
El desplome de la imagen pública de José Luis Espert —y, con él, la prueba de la génesis materialmente corrupta de los partidos hermanos Avanza Libertad y La Libertad Avanza—, tras un mes de notas publicadas por este diario a lo largo de septiembre, vuelve a demostrar que si bien las tecnologías, las plataformas y los sistemas de distribución aportan nuevas herramientas, el contenido capaz de transformar la realidad sigue siendo producto del periodismo de investigación clásico.
En cuanto a qué investigar, como decía Miguel Ángel sobre el pensamiento, es primero el corazón el que orienta a la mente sobre los temas en los que el razonamiento debe concentrarse; y, dado que Espert es un defensor del libre mercado, postura que comparten los medios tradicionales, inconscientemente inhibió a colegas de prestarle atención a un asunto que terminaría beneficiando al peronismo.
Esa actitud se explica bien por la disonancia cognitiva a la que aludimos en la columna de ayer titulada “Espert y Karina son lo mismo”. Lo mismo le ocurrió a PERFIL en 1998, cuando denunció en soledad a los hijos de De la Rúa, lo que acabó beneficiando a Duhalde.
Luego, una vez instalado el tema, todos los medios lo retoman y lo profundizan, muchas veces con igual o mayor rigor, confirmando que la omisión inicial no obedeció a impericia profesional ni a un distinto criterio de noticiabilidad, sino a una ceguera paradigmática: el sesgo cognitivo que nos inclina a aferrarnos a interpretaciones que confirman nuestro punto de vista, lo que en estadística se denomina “error sistemático”.
Todos tenemos sesgos cognitivos: son consecuencia de nuestras creencias, valores y cultura, y configuran nuestra personalidad. Los periodistas, al igual que otras profesiones que exigen cierto grado de objetividad, conscientes de que por ser humanos somos intrínsecamente subjetivos, luchamos contra esas preferencias y, la mayoría de las veces, no salimos indemnes.
Probablemente, en el caso de Espert, sus maneras descorteses, su violencia verbal, su asertividad prepotente y sus ideas tajantes sobre el combate al delito impidieron que en PERFIL despertara simpatía alguna que facilitara compartir la orientación de sus ideas económicas. Ese rechazo, quizá, es lo que genera afinidad entre él y Milei, y lo que posibilitó, pese a idas y vueltas, la sociedad electoral iniciada en 2019 y la defensa que hoy hace el Presidente de su candidatura contra viento y marea.
Tan escandaloso como los vínculos materiales entre Espert y Fred Machado nos resultó descubrir que el abogado que defiende a este último frente al pedido de extradición de Estados Unidos es Francisco Oneto, el abogado de Milei y candidato de La Libertad Avanza a vicegobernador en 2023. Cuando la Corte Suprema conceda la extradición, quien tiene la última palabra para autorizar que un argentino sea entregado a otro país es el Presidente; y el defensor que sostiene que Fred Machado no debe ser extraditado es el abogado del Presidente. Inconcebible. No resulta disparatado atribuir parte de la demora de la Corte Suprema en resolver la extradición de Fred Machado —gran parte de ella durante los dos años de gobierno de Milei— a esta situación.
Nos impactó igualmente que la presidenta de la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados, la diputada de La Liberad Avanza de Río Negro (donde reside Fred Machado) Lorena Villaverde, fuera detenida en Estados Unidos con medio kilo de cocaína y esté vinculada sentimentalmente con quien conduce los negocios de Fred Machado en Argentina, su primo Claudio Cicarelli. Hay demasiado Machado alrededor del Presidente y La Libertad Avanza.
Todo esto lo fuimos publicando desde comienzos de septiembre bajo la firma del editor de Política de este diario Claudio Mardones, en parte en base a las denuncias públicas que realizaba en el Congreso del diputado Martín Soria en agosto pasado. Soria comenzó citando las primeras denuncias periodísticas sobre Fred Machado y Espert, ambas de la revista Noticias con la firma de su editor de Política Rodis Recald, tituladas “Quién es el hombre de negocios detrás de la candidatura de Espert”, de agosto de 2019, y “Escándalo narcoliberal”, de mayo de 2021.
Volviendo a la disonancia cognitiva, intuyo que las denuncias del diputado Soria en agosto pasado no recibieron atención por su condición de kirchnerista y por haber sido ministro de Justicia de Alberto Fernández. “La mancha venenosa”: todo lo que huela a kirchnerismo se considera a priori sospechoso. Conviene recordar, para los más jóvenes, que PERFIL fue el medio más crítico del kirchnerismo durante sus doce años de gobierno, denunciando casos de corrupción desde el inicio y no sólo en sus últimos tiempos. El caso Skanska —por el que la fiscalía acaba de pedir la condena de Julio De Vido tras veinte años de proceso— fue la primera denuncia judicial en la era de Néstor Kirchner iniciada a partir de la denuncia de este diario, a comienzos de 2005.
“Cuando” es la palabra clave en deontología periodística: resulta más cómodo ir contra algo cuando ya el humor social acompaña y/o cuando otros medios hicieron punta. Es lo mismo que ocurre en la Justicia con la “defección estratégica”, como la politóloga norteamericana Gretchen Helmke bautizó esa tardanza deliberada en los fallos de la Corte Suprema y de tribunales inferiores.
El título de esta columna continúa la publicada el 25 de septiembre bajo el título “¿Sirve el periodismo?”, en la que se citó el texto de Levi Strauss de 1949 El hechicero y su magia, donde se reflexionaba antropológicamente sobre la perduración de las profesiones, concluyendo que su permanencia está directamente relacionada con la utilidad social de la función que cumplen. Frente a pronósticos desalentadores sobre el futuro del periodismo, concluía: “La salud del periodismo está en que sirve”. Así lo vuelve a demostrar esta vez.
La vida política de Espert, mantenga o no su candidatura, ya es un capítulo cerrado. Conviene seguir poniendo el foco en la similar avidez material de Espert y en el uso de la política para la recaudación de fondos por parte de Karina y Javier Milei. Spagnuolo —el del 3% con remedios para discapacitados— fue presentado a Milei por Espert y fue el abogado presidencial que precedió al defensor de Fred Machado. La caja de Pandora traerá más sorpresas.