Jueves, 5 de junio de 2025   |   Nacionales

Ricardo Lagorio cuestiona al topo de Milei en España por su intento de reducir el servicio exterior

El exembajador ante la ONU cuestionó el accionar del cónsul en Madrid, Alejandro Nimo, apuntado por los recortes al cuerpo diplomático y el polémico nombramiento de una “amiga” del Presidente. Cuál es su sueldo aproximado.
Ricardo Lagorio cuestiona al topo de Milei en España por su intento de reducir el servicio exterior

El exembajador Ricardo Lagorio criticó al ‘topo’ de Javier Milei en España, Marcelo Alejandro Nimo, un camaleón de la política local convertido en libertario, que desde el consulado de Madrid tiene la misión de implementar la “motosierra” en el servicio diplomático. “La pregunta es ¿por qué no se va? Lleva tres años viviendo del Estado y usufructuando lo que tanto critica“, señaló el representante argentino ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) durante la gestión de la exministra Diana Mondino.

Recientemente, el cónsul “protocolar” Alejandro Nimo se hizo notar en la esfera pública debido al polémico nombramiento de la española Eva Carrasco, que reveló una supuesta gestión diplomática sectaria desde la embajada de España. Abogado de profesión, cuenta con el respaldo de Milei y es cercano a su círculo intelectual, incluido su gurú económico, Jesús Huerta de Soto. En redes y reuniones, el autor del documento “diplomacia para la libertad” se define como un “anti casta política” (sic) que enfrenta al Estado “desde adentro”. Sin embargo, acumula al menos 25 años vinculado al aparato estatal, desde Menem hasta Milei.

“Desde adentro está dinamitando la propia embajada de la que forma parte; su jefe inmediato es el actual embajador (NdR: Wenceslao Bunge), quien no cree en el cierre de embajadas. Esto terminará perjudicando a la embajada y al embajador“, afirmó Lagorio en diálogo con PERFIL al respecto. “Si realmente detesta a los diplomáticos y busca hacer un ajuste, que dé el ejemplo, que deje de vivir del Estado y que se vaya“, añadió el diplomático de carrera.

A pesar de que su cargo es “protocolar”, Nimo se presenta públicamente como “Cónsul General en Madrid”, aunque esa función corresponde formalmente a Daniel Alfredo Plaza, designado por Decreto 976/2024. Esta construcción simbólica le ha permitido ganar peso como interlocutor en círculos empresariales, académicos y políticos de la derecha ibérica, donde se desenvuelve con fluidez.

Según reconstruyó PERFIL a partir de diversas fuentes diplomáticas, el salario de Nimo se equipara al de un consejero y oscilaría entre 10.000 y 11.000 euros mensuales, una cifra relativa en función del costo de vida en Madrid. Allí reside desde que Alberto Fernández lo nombró agregado comercial en abril de 2023. Sin embargo, su ascenso se dio con Milei, cuando el Ministerio de Economía de Luis Caputo formalizó su designación como “cónsul general protocolar” en agosto de 2024, tras un breve interludio.

Al cierre de esta nota, ni la Cancillería ni el Ministerio de Economía respondieron a la consulta sobre su actual remuneración.

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Alejandro Nimo y Javier Milei.

Ricardo Lagorio, testigo directo del giro ideológico en Cancillería bajo la gestión de Milei

Lagorio fue testigo del giro que imprimió el gobierno de Javier Milei en una de las políticas de Estado más estables hasta el momento: la política exterior. Antes de su retiro, se desempeñó como embajador ante la Organización de las Naciones Unidas en el primer tramo de la gestión libertaria, cuando Diana Mondino aún era ministra.

El cambio ideológico le costó el puesto, al igual que a la exministra Diana Mondino, tras la votación de Argentina en contra del embargo de Estados Unidos a Cuba, a pesar de que había sido la orden que recibió en función de la tradición diplomática argentina, que aboga por el multilateralismo, el derecho internacional y las relaciones amistosas con otros países para, al menos, sostener la Cuestión Malvinas.

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Ricardo Lagorio fue embajador en Rusia y su último cargo fue representante argentino ante la ONU.

Lagorio, defensor del multilateralismo y de los pactos para enfrentar desafíos globales, expresó su preocupación por la dirección que tomaba la Cancillería pro Estados Unidos e Israel y “anti woke” (progresista), guiada por los hermanos Milei y Santiago Caputo. Ahora, alejado de la escena, se une a otras voces del cuerpo diplomático profesional que critican la “motosierra diplomática” que ordena la Casa Rosada, en función de las ideas de una “diplomacia ambulante”, que contempla el cierre de embajadas, del Instituto del Servicio Exterior de la Nación, y la centralización de negociaciones en Buenos Aires, entre otras.

Estas ideas constituyen, en parte, el documento “Diplomacia para la Libertad” de Nimo, el político experonista, cambiemita y actual mileísta que, desde el consulado argentino en Madrid, propone recortes a una de las más prolongadas tradiciones argentinas. “Cerrar embajadas no tiene lógica, sino lo contrario. ¿Qué diplomacia es esa? En un mundo complejo, interconectado e interdependiente, es necesario abrir más”, afirmó Lagorio en una charla con este medio.

Entre las críticas a la gestión de Milei se encuentra la eliminación de la subsecretaría de Asuntos Latinoamericanos, lo que ha llevado a un organigrama minimalista. “En este año y medio han llegado muy pocos jefes de Estado y de gobierno en visita oficial. Quizás por falta de interés. Estas visitas son el resultado de una diplomacia activa”, opinó.

El Gobierno oficializó a Ricardo Lagorio como representante permanente ante la ONU
Ricardo Lagorio.

Críticas a la “diplomacia ambulante”

Respecto al personaje que ha puesto la diplomacia en el centro de la discusión en los últimos días, Alejandro Nimo se posiciona como el ideólogo informal de la motosierra mileísta en la Cancillería, a pesar de su falta de experiencia diplomática. El epicentro parece ser la sede diplomática en la capital española, que también sirve de nexo con las ideas anarcocapitalistas del Presidente. Con su documento titulado “Diplomacia para la libertad”, propone una reingeniería radical del sistema diplomático argentino.

Inspirado en Ludwig von Mises y Jesús Huerta de Soto, dos ídolos del presidente libertario, el texto sostiene que la política exterior tradicional es un “lastre para la caja del gobierno” y un “reflejo del socialismo”. En esa línea, propone cerrar embajadas, eliminar el Instituto del Servicio Exterior de la Nación (ISEN) -tras la suspensión de nuevos ingresantes y la abrupta salida de Carlos di Sersale-, congelar sueldos del personal diplomático de carrera y vaciar la representación política en reemplazo de privados, algunos de cuyos recortes ya se han comenzado a implementar.

“Un gobierno que reniega del multilateralismo, que se retira de la Organización Mundial de la Salud, que no se lleva bien con los vecinos y que simplemente busca alinearse con EEUU e Israel está adoptando una política exterior bastante selectiva, y no en términos positivos. La diplomacia exige dialogar y conversar con todos, como en todos los ámbitos de la vida. Es diálogo, cooperación, intercambio. Es tratar de entender al otro y que el otro se entienda a uno. Por eso es muy sofisticada y requiere profesionales especializados en estos temas. Esto no es improvisación”, concluyó Lagorio.

Gi

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