
El jefe del Frente Renovador cenó con los nuevos titulares de la central obrera y apoyó la participación del peronismo en el debate por la reforma laboral.
Sergio Massa encabezó una reunión de trabajo con la nueva conducción de la CGT y se mostró abierto a que el peronismo participe del debate sobre la reforma laboral en el Congreso. El jefe del Frente Renovador sumó además al encuentro al Germán Martínez, titular del bloque de diputados nacionales de Unión por la Patria y a su principal asesor en materia económica, Guillermo Michel.
Massa planteó ante Jorge Sola (sindicato del Seguro), Cristian Jerónimo (sindicato del Vidrio) y Octavio Argüello (Camioneros) lo que considera los tres ejes centrales de cara a la agenda laboral y política que se viene de cara a las sesiones extraordinarias a partir de diciembre. El ex candidato presidencial le pidió a los secretarios generales de la central obrera debatir una reforma laboral moderna al sostener que “la mitad de la población económicamente activa hoy trabaja fuera de la Ley de Contrato de Trabajo, por lo que es imprescindible discutir una actualización del régimen laboral”.
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La metáfora de Sergio Massa
En relación a la presentación del proyecto de reforma laboral que el gobierno de Javier Milei anunció para el próximo martes en el Consejo de Mayo, Massa remarcó durante la cena realizada en la sede del sindicato de sanidad sobre la calle Dean Funes, que el debate no debe partir de un rechazo automático a cualquier iniciativa, sino de definir qué reforma necesita la Argentina. Y utilizó una metáfora para graficar la situación: “Imagínense si la mitad de los autos que circulan no respetaran el semáforo en rojo”. También reveló que, de haber sido electo presidente, su gobierno hubiera impulsado una reforma laboral consensuada.
En tono autocrítico, Massa tambien le pidió a la CGT reconstruir el vínculo entre el peronismo y los trabajadores al advertir que una parte importante de los trabajadores hoy no se siente representada ni por el peronismo ni por el sindicalismo. Consideró clave volver al “basismo”, escuchar lo que ocurre en las asambleas y recuperar la conexión con la experiencia cotidiana del trabajador.
Asimismo, se mostró a favor de preparar al movimiento obrero para el nuevo mundo del trabajo y destacó que la inteligencia artificial, la robótica y la automatización conforman una nueva revolución tecnológica que “transformará profundamente el empleo en los próximos cinco años”. También subrayó la necesidad de que el sindicalismo y la política se anticipen y representen ese cambio, protegiendo derechos pero también adaptando la institucionalidad laboral.
Michel, ex titular de la Aduana y diputado nacional elector por Entre Ríos, anticipó su voluntad de avanzar en una reforma tributaria alternativa a la del gobierno, cuyo objetivo sea promover “un sistema más justo, eficiente y progresivo”. Ante ese panorama, sostuvo: “Quiero discutir una reforma tributaria totalmente distinta a la del gobierno”. Según el especialista en derecho tributario, el Estado debería priorizar a los sectores que impulsan el desarrollo, la producción y el consumo interno.
Reforma laboral y tributaria
En la misma línea, el referente del Frente Renovador había afirmado en una entrevista radial que su propuesta consta de tres etapas: en primer lugar, “avanzar en una simplificación PyME y alivio fiscal en impuestos al consumo y a los ingresos”. Luego, “discutir el costo tributario del salario, porque una reforma laboral por sí sola no genera empleo”. Y en tercer lugar, segmentar cargas según el tamaño de cada empresa, dado que “en la Argentina hay 510.000 empleadores y casi 190.000 tienen uno o dos trabajadores”, mientras las PyMEs “terminan cumpliendo las mismas reglas que las grandes empresas pese a generar el 70% del empleo”.
Sobre la reforma laboral, Michel cuestionó la lógica del oficialismo respecto a que la flexibilización genere empleo por sí misma: “La reforma laboral no genera puestos de trabajo per se, los mismos se generan con un programa de crecimiento económico, pero si seguimos con la apertura indiscriminada de importaciones, lo único que vamos a seguir haciendo es destruyendo la industria y el empleo”, remarcó, enfatizando la necesidad de un modelo que estimule inversión, producción y valor agregado. Finalmente, advirtió sobre las consecuencias sociales y económicas del actual rumbo económico: “La única forma de que cierre este modelo social de gobierno es sin clase media y sin industria fuerte”. Para Michel, fortalecer ambos sectores es condición indispensable para garantizar un país equilibrado, dinámico y con oportunidades para la mayoría.




