
El primer cierre de listas en el que participó Sebastián Pareja en 2023 resultó ser una frustración para él. Logró ingresar únicamente como senador bonaerense, sin conseguir que su grupo lo acompañara. De hecho, durante gran parte de ese año estuvo alejado de la mesa chica. La tensión aumentó cuando el libertario cerró su pacto con el PRO. Guillermo Ferraro, enviado por Macri para la fiscalización, informó a su jefe sobre “maniobras extrañas” de Pareja, las cuales fueron trasladadas a Milei. Algunos en el espacio aseguran que desde entonces el economista no lo tolera.
Pero no fue el único traspié de Pareja en el espacio. Al ser designado al frente de la Secretaría de Integración Sociourbana (FISU), respaldó la gestión de su predecesora, Fernanda Miño, aliada de Grabois. Esto sucedió mientras Sandra Pettovello mantenía un duro enfrentamiento con el dirigente social. Como era de esperar, la ministra declaró la guerra a Pareja, el inesperado defensor de Grabois. Hoy, en momentos en que Grabois amenaza con romper con Fuerza Patria y competir por fuera en Buenos Aires, desde ambos sectores de la grieta se preguntan hasta dónde llega esta relación.
No obstante, los mayores golpes que sufrió Pareja provienen de Santiago Caputo. El armador intentaba dominar también las listas bonaerenses con su agrupación “Las fuerzas del cielo”, y el conflicto era previsible. Caputo atacó a Pareja en un punto sensible: las denuncias de corrupción en las delegaciones del PAMI y la ANSES en la provincia de Buenos Aires, cuyos responsables son cercanos a Pareja. Viviana Aguirre, quien estuvo al frente del PAMI local, denunció que Pareja y su mano derecha, Juan Osaba—actual candidato—le exigían un millón de pesos de cada sueldo como parte de un “retorno” a la política. En Junín, otro escándalo se desató cuando Marina Biaggetti reveló que Alberto Pascual, encargado local del PAMI por el parejismo, la había echado del armando por su adhesión al caputismo. En este caso, ocurrió algo poco habitual en la corta historia del Gobierno: Milei intervino en la interna para expulsar a Pascual de su cargo, evidenciando todavía más su escasa simpatía hacia Pareja.
El golpe final llegó de la mano del director nacional del PAMI, Esteban Leguízamo (aliado de Caputo), quien el 30 de abril anunció la investigación por el “uso indebido de recursos públicos” en las delegaciones locales, que se destinaban a “cajas negras de la política”. Este no es el único misterio relacionado con las cuentas del mundo parejista. En el Renaper, donde Pareja estuvo durante el macrismo, crece la leyenda de que a cada nuevo empleado se le exige parte de su sueldo. Además, circulan rumores sobre la venta de candidaturas. Recientemente, se volvió a viralizar el audio que envió en 2023 a Martín Uraguorena, quien iba a ser candidato libertario en Tigre, en el que mencionaba un “acuerdo con Malena”, refiriéndose a Galmarini. Este año, en varios distritos, los libertarios se han cuestionado si Pareja no ha vuelto a pactar con intendentes locales.
Hasta el cierre de listas, el armador parecía debilitado frente al “Mago”, quien tras sus espaldas lo apodaba, con sorna, el “choripanero”. Incluso circuló una historia que se esparció rápidamente dentro del espacio: un día, cuando Pareja intentó abordar a Milei sobre el cierre de listas, este lo echó en minutos, afirmando que estaba “salvando al país” y que “no tenía tiempo” para cuestiones triviales.
Sin embargo, el crecimiento de la interna con Karina llevó a la hermana a decidir aniquilar el caputismo. Así, Pareja, ya consolidado como presidente del partido en el distrito, logró su gran victoria. Según un cálculo del periodista Manuel Jove, de los 40 candidatos “entrables”, entre diputados y senadores bonaerenses, 22 responden directamente a Pareja. Entre ellos destacan Osaba, Gonzalo Cabezas, Carlos Curestis, Luis Ontiveros y Luciano Olivera—ex chofer de Pareja—todos hombres que acompañan a la mano derecha de Karina desde hace casi una década. “Sebastián se mueve como el jefe de un sindicato. Es leal con los suyos y los suyos son leales con él. Pero no construye para Javier. Construye para sí mismo”, señala un hombre que ha tenido una relación cercana con él. Cabe señalar que no hay nada parecido a un libertario dentro de su grupo. El caso que más atención atrajo fue el de Pablo Morillo, un kicillofista radical y funcionario bonaerense hasta 2023, “el mejor preparado para ser Presidente”, decía, a quien Pareja incluyó como candidato. Por estas razones, y por el resentimiento acumulado, soldados del caputismo—como el troll @traductorteama—apuntaron contra Pareja. Fantino, en su programa, hizo lo mismo. Pareja respondió con ironía: “Criticar a los candidatos es criticar al Presidente”.
El futuro es incierto. Pareja, quien tras el cierre habría ido unos días a Uruguay, ha salido más fortalecido que la propia Karina en Buenos Aires. Contará con diputados, senadores y concejales que le responderán, junto a los recursos que esto implica—más aquellos del PAMI y la ANSES—y el control jurídico del partido en el territorio. Su sueño es ser gobernador, motivo por el cual observa con recelo a Espert—con quien de todos modos estableció una alianza táctica este año para debilitar al caputismo—y especialmente a Diego Valenzuela. Este último, representante típico de la casta base, ya ha demostrado tener una ambición desmedida.