La sesión del Senado de la provincia de Buenos Aires, convocada para esta tarde, no pudo iniciar a la hora programada debido a la falta de consenso y se pasó a un cuarto intermedio. El orden del día incluye temas sensibles para el gobierno de Axel Kicillof, como la aprobación de más de 90 pliegos judiciales, la autorización para endeudarse por un monto equivalente a USD 1.045 millones y la reelección indefinida de legisladores, concejales y consejeros escolares.
La reelección indefinida de diputados y senadores provinciales es promovida por el cristinismo, aunque cuenta con el apoyo del gobierno provincial (intenta también sumar la reelección de intendentes). Sin embargo, esto pondrá a prueba la unidad del peronismo, que se ha revitalizado recientemente tras la condena a CFK, ya que es rechazada por el Frente Renovador de Sergio Massa y por el sector relacionado con Juan Grabois.
Este es el segundo intento de abordar este tema en la Legislatura provincial: en mayo, una sesión fue suspendida por falta de quórum. En esa ocasión, la senadora Sofía Vanelli tuvo un papel crucial al oponerse, en consonancia con un planteamiento histórico del massimo en contra de las reelecciones indefinidas.
Además, Federico Faggioli, del espacio Patria Grande y vinculado a Juan Grabois, también desempeñó un papel destacado al calificar el proyecto como una “estupidez”. Este martes, reiteró su rechazo a la iniciativa de manera pública.
“Ya hemos expresado en varias ocasiones que mientras el pueblo atraviesa un mal momento, no puede ser que la política esté enfocada en cuestiones internas. Por eso, no voy a acompañar la sesión de hoy. No nos eligieron para esto”, publicó el senador en sus redes sociales.
Ante la consulta de Infobae, Fagioli subrayó que únicamente se tratarían asuntos que “interesan a la política”, lo que llevó a su bloque a decidir no dar quórum. En este sentido, destacó que la insistencia por discutir el proyecto se relaciona con el calendario electoral: “Si no lo aprueban ya, no alcanzan a cerrar las listas del 19 de julio para la elección provincial. Precisamente, con esto no estamos de acuerdo”.
Y añadió: “En este contexto, habiendo atravesado un momento histórico complejo debido a la proscripción de Cristina y enfrentando un ataque feroz del gobierno de Milei contra el pueblo argentino, discutir asuntos que sólo interesan a la política es inaceptable”.
Por otro lado, especuló que la decisión de algunos sectores internos de la coalición de no respaldar las reelecciones no debería afectar el espíritu de unidad del peronismo, que se ha visto fortalecido tras la detención de Cristina Kirchner.
“Sería muy desalentador que la unidad esté vinculada a la posibilidad de que un legislador pueda reelegirse o no. La unidad debe ser programática, basada en cómo enfrentamos esta etapa, cómo llevamos adelante un proceso de resistencia, cómo acumulamos fuerzas para triunfar en el 27 y, por supuesto, para indultar a Cristina”, resumió.
A pesar de todo, el peronismo bonaerense podría alcanzar el quórum si logra que Vanelli, del massismo, se presente para dar quórum pero luego se abstenga en la votación, además de conseguir el apoyo de libertarios disidentes y algún miembro del PRO o la UCR.
Las discusiones legislativas sobre la duración de los mandatos y las reelecciones en la provincia de Buenos Aires se han convertido en un eje central de tensión política, en parte debido a los cambios implementados en los últimos años. A diferencia de otras jurisdicciones, la Constitución provincial no establece restricciones explícitas sobre la cantidad de veces que un funcionario puede ser reelecto, lo que deja la regulación en manos de los legisladores. Un ejemplo claro es la Ley 14.836, promulgada en 2016, que estableció un límite para las reelecciones consecutivas de intendentes, concejales, legisladores provinciales y consejeros escolares. Según esta norma, los funcionarios que completaran dos períodos consecutivos debían esperar obligatoriamente un mandato antes de volver a intentar acceder al mismo cargo.
La interpretación de estas reglas cambió con la entrada en vigor de la Ley 15.315 en 2021, que ajustó la aplicación de los límites en los mandatos. Con esta reforma, los períodos iniciados en 2017 y 2019 comenzaron a contarse como el primer mandato oficial para quienes deseen postularse nuevamente. Además, se aclaró que un mandato iniciado en 2021 solo se computará como reelección si hubo otro inmediatamente anterior.
