SANTA FE.- Esta provincia parece haber decidido trabajar para erradicar plagas como las palomas torcazas. Ante los perjuicios detectados en las últimas cinco campañas en los cultivos agrícolas, el gobierno santafecino declaró la “guerra” a esas aves.
Según informes privados, la presencia de palomas en las zonas cultivadas afectó en los últimos tres meses entre un 15% y hasta un 40% de los lotes de soja y girasol en el norte santafecino, es decir, desde la ruta provincial 39 (San Cristóbal) hasta el límite con Chaco y Santiago del Estero.
De allí que, tomando como base esos datos, la Cámara de Senadores de la Legislatura santafecina resolvió por unanimidad “declarar plaga la superpoblación de Zenaida auriculata (paloma torcaza) y otras especies similares en el ámbito de todo el territorio provincial”.
También creó el Programa Provincial de Control Poblacional de Palomas en el ámbito rural del territorio provincial, a los fines de reducir y controlar la cantidad de ejemplares, “con el objeto de preservar la actividad agrícola ganadera y el ecosistema, asegurando la sustentabilidad económica, ecológica y la salud de las personas”.
“Hoy se debe aplicar una política de acción directa para combatir las palomas a lo largo y ancho del territorio provincial”, expuso el senador Edgardo Borla, del departamento San Justo, al norte de La Capital. Borla, autor del proyecto aprobado, afirmó que para convertirse en ley necesita el respaldo de la Cámara de Diputados, trámite que podría concretarse antes de finalizar el año.
“Hoy se debe aplicar una política de acción directa para combatir las palomas a lo largo y ancho del territorio provincial”, expuso el senador Edgardo BorlaShutterstock
Los legisladores expusieron en el recinto, entre otros argumentos, que “este animal (la torcaza) en apariencia inofensivo es la pesadilla de productores agropecuarios, un enemigo del patrimonio arquitectónico urbano y, además, una amenaza para la salud pública por el tipo de enfermedades que puede transmitir”. La otra parte del problema es que “la población de palomas crece 3,6 veces por año y genera perjuicios para el campo y para los habitantes de las ciudades: es una grave plaga”.
“Pero, además –dijo Borla-, actualmente existe un producto químico que se utiliza para alejar a las palomas de los cultivos y que ha sido autorizado por el Senasa para realizar estas prácticas. Estamos hablando de un producto similar a un repelente que tiene efecto directo sobre las palomas, ya que las ahuyenta y no las deja alimentarse, pero no provocan daños ni perjuicios a los cultivos, ni a las personas y mucho menos al medio ambiente”, añadió.
La población de palomas crece 3,6 veces por año, dijeronShutterstock
Como informó este medio, la situación se agravó progresivamente. Hace unos días, el productor Raúl Zamer, instalado en Avellaneda, al norte de Reconquista, mencionó que loros y palomas provocaron pérdidas de hasta el 40% en lotes de girasol de su explotación.
El tema también se trató en la otra cámara legislativa, ya que Diputados aprobaron un proyecto de Dionisio Scarpin, Marcelo González, María del Rosario Mancini, Emiliano Peralta y Sergio Rojas, todos legisladores del norte provincial, que “propone una acción coordinada para abordar los daños que generan las torcazas y cotorras en cultivos centrales del norte”.
“Los productores están haciendo un esfuerzo enorme y el gobierno provincial viene acompañando ese trabajo, pero sabemos que todavía hay desafíos que requieren una coordinación más amplia”, señaló Scarpin.
“En muchas zonas del norte, el girasol y otros cultivos necesitan un abordaje conjunto entre el Estado y el sector productivo para sostenerse y crecer”, agregó. La propuesta incluye la participación de legisladores, ministerios, INTA y entidades productivas para definir estrategias técnicas. “Queremos que esta mesa trabaje con datos, con ciencia y con la experiencia diaria de quienes están en el campo todos los días”, señaló Scarpin.




