir obra pública sin ejecutar las partidas presupuestarias normales. Por lo general, estos fondos funcionan como cuentas especiales que se alimentan con las tasas que pagan los usuarios y aportes extraordinarios del Estado. La oposición sostiene que, a falta de una normativa homogénea en la materia, el Gobierno maneja este dinero –unos 6 mil millones de pesos al año– discrecionalmente.La multinacional sueca Skanska fue la ganadora de un concurso privado de precios para ampliar un gasoducto en Córdoba mediante uno de estos fondos: la obra fue gerenciada por Transportadora Gas del Norte (TGN), controlada por el Enargas y administrada por Banco Nación. PRESUNTOS SOBORNOS La investigación nació como un caso importante de evasión fiscal: Skanska reconoce haber usado facturas apócrifas para deducir impuestos. Algunas de esas facturas se utilizaron en el marco de las obras del Gasoducto Norte. Javier López Biscayart, del fuero en lo Penal Tributario, procesó por este hecho a varias personas. Y reunió elementos como para sospechar que esa facturación falsa ocultó sobornos. La Cámara en lo Penal Económico debía decidir si este juez o Montenegro son competentes para investigar a los funcionarios.El gerente de Nación Fideicomisos declaró ante López BiscayartEl gerente general de Nación Fideicomisos, Néstor Ulloa, fue identificado, en un documento que está en el expediente, como el funcionario que indicó a la constructora que comprara las facturas de la firma Infinity Group. Ulloa se presentó espontáneamente. A lo largo de su declaración, volvió varias veces sobre los mismos conceptos: TGN fue la responsable de la obra, en su carácter de gerente del proyecto, y el Ente Nacional de Regulación del Gas (Enargas) fue el encargado de controlar el avance del gasoducto y de autorizar los certificados de pago. “De acuerdo con el contrato, la factura y el avance debe ser presentado ante TGN, ésta la certificaba y aceptaba que estaba bien hecho el certificado y el monto. Luego iba al Enargas como autoridad de aplicación. Una vez que éste aceptaba el avance de la obra y que estaba todo bien, venía al fideicomiso, y lo que yo hacía efectuaba el pago (sic)”, dijo Ulloa. El directivo fue mencionado en la causa por lo menos en dos oportunidades. La primera fue en la extensa declaración de Adrián López, uno de los responsables de Infinity Group que por estos días permanece detenido. La otra fue mediante la declaración de un ejecutivo de Skanska que sostuvo, en una auditoría interna que se adjuntó a la causa, que Ulloa fue quien aconsejó operar con Infinity Group (una de las empresas llamadas “fantasma” que presuntamente emitió facturas falsas).
