

La elección en Misiones de este domingo representa otro hito en las tendencias observadas en los comicios provinciales anticipados. El primero: hay un creciente desinterés social por las elecciones, que se traduce en una baja participación. El segundo: los oficialismos logran imponerse. La única excepción ha sido la ciudad de Buenos Aires.
En la provincia colorada, solo votó el 50% del padrón, un registro inferior al 59% que se alcanzó en 2021 (cuando la pandemia aún estaba activa) durante una votación similar a la del domingo pasado: renovación parcial de la Legislatura provincial. Esta cifra se aleja del 70% de la elección para gobernador e intendentes de 2023 y del 78% de 2017, cuando las elecciones provinciales se realizaron de forma concomitante con las legislativas nacionales.
A pesar de estas condiciones, el Frente Renovador de la Concordia cumplió sus tres objetivos principales. Uno: ganó la elección. Dos: mantendría quórum propio y mayoría en la Legislatura, según los primeros datos oficiales. La distribución de bancas le permitiría alcanzar entre 6 y 7 de los 20 asientos en disputa. Esta cifra se definirá en el escrutinio definitivo y mediante la aplicación del sistema D’Hont.
Estas bancas se sumarán a las 14 que ya posee, a las que se añadirá el reacomodamiento político posterior a la asunción de cargos. Esto se traduce en el tercer objetivo: el gobernador Hugo Passalacqua no verá comprometida su gobernabilidad.

En la Renovación misionera consideran que el resultado de las urnas representa una victoria del proyecto provincialista frente a los intentos de nacionalizar la disputa electoral. Para presentar una imagen renovada, debieron recurrir al “blend”, término elegido para describir la combinación de referentes locales en las listas con personas vinculadas al espectro libertario.
A pesar del desgaste que implica 25 años ininterrumpidos en el poder, la fórmula continúa funcionando.
La Libertad Avanza sigue avanzando
El partido del presidente Javier Milei logró un aprobado en Misiones. Se convirtió en la segunda fuerza de la provincia, un hito que solo había alcanzado la alianza Cambiemos/Juntos por el Cambio durante su corta existencia.
Esto le permitirá tener representantes propios en la Legislatura, que oscilarán entre 4 y 5. Antes de la votación, los referentes de LLA calculaban que podrían obtener entre 2 o 3 en un mal contexto y 7 en un excelente. Se encuentran más cerca del techo que del piso.
El segundo lugar es, además, un triunfo político. El sello oficial ganó sin contar con el color violeta en el cuarto oscuro. En Misiones, todas las boletas son en blanco y negro. Con la premisa “(Diego) Hartfield es Milei”, lograron fidelizar el voto libertario y evitar su dispersión entre segundas marcas. Esto provocó la caída de Martín Arjol, el diputado nacional “radical con peluca” que lanzó una propuesta libertaria secundaria. Terminaron afectados por el mismo fenómeno que Ramiro Marra en Buenos Aires: entre el original y la copia, la gente opta por el original.
Ahora, LLA en Misiones deberá prepararse para el aluvión de dirigencia que quedó huérfana y que buscará cobijo en el partido del Presidente. Las previsiones ya están establecidas.
A nivel local, los principales referentes libertarios de la provincia tienen un pliego de condiciones para abrir las puertas: que se pinten de violeta y se afilien a LLA, y que vayan al final de la cola.
En el ámbito nacional, la decisión de mantener o no el paso abierto hacia los comicios de octubre recaerá en la presidenta del partido, Karina Milei.
El Presidente ha expresado que su objetivo es pintar de violeta la Argentina. En Misiones ha dado varios pasos en esa dirección.
Sorpresas
La elección en Misiones presentó algunos datos que sorprendieron a los observadores externos.
Ramón Amarilla, un ex policía preso que llevó a cabo su campaña con videos en redes sociales desde la cárcel, logró posicionarse en el tercer lugar de la elección. Esto podría otorgarle una banca en la Legislatura, aunque será necesario esperar la decisión del Tribunal Electoral sobre si le concede el título de diputado.
Amarilla fue el líder de la revuelta policial de mayo de 2024, que puso al Gobierno provincial en una situación complicada. Meses después, intentó replicar dicha revuelta, pero fue arrestado y puesto en prisión preventiva.
Impulsado por su figura, Miguel Núñez, ex referente del PRO, lo motivó a encabezar la lista de su partido “Por la vida y los valores”. Un dato curioso es que Amarilla se impuso en Cerro Azul, donde se ubica la Unidad Penal VIII en la que está detenido.

Otro dato sorprendente fue el resultado logrado por Héctor “Cacho” Bárbaro con su Partido Agrario y Social. Exdiputado nacional del Frente de Todos entre 2019 y 2023, este dirigente rural, productor de yerba mate y tabaco, se posicionó en un cuarto lugar expectante que le permitirá conseguir una banca y, potencialmente, competir por otra.
Derrotas
En la lista de fracasos de la jornada, se incluye la aventura de Arjol. El “radical con peluca” intentó subirse al último vagón del tren violeta a través del Partido Libertario, pero se quedó en el andén. El quinto lugar está muy lejos de los resultados que obtuvo como figura emergente en 2021, cuando ganó la elección legislativa nacional, e incluso en 2023, al encabezar como candidato a gobernador la propuesta de Juntos por el Cambio.
A la UCR oficial le fue incluso peor. La alianza que estableció con los restos del PRO y la Coalición Cívica quedó atrás, incluso, respecto a Arjol. La confluencia, que se denominó “Unidos por el Futuro”, sufrió una caída en votos, prestigio y cantidad de bancas en comparación con JxC, la denominación que les había permitido alcanzar los lugares en la Legislatura que ahora perdieron.
El peronismo, en cambio, tuvo un desempeño aún más desafortunado. Por decisión de Cristina Kirchner, el partido está intervenido. Los normalizadores retiraron el sello PJ del Frente Renovador. No querían ser asociados con el acercamiento del FRC a la Casa Rosada, pero no lograron presentar una lista provincial y terminaron apoyando a una alianza, Confluencia Popular, que fue contabilizada en la categoría “otros”. Los datos oficiales parciales indican que obtuvieron menos del 1% de los votos.