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Domingo, 19 de octubre de 2025

Se adelantó la pelea entre el Gobierno y el peronismo por la lectura del resultado electoral

Se adelantó la pelea entre el Gobierno y el peronismo por la lectura del resultado electoral

La guerra por la interpretación de los resultados de la elección legislativa del 26 de octubre se adelantó una semana. En el simulacro que llevó a cabo la Dirección Nacional Electoral (DINE), encargada del escrutinio provisorio, el Gobierno blanqueó su interés de comunicar oficialmente el resultado preliminar de los 24 distritos con un conteo nacional, aunque en realidad se trata de un comicio con 24 distritos.

Se trata de una decisión casi sin precedentes a nivel país y que a priori beneficiaría al Gobierno, la única fuerza política que logró competir en las 23 provincias y en la Ciudad con el mismo nombre: Alianza La Libertad Avanza, aunque sus integrantes varíán en algunos distritos. Representantes del resto de las fuerzas, entre las que se cuentan delegados del peronismo, Provincias Unidas y la izquierda adelantaron que impugnarán la medida ante la Cámara Nacional Electoral.

La crisis estalló en el simulacro que encabezó la directora nacional electoral, Luz Landivar, en la sede del Correo Argentino en Barracas, este sábado por la mañana, cuando se repasaban las etapas del proceso electoral: transmisión, recepción, carga y procesamiento de telegramas, fiscalización de las agrupaciones políticas y totalización de resultados para su posterior difusión.

Hubo quejas de fiscales y apoderados porque se registraron problemas para la carga de 1600 actas. “Se fue sin dar explicaciones y dijo que eso era responsabilidad del privado”, dijeron sobre la funcionaria que depende en los papeles del ministro del Interior Lisandro Catalán. Su inmediata superiora, Giselle Castelnuovo, renunció a la subsecretaría de Asuntos Políticos para ser candidata de LLA en la Provincia.

Los representantes de INDRA -la empresa contratada por la DINE para instrumentar el escrutinio- terminaron de hacer la demostración y los delegados de los partidos vieron proyectados en las pantallas un virtual resultado nacional que -en rigor- no existe.

En las legislativas no se contabiliza un distrito único como en la elección de Presidente o de parlamentarios del Mercosur. En elecciones intermedias, las interpretaciones de los resultados son siempre políticas, pero no institucionales. En lo que respecta a la información oficial, el artículo 105 del código nacional electoral solo permite informar “resultados”.

Las impugnaciones de los partidos sobre las atribuciones delegadas recaerán en la Cámara Nacional Electoral, a cargo del escrutinio definitivo, que ya tuvo más protagonismo del que hubiera querido en la previa. No dio lugar a la reimpresión de boletas para reemplazar las que llevan la cara y el nombre de José Luis Espert en Provincia aunque habilitó a Diego Santilli en el primer lugar de la nómina bonaerense. La Justicia electoral, además, había ordenado reimprimir las boletas de Chaco y Corrientes que habían sido distribuidas con colores defectuosos.

Fuentes vinculadas a la Cámara consultadas por este medio se desentendieron del reclamo sobre el que probablemente deban fallar. “El conteo provisional lo hace el poder ejecutivo y está totalmente desvinculado de los resultados oficiales a cargo de la justicia electoral. Alguna vez deberían integrarse a cargo de la Justicia”, reflexionaron

El peronismo se agitó por la decisión no oficializada del Gobierno, porque eligió marcas electorales distintas en once provincias donde no utilizará el sello de Fuerza Patria que lleva en 13 distritos.

La variedad de nombres se replica en 3 de las 5 provincias que gobierna la principal fuerza opositora. El gobernador de La Pampa Sergio Ziliotto ungió el frente Defendamos La Pampa; en Formosa, Gildo Insfrán sigue apostando desde 2003 al Frente para la Victoria; el riojano Ricardo Quintela emuló a Ziliotto; Federales Defendamos La Rioja; y Osvaldo Jaldo en acuerdo con su antecesor Juan Manzur apuesta por Tucumán Primero.

