En el caso de la detención de los vehículos durante una hora, continuarán empleándose los viejos tickets que son marcados por los tarjeteros.
La medida dispuesta había sido anunciada meses atrás, y surge por la necesidad de mayor control ante la baja recaudación del sistema.
El secretario de Servicios, Planificación y Gestión de Desarrollo de la Municipalidad, Luis Zatti, indicó que “no hablamos de un nuevo sistema de estacionamiento, sino de una modificación que vamos a incorporar dada la necesidad de tener en la calle tarjetas que hoy estaban en falta”.
En las últimas semanas se habían agotado las tarjetas de media hora, pero aún existe un stock de un hora que servirá para abastecer la demanda durante unos meses.
“No se podrá escribir o marcar la tarjeta, sino que se utilizará el sistema conocido como raspadita”, explicó Zatti. Añadió que será “muy difícil falsificarlas. Además se van a eliminar las fotocopias, porque este nuevo servicio es inviolable”.
Vale recordar que la recaudación del sistema de estacionamiento medido financia en parte el boleto estudiantil municipal (BEM), que implica el otorgamiento de pasajes gratuitos a más de 5.000 alumnos de la ciudad.
Desde su aplicación, el sistema arroja un déficit importante que nunca pudo ser reducido. Entre los argumentos de la falta de recaudación se sostenía que una tarjeta era varias veces utilizada para distintos vehículos, cuando en realidad debía servir sólo para un estacionamiento.
El subsecretario de Tránsito y Transporte, Julio Facello, sostuvo que “con la raspadita -explicó- se asegura que al usuario se le entrega un comprobante por el servicio que no ha sido adulterado”. Finalmente recordó que “lo importante es que se respete la modalidad en la prestación de este servicio, donde el usuario debe solicitar al tarjetero este comprobante y colocarlo dentro del vehículo”.
Trabajadores en estado de asamblea
Un grupo de tarjeteros está avanzando en la elaboración de una ordenanza que los incluya como trabajadores municipales. En tal sentido, días atrás se reunieron con el concejal Jorge Maier y analizaron una serie de reclamos, ya que se sienten discriminados por la Municipalidad.
Sostienen que pese a ser agentes recaudadores para el boleto estudiantil gratuito, no poseen cobertura, seguro contra accidentes, obra social, vestimenta ni credenciales.
Mientras tanto, están en estado de asamblea permanente y manifiestan su total disconformidad ante la raspadita y reclaman seguridad laboral.
Tarjeteros declararon a INFORME DIGITAL que “nos exigen comprar el 50% de las tarjetas de una hora y el 50% de las nuevas de media hora con raspadita. Lo que queremos es tener libertad de comprar las que podamos y que se vuelva al sistema de antes”, argumentando su declaración y aludiendo a lo dicho por el funcionariado comunal sobre la reutilización de las mismas agregó que “es la única fuente laboral que tenemos, nosotros vivimos de esto y si las reutilizamos es por eso”.
El problema es que “que la municipalidad acusa la falta de recaudación porque los tarjeteros no les comprábamos o porque se truchaba la tarjeta, pero nosotros tenemos que hacernos el sueldo porque no tenemos absolutamente nada”, continuó diciendo el trabajador.
Estos vendedores de tarjetas para estacionamiento reclaman desde hace un buen tiempo que se los tome como empleados municipales con los amparos que esa condición implica y sobre esto expresan que en las actuales condiciones “no tenemos derecho a nada, no contamos con equipo de lluvia, seguro de vida, nada de nada”.
Ellos adquieren las tarjetas en el edificio municipal de renta (ex Banco Municipal) a un valor de $ 0,30 y $ 0,60 la de media y una hora respectivamente, pudiendo venderlas a $ 0,50 y $ 1.