Jorge Alberto Ibarra, de 42 años, acababa de bajar del vehículo de traslado de condenados perteneciente al Servicio Penitenciario de Entre Ríos, frente al edificio de la Escuela Normal de Paraná, en cuyas instalaciones funcionan también las carreras de Psicología y Filosofía, dependiente de la UADER (Universidad Autónoma de Entre Ríos). Nada hacía pensar que podía llegar a fugarse, ya que el reo –oriundo de Hurlingam, provincia de Buenos Aires– que fue detenido en marzo de 2003 y posteriormente condenado a la pena de cuatro años y 10 meses de prisión por una tentativa de robo calificado, se encontraba en un período de prueba y en un mes más se le otorgaban las salidas transitorias.SORPRESA. Para los responsables del Servicio Penitenciario es algo que causó más que sorpresa, ya que en julio del año que viene, Ibarra iba a ser beneficiado con una libertad asistida, de continuar con su buena conducta. Su participación en las recientemente presentadas obras de teatro puestas en escena por el Servicio penitenciario y otras expresiones artísticas, lo tuvieron como integrante activo.Pero sin embargo, el de ayer no fue un día cualquiera para Ibarra, ya que extraoficialmente se llegó a comentar que cuando desempeñaba sus tareas como ayudante en la cocina de la cárcel Juan O´Coonor, se escucharon comentarios sobre que había recibido una carta con perfume de mujer.De acuerdo a lo que se pudo conocer, en esa carta se intuyen los motivos por el cual planificó una fuga, aún cuando su condena comenzaba a gozar de beneficios. De un solo salto, Ibarra quedó sentado como acompañante en la motocicleta tipo cross que lo esperaba a pocos metros de la entrada del edificio de calle Urquiza y Corrientes, y ni siquiera los disparos intimidatorios lo convencieron para detuviera su marcha, al tiempo que huía raudamente por Corrientes, hacia la zona norte.Tanto la policía como los penitenciarios buscaban anoche en algunos aguantaderos, aunque no descartaban que pudiera haber logrado pasar a Santa Fe. No obstante y convencidos de que no era ningún negocio para Ibarra escaparse faltando tan poco para sus salidas transitorias, se presumía también que el prófugo, cuando recapacite sobre su situación, seguramente va a intentar regresar para finalizar con su condena. (El Diario)