En Entre Ríos, donde intenta dar una sorpresa, Guillermo Michel apostó por Fuerza Entre Ríos. La misma alternativa para provincializar la contienda eligieron, Unidos Podemos, en Chubut; el Frente Justicialista de Mendoza; el Frente Fuerza San Juan, el Frente Pueblo, de San Luis; Fuerza Santacruceña, y Fuerza Patria Peronista, de Santiago del Estero.

Provincias Unidas, en tanto, que reúne al bloque de seis gobernadores se presenta con el mismo sello en 8 provincias -aunque no está constituido a nivel nacional- y el Frente de Izquierda-Unidad anotó su alianza en 22 de los 24 distritos.

Ante la consulta de Clarín, en la DINE y en el ministerio del Interior, consignaron que informarán sobre el método del escrutinio provisorio en el transcurso de la semana, pero reconocieron que pretenden plasmar una sumatoria a nivel país. “No está definido cómo va a ser el esquema, pero lo más probable es que haya un conteo nacional general como hubo en la Provincia el 7 de septiembre”, afirman funcionarios con despacho en la Casa Rosada.

Los apoderados del PJ preparan por estas horas una queja formal ante la Justicia electoral. “El escrutinio no tiene validez legal, pero sí política. Necesitan mostrar un resultado que les sirva para decirle a (Donald) Trump que ganaron”, consignó un dirigente técnico con cargo en la estructura del PJ nacional.

La respuesta del PJ y la iniciativa en ciernes del Ejecutivo se produce días después de la visita de Milei al Salón Oval y las confusas declaraciones del mandatario estadounidense. “Si gana, va a ser muy beneficioso. Y si no gana, no vamos a perder el tiempo”, consideró el líder republicano en declaraciones que tuvieron impacto en los mercados y motivaron una aclaración posterior y, antes, un operativo exégesis del Gobierno para decir que se refería a los comicios de 2027.

Myriam Bregman, candidata del FIT-Unidad en la Ciudad adelantó que también impugnarán la medida. “Vamos a presentar un escrito para impugnar esta manipulación de las elecciones. La DINE no puede cambiar algo que está en el código electoral”; esgrimió la candidata.

En el Gobierno recuerdan que el ministro bonaerense Carlos Bianco habló de un triunfo categórico del peronismo en las elecciones del 7 de septiembre, cuando en rigor debían contabilizarse como ocho comicios distintos. “Fuerza Patria está ganando en 6 de 8 secciones y en 99 municipios”, consignó la mano derecha de Axel Kicillof.

En la página oficial se informó la sumatoria de votos a legisladores de toda la Provincia, que permite inferir el triunfo del peronismo por casi 14 puntos.

Cerca de Bianco todavía defienden la estrategia de provincializar las ocho elecciones. “Nosotros y ellos estábamos en todas las secciones. En el mano a mano, en igualdad de condiciones, les ganamos, cuentes cómo cuentes”, razonan.

Sin embargo, muy pocas de las 63 fuerzas que compitieron el 7 de septiembre lo hicieron en las 8 secciones y en los 135 municipios. En el peronismo diferencian esa estrategia que la que ahora impulsa la Rosada. “Estaban todas inscriptas en la Junta provincial, aunque no hayan presentado listas en todos los distritos”, afirman.

En la historia reciente, la DINE, en tiempos de la transversalidad entre el kirchnerismo y los radicales incluyó un conteo similar en el sitio oficial.

En medio de los cortocircuitos en la cúpula del Gobierno por posibles cambios en el gabinete, el ministro del Interior acompañó al Presidente a hacer proselitismo en su terruño, Tucumán. Para el Gobierno es vital poder enseñar un triunfo nacional, aunque ya no habla de pintar el país de violeta.

“Debemos ganar la elección nacional, mejorar en la Provincia de Buenos Aires y conseguir más legisladores. Ganar es ganar por un voto. La suma total de los votos debe dar el triunfo al Gobierno”, le dijo Diego Santilli a Clarín. Reforzó ese mensaje en numerosas entrevistas después de los dichos de Trump.

Como informó este diario, el peronismo prepara hasta una aplicación para celulares para difundir los resultados virtuales que le permitan mostrar un triunfo a nivel nacional. Antes de la contienda que definirá el Congreso que viene, el Gobierno y la oposición vuelven a jugar una última carta en la Justicia.

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