Lunes, 8 de diciembre de 2025   |   Campo

Se expanden las cepas resistentes del hongo que provoca la enfermedad de la soja

Se expanden las cepas resistentes del hongo que provoca la enfermedad de la soja

Un informe de la cátedra de Fitopatología de la Facultad de Agronomía de la UBA (Fauba) confirmó la expansión en la región pampeana de cepas de Septoria glycines resistentes a fungicidas del grupo de las estrobilurinas, agente causal de la mancha marrón de la soja. El hallazgo implica un cambio significativo en el manejo sanitario del cultivo por la pérdida de eficacia de uno de los grupos químicos más utilizados en el país. El equipo de fitopatología de esa casa de estudios está integrado por los doctores Francisco Sautua, Cecilia Pérez-Piza y Marcelo Carmona.

Según indicaron, la enfermedad, reportada inicialmente en Japón y luego en Estados Unidos, provoca en la Argentina pérdidas de rendimiento que oscilan entre el 8 y el 15%. Detallaron que sus síntomas característicos son manchas foliares marrones, circulares u oblongas, que en ambientes cálidos y lluviosos pueden progresar hacia las hojas superiores.

“Si bien la investigación mundial sobre resistencia a fungicidas se ha centrado principalmente en Cercospora kikuchii, integrante del mismo complejo de enfermedades de fin de ciclo, la resistencia en S. glycines era hasta el momento un fenómeno prácticamente no documentado, con solo un caso reportado en Estados Unidos en 2023″, indicaron.

Explicaron que el equipo de la Fauba detectó en numerosas cepas argentinas recolectadas entre 2017 y 2025 en Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba “la presencia de la mutación G143A, responsable de conferir resistencia total a las estrobilurinas”.

La enfermedad, reportada inicialmente en Japón y luego en Estados Unidos, causa en la Argentina pérdidas de rendimiento que oscilan entre el 8 y el 15%. Fauba

“Esta mutación coincide con las fallas de control observadas en campo por técnicos y productores, quienes en los últimos años reportaron una marcada disminución en la eficacia de las mezclas que incluían estas moléculas”, precisaron.

Según indicaron, hasta 2014 las combinaciones de estrobilurinas con triazoles ofrecían un control eficiente tanto de S. glycines como de C. kikuchii. “Sin embargo, desde entonces comenzaron a registrarse fallas crecientes de control, especialmente en la región núcleo y zonas aledañas, situación que se ha intensificado en la última década”, apuntaron.

“Las carboxamidas continúan mostrando eficacia para S. glycines, aunque no ofrecen control adecuado sobre Cercospora, naturalmente insensible a este grupo químico”, agregaron.

En este marco, la Fauba informó que se encuentran en evaluación nuevas estrategias de manejo integrado basadas en el uso de bioestimulantes a base de inductores biológicos y de fosfitos, multisitios y nuevas moléculas alternativas que, junto con la rotación de cultivos, tratamiento de semillas y nutrición, buscan reducir el impacto de las enfermedades foliares y sostener la productividad del cultivo, detallaron.

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