Lunes, 7 de julio de 2025   |   Campo

Renuncia un líder clave de la agroindustria y lanza una grave advertencia sobre la situación actual del sector

Renuncia un líder clave de la agroindustria y lanza una grave advertencia sobre la situación actual del sector

Después de 31 años al frente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA), Roberto Domenech anunció su retiro. Su legado en la industria avícola argentina es significativo, abarcando desde la defensa del sector frente a desafíos internacionales hasta la creación de vínculos con el Estado y otros actores productivos tanto a nivel nacional como internacional.

El pasado 2 de julio, durante el Día de la Avicultura Argentina, fue homenajeado ante cientos de productores y empresarios del sector en un evento celebrado en el Centro Costa Salguero. “El mayor capital que dejo es la confianza que supimos construir. Somos un sector confiable, contamos con el compromiso de nuestros representantes, es absolutamente creíble. No es sencillo lograrlo: ganar la confianza lleva 32 años, pero perderla se puede hacer en un minuto”, destacó. En el escenario, instó a los empresarios a “cuidar el sector”.

La decisión de su retiro la tomó hace dos años, pero fue recién ahora que formalizó su despedida de la institución que presidió desde 1994. Domenech está vinculado a la industria avícola desde 1963. Según compartió, inició su trayectoria en la cámara como secretario durante las gestiones de Joaquín de Grazia, propietario de Granja Tres Arroyos, y Domingo Lopardo, dueño de Serviave. Ambos dirigieron el CEPA. Carlos Sinesi asumirá como director ejecutivo, y el nuevo presidente se anunciará el 31 de julio.

“Cumplí 80 años en mayo de este año, y les dije a los miembros de CEPA: me voy”, contó Domenech. “Me voy con el orgullo de haber trabajado con todos los presidentes, ministros de Economía y secretarios de Agricultura, quienes, en su mayoría, escucharon nuestras preocupaciones sobre la situación de la avicultura y luego nos brindaron importantes apoyos para el sector”, relató.

Roberto Domenech mientras recibía una distinción de parte de los empresarios que integran el CEPA

“Hay que hacer un gran esfuerzo para seguir adelante, y hoy no tengo fuerzas para remar nuevamente. Esa es la realidad. Veo que estamos en un período de cambio mental. Viví los años 90 y esto se asemeja mucho. No me gusta volver a empezar: no tengo energías para hacerlo de nuevo. Hasta ahora hemos seguido los mismos pasos, lamentablemente”, afirmó. “Falta que estalle la desocupación, que es el inicio de un cambio”, advirtió.

La trayectoria de Domenech refleja también la evolución de un sector que se ha consolidado como uno de los pilares de la alimentación en Argentina, ya que, como él señala, producen una proteína accesible para los consumidores. “Tengo 62 años en la avicultura: la primera mitad aprendiendo, y la otra mitad devolviendo al sector”, resumió. Durante su gestión, CEPA se convirtió en una voz técnica y sólida en la interlocución con gobiernos de todos los signos políticos.

Entre los logros que destacó se encuentran la denuncia por dumping contra el pollo brasileño en los años 90, que ayudó a proteger la producción local; la negociación con los gobiernos pasados sobre “precios cuidados” en contextos de congelamiento y crisis; y el acceso a financiamiento clave, como los créditos del Bicentenario.

Es importante recordar que Domenech también ha vivido el Estado desde adentro: fue subsecretario de Políticas Agropecuarias y Alimentos durante el gobierno de Eduardo Duhalde. “Fue la mayor experiencia para entender cómo funciona la administración pública. Allí comprendí que para solicitar políticas hay que tener proyectos, no problemas particulares. Esa recomendación me la hizo el mismo Lavagna”, recordó.

El senador Alfredo De Angeli; Juan Kutulas, presidente de Capia; Roberto Domenech, presidente saliente del CEPA, y el diputado Atilio Benedetti (UCR) CAPIA

Su visión estratégica se reflejó en el posicionamiento de CEPA en espacios de mayor relevancia. CEPA forma parte de la comisión directiva de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL), Maizar y el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA); años atrás participó en la Unión Industrial Argentina (UIA), aunque aclaró que este no es el espacio más adecuado para los agronegocios. “Hay que estar. Hay que trabajar. Hay que saber”, subrayó.

Esa participación fue esencial para fortalecer la institucionalidad del sector, una de las banderas que Domenech ha defendido con tenacidad: “No es necesario exagerar los reclamos ni sobreactuar. La fuerza radica en ser razonables. Esa postura nos permitió ganar credibilidad y espacio en momentos difíciles”.

Aunque ahora se retirará formalmente de la dirección del CEPA, Domenech aseguró que no se alejará completamente. Planea seguir apoyando al sector como parte de un consejo consultivo informal con los empresarios más cercanos. “Vamos a continuar. Cuando me necesiten, estaré presente. Hay cosas que no pueden seguir sucediendo, y otras que hay que comenzar a implementar”, afirmó.

Al resumir su legado, Domenech no dudó en mencionar el “trabajo permanente”, “las relaciones forjadas, los proyectos sostenidos y, sobre todo, la confianza”. Según explicó, esto no se hereda, sino que se construye día a día y “se puede perder en un minuto”.

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