En concreto, se tomó una familia que, por un lado, obtiene sus ingresos trabajando en el mercado formal y, por lo tanto, paga los tributos correspondientes y, por el otro, efectúa sus consumos de bienes y servicios en la ciudad donde reside y paga en todos los casos los tributos correspondientes (es decir, no se toma en cuenta la posibilidad de evasión o elusión).
El importe que gasta esa familia incluye los impuestos nacionales que rigen sobre todo el territorio nacional (con sus exenciones), los tributos provinciales de donde vive la familia, y las tasas municipales de la ciudad respectiva.
En este análisis se aplicó una distinción entre el ingreso promedio aportado por un solo integrante de la familia y el logrado por dos. Según el especialista, este punto es importante porque en muchos casos, cuando es uno solo el que trabaja, queda incluido en la obligación de pagar el impuesto a las ganancias, mientras que cuando son dos los que aportan, el salario individual es menor y quedan exentos de esa carga. "En ambos casos, los extremos no cambian, Paraná sigue siendo la que más aporta y Río Grande es la más beneficiada, pero sí se mueve el ranking de las ciudades que están en el medio. Mientras que en el primer caso Río Gallegos y Neuquén están entre los que más aportan, en el segundo caso son relegados por La Plata, Córdoba y Rosario", aclaró el investigador de la Fundación Mediterránea, entidad que organizó en esta ciudad un seminario para celebrar su 29o aniversario.
Pero ¿por qué Paraná sufre la mayor carga, mientras que, en el otro extremo, Río Grande está más aliviada? Lo que ocurre es que la primera tiene una carga provincial y municipal muy grande, mientras que la segunda está exenta de impuestos nacionales, en virtud de la ley 19.640. Esto conduce a otro aspecto del análisis, que es la influencia de los distintos tipos de impuestos. "Dado que el contribuyente de cada uno de los tres niveles de gobierno es en definitiva el mismo, se analizó la carga total que sobre él representan los tributos nacionales, provinciales y municipales, pero si tomamos en cuenta cada uno de estos impuestos veremos que tienen una gran influencia para determinar en qué lugar del ranking se encuentra cada ciudad", destacó Argañaraz.
Tiempo de trabajo
En ese sentido, si se calcula cuánto tiempo de trabajo insume el pago de tributos a cada nivel de gobierno, el estudio indica que los trabajadores de ciudades como Paraná, La Plata, Córdoba y Rosario son los que más tiempo deben trabajar para liberarse de la totalidad de los impuestos (hasta después del mediodía).
En Río Grande, San Salvador de Jujuy y Formosa, los trabajadores deben terminar alrededor de media hora antes para cubrir esa obligación.
Un detalle en el que puso énfasis Argañaraz es que el estudio en cuestión tomó en cuenta el 82% del total de impuestos que paga una familia tipo. Por tal motivo, indicó que quizá las cifras que arrojó el análisis son levemente inferiores a las que hubieran surgido en caso de tomarse el ciento por ciento de la carga tributaria.
"Hubiera sido muy difícil abarcar ese porcentaje, pero de todos modos se puede calcular que en cada caso se deberían adicionar unos 7 puntos porcentuales", manifestó el economista.
En el caso de Paraná, por ejemplo, se pasaría de un 39,1% de disminución de los ingresos a un 46 por ciento.
A la hora de referirse a la importancia práctica del trabajo, realizado en forma conjunta con Ariel Barraud, Sofía Devalle, Néstor Grión y Gustavo Guelbert (todos investigadores del Ieral), el especialista expresó: "Este estudio es muy importante para la sociedad, porque marca el nivel de vida que tienen los empleados en cada lugar.
Por lo pronto, queda en claro que, teniendo en cuenta la dispar carga tributaria que existe en distintos puntos del país y la influencia que eso tiene en el poder adquisitivo del contribuyente, la elección de la ciudad en la que se decida vivir no es una cuestión menor. (Fuente: La Nación)




