Las cuatro notas encontradas en distintas provincias del norte argentino en el marco de la búsqueda de Fernanda Aguirre determinaron, tras un largo examen de especialistas y peritos, que los pedidos de auxilio dejados en distintas esquelas no pertenecían a la menor secuestrada en San Benito. Sin embargo la madre, María Inés Cabrol y los peritos de la Policía de Entre Ríos señalan que las notas sí fueron escritas por la adolescente secuestrada y desaparecida. Con el paso del tiempo, el perito calígrafo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Marcelo Mayo, advirtió que el cuerpo de especialistas del alto cuerpo llegó a la conclusión de que las cartas analizadas no correspondían a Fernanda Aguirre luego de analizar los escritos y otros elementos objetivos.El perito, que llegó a Paraná a participar de un seminario, aclaró que si bien no participó de las pericias, supo que “se solicitaron varios indubitados que determinaron tal resolución”.Ayer María Inés Cabrol enfatizó a UNO que su hija fue secuestrada por una organización de trata de blancas que la ingresó a prostíbulos del norte del país. “Las cartas que dejó Fernanda en Santiago del Estero y Salta fueron escritas por mi hija, porque sencillamente le conozco la letra”.Los peritos calígrafos de la Policía de Entre Ríos llegaron a la conclusión que los escritos donde se pedía socorro por parte de la menor eran reales y habían sido estampados de puño y letra de la adolescente de 14 años secuestrada el 25 de julio de 2004 en San Benito. Sin embargo, los especialistas de la Corte Suprema determinaron todo lo contrario.Ante esto, Mayo explicó a UNO “que en una pericia debe existir una idoneidad de los materiales para cotejar, tanto para los cuestionados que deben reunir ciertos requisitos técnicos mínimos con los indubitados, que a su vez también deben cumplir con exigencias necesarios que se adecuen para ser cotejables uno con otro”.El perito de la Corte, entendió que “es posible que en la primera pericia realizada en Paraná se llegó a una conclusión con un marco determinado de indubitados y luego en Buenos Aires, tales indubitados fueron ampliados y aparecieron otras características”.Contó que “el cotejo de la escritura se hace sobre una cuestión integral, donde se analizan los elementos escriturales formales y estructurales. Los mismos deben ser estudiados en forma individual y conjunta”.“Lo que sé es que en Buenos Aires los peritos de la Corte realizaron un estudio en forma conjunta que determinó tal conclusión”, aseveró Mayo, para aclarar que “la caligrafía no es una ciencia exacta, esto no es matemática; es interpretación objetiva de los trazos que ejecuta una persona y ver si son efectivamente escritos por esa persona”.“Hay técnicas muy desarrolladas para analizar los trazos rectos, angulosos o curvos que sirven para comprobar si son o no reales”, añadió.El perito de la Corte Suprema destacó que “la certeza de las pericias caligráficas son de un 100%, siempre y cuando los elementos analizados sean idóneos y cumplan con las características técnicas. De lo contrario se deberán sopesar las variantes conformadas de diferencias y similitudes”.PintadasEl destacado especialista también se refirió a la escalada de pintadas que aparecen en distintas ciudades de la Argentina revindicando la dictadura militar y el nazismo. Sobre las pericias que se están realizando, informó que “se estudian los patrones culturales de las ciudades o regiones. Se sabe que hay pueblos como el peruano, boliviano o chino que tienen sus particularidades, y en cada provincia esto también ocurre”.A Mayo le llamó la atención que autoridades policiales de Entre Ríos hayan advertido que los autores de las pintadas en Paraná, hayan sido jóvenes. “Si no los vieron, la verdad es que no sé como llegaron a establecer tal aseveración. La caligrafía no es grafología, que sí puede obtener la personalidad de la persona. Un perito debe contar con los elementos indubitados para cotejar y llegar a una conclusión certera, analizando otros escritos con gestos gráficos que delaten a esa persona”. Palabra autorizadaMayo es docente del Instituto Universitario de la Policía Federal Argentina; de la Universidad del Salvador y de la Universidad de Buenos Aires. Pero además, en 2000 ingresó por concurso como perito calígrafo oficial de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.En Paraná dictó un seminario sobre la ciencia y pericia caligráfica organizado por la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader).TrabajoEl cuerpo de peritos calígrafos de la Corte se compone de 20 personas, las cuales por mes tienen que analizar entre 60 y 70 expedientes.Mayo destacó que un 60% de las causas que tienen que peritar corresponden a causas penales entre las que se destacan estafas o defraudaciones. (Fuente: UNO)




