El financista Fernando Whpei se transformó en el nuevo arrepentido de la causa que tiene al exjuez federal Marcelo Bailaque detenido en su domicilio, luego de que el 1° de julio pasado el presidente Javier Milei aceptara su renuncia. Desde hace varias semanas, este hombre de negocios de Rosario, quien fue titular del Grupo Unión, negociaba con los fiscales federales sellar un acuerdo judicial para morigerar su posible condena.
Whpei está detenido en su domicilio desde mediados de mayo. Fuentes judiciales confirmaron a LA NACION que el financista se transformó en el segundo arrepentido de esta causa. El primero fue el extitular de ARCA Carlos Vaudagna, quien declaró varias horas entre enero y marzo pasado, cuando admitió cometer delitos y sobre todo contó detalles de las maniobras que tramaron con Bailaque y Whpei para extorsionar al financista Claudio Iglesias en 2019, quien habría pagado cerca de 200.000 dólares para que no prosperara una causa trucha por lavado de dinero narco, que se originó con un anónimo.
Las versiones de que Whpei se plegaría a la figura del arrepentido surgieron cuando su abogado Emiliano Díaz renunció a la defensa del financista, y asumió su lugar Renzo Biga, un penalista que trabaja en tándem con los letrados Marcos Peyrano y Froilán Ravena, quienes fueron convencionales constituyentes por La Libertad Avanza. Desde ese momento, los rumores fueron tomando más cuerpo, hasta que el jueves de la semana pasada, a través de contactos con los fiscales en Buenos Aires, a través de zoom, se cristalizó su ingreso al lote de los arrepentidos.
Con base en Rosario, Whpei tuvo un despegue económico descomunal en las últimas dos décadas, a partir de otorgar créditos con las mutuales a empleados públicos de 16 provincias, a través de códigos de descuento. Es decir, los préstamos a suma fija se descontaban de los salarios de los empleados estatales. Se sospecha que Whpei financió varias campañas políticas en Santa Fe, de un arco ideológico transversal, con respaldos económicos a La Cámpora y a sectores de Juntos por el Cambio.

Whpei ya fue investigado en otras causas de lavado de dinero, y –según se comprobó– una de las mutuales de ese conglomerado, llamada Siempre Joven, giró fondos millonarios a la firma Los Sauces SA, que administraba los bienes de la familia Kirchner. Hasta unas semanas antes de que fuera candidato del peronismo, Alberto Fernández les facturaba a Whpei servicios de una supuesta asesoría económica y política, según admitieron fuentes de su entorno hace unos meses.
Whpei aportó datos que serán relevantes en las causas en las que está involucrado. Como Vaudagna ya tomó ese camino en marzo pasado, y admitió haber participado de la extorsión contra el empresario Claudio Iglesias, Whpei apuntaría también contra Bailaque. Los trascendidos señalan que Whpei avaló la teoría del caso, es decir, habría admitido haber recibido el dinero de Iglesias, algo que complica al exmagistrado, pero además aportó información sobre otras personas que están siendo investigadas en la causa, entre ellas, el escribano y abogado santafesino Santiago Busaniche.
Este hombre se transformó en los últimos años en un operador judicial de alto vuelo, con vínculos en lo más alto de la justicia federal a nivel nacional. Es un personaje misterioso, al que muchos le temen por las influencias que tiene en la justicia. Busaniche aparece en el teléfono de Vaudagna, extitular de Arca Rosario, pero además los fiscales lograron determinar que tuvo un rol importante en dos momentos en que se gestó y se desarrolló la extorsión contra el financista Claudio Iglesias.
Nacido y criado en la ciudad de Santa Fe, Busaniche tuvo vínculos a través de su pareja con la familia de Carlos Reutemann, para quien militó en su juventud. Algunos en Santa Fe lo recuerdan como uno de los organizadores de cenas para juntar fondos para la campaña. Su hermano José, con quien está enemistado, es camarista federal en Entre Ríos.
En esta trama en la que está Bailaque, Vaudagna y Whpei involucrados, Busaniche interviene en 2019 y dos años más tarde. Según las fuentes judiciales, en una primera etapa es quien presiona para que se dicten los allanamientos contra Iglesias en el juzgado de Bailaque, luego de que ingresa una denuncia de AFIP en base a un anónimo trucho que es el origen de la maniobra.
Para los investigadores, Busaniche es uno de los que pretende con ese anónimo en el que se menciona a Iglesias como uno de los lavadores de dinero de Los Monos sacarlo de carrera en San Cristóbal Seguros, donde el financista aspiraba a tener un cargo de mayor relevancia en el directorio. No está claro aún por qué existió una orden que vino desde “arriba”, de lo más alto del Poder Judicial, para neutralizar a Iglesias en esa empresa.
A la par, se gestó una extorsión contra Iglesias, de acuerdo a la investigación, que pagó cerca de 200.000 dólares a cambio de que lo sobresean en esa causa, que tramitaba Bailaque y que, a diferencia de lo que hacía comúnmente, no había delegado en la fiscalía federal.
El otro segmento de la historia donde aparece con nitidez Busaniche, de acuerdo a la causa, es con una orden que baja a Vaudagna para que a partir de una documentación que debía presentar la AFIP favorezca a Iglesias. Todo lo contrario a lo anterior. Lo que interpretan los investigadores es que buscaban que a Iglesias le devolvieran unos 100.000 dólares que le habían secuestrado en los allanamientos de 2019. Con ese dinero podía pagar el soborno que le pedía Whpei.
El nombre de Busaniche genera resquemor cada vez que se menciona en el ámbito judicial, porque ocurrieron algunos episodios en la propia investigación que dejaron al descubierto el poder y las influencias que tiene este abogado santafesino.
A la par de este paso trascendente en la causa hay otro punto importante que pasa por Whpei, quien durante las últimas semanas negoció con los fiscales plegarse a la figura de arrepentido. La clave está en lo que estaba dispuesto a aportar a una causa que tiene muchos intereses en juego y también preocupaciones de funcionarios que están actualmente activos en sus cargos, como el magistrado federal Gastón Salmain.
Este juez está siendo investigado en el Consejo de la Magistratura luego de que se descubriera que omitió antecedentes que no lo favorecían para postularse a ese cargo. El presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, impulsó la apertura de una investigación para esclarecer si, como se sospecha, Salmain omitió expresamente su paso anterior en el Poder Judicial, del que fue cesanteado, cuando se inscribió en casi 30 concursos hasta que fue designado en el marco del Concurso N° 387 como el magistrado titular del Juzgado Federal de Primera Instancia N° 1.
Este tema que se planteó en la comisión de disciplina, donde está siendo investigado Salmain, se produjo luego de que el fiscal Federico Reynares Solari comenzara a investigar a este magistrado por un comportamiento que podría ser inusual, al fallar a favor de estudios jurídicos de manera recurrente que presentaban recursos contra Anses.
Lo que se investiga es que su juzgado pasó a ser llamativamente uno de los de mayor volumen de causas previsionales del país, con oficios que ordenan pagos millonarios que son promovidos por unos pocos estudios jurídicos. Reynares Solari notificó al magistrado que se abrió una causa y que lo tiene como protagonista. El proceso judicial aún está en una etapa preliminar, en busca de evidencia.