Jueves, 28 de agosto de 2025   |   Internacionales

Reino Unido, Francia y Alemania retoman sanciones de la ONU a Irán por violaciones en su programa nuclear

La decisión del E3 podría reinstalar un duro aislamiento financiero para Teherán. Según el OIEA, el país acumula uranio suficiente para producir hasta diez ojivas nucleares
Reino Unido, Francia y Alemania retoman sanciones de la ONU a Irán por violaciones en su programa nuclear

En un hito diplomático de gran repercusión, el Reino Unido, Francia y Alemania, conocidos como el grupo europeo E3, decidieron este jueves activar el mecanismo para reinstaurar sanciones internacionales contra Irán, alegando un “significativo incumplimiento” de los acuerdos nucleares firmados en 2015.

Esta medida, confirmada por Fox News Digital, tiene como objetivo presionar a Teherán para que respete los compromisos del Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA, por sus siglas en inglés).

La decisión fue formalizada en una carta enviada a las 9 de la mañana (hora del este de Estados Unidos) al presidente del Consejo de Seguridad de la ONU, Eloy Alfaro de Alba, embajador de Panamá.

En el documento, los ministros de Relaciones Exteriores europeos subrayaron: “Compartimos el objetivo fundamental de que Irán nunca busque, adquiera ni desarrolle un arma nuclear. Continuaremos esforzándonos por resolver diplomáticamente el grave incumplimiento de Irán”, según el texto citado por Fox News.

El mensaje es claro: a menos que el Consejo de Seguridad se pronuncie de forma unánime en contra, las sanciones internacionales se restablecerán automáticamente en un plazo de 30 días.

La controversia no es nueva. Desde 2018, durante la administración de Donald Trump, Estados Unidos ha estado señalando las violaciones iraníes al pacto nuclear. Sin embargo, los incumplimientos verificados por organismos internacionales comenzaron a hacerse patentes en 2019.

Según un funcionario británico citado por Fox News, la decisión de reactivar las sanciones “no fue tomada a la ligera”. Según explicó, la diplomacia con Irán se ha prolongado durante meses, marcada por tres puntos críticos: el volumen de uranio enriquecido acumulado por Teherán, la operación de centrifugadoras avanzadas y la negativa del régimen a someterse a las inspecciones internacionales estipuladas en el JCPOA.

En mayo, inspectores detectaron que Irán tenía alrededor de 20.000 libras (9.072 kilogramos) de uranio enriquecido, de las cuales 900 libras (408 kilogramos) eran uranio altamente enriquecido de grado cercano al armamento. Esta cifra representa 45 veces más que el límite establecido en el acuerdo de 2015. “Irán es el único estado no poseedor de armas nucleares que produce uranio altamente enriquecido”, advirtió el funcionario europeo.

El anuncio fue recibido con apoyo en Washington. El secretario de Estado, Marco Rubio, calificó la medida como “bienvenida” y agregó que “la reimposición no contradice nuestra sincera disposición a la diplomacia, solo la fortalece”. Rubio instó además a los líderes iraníes a optar por “el camino de la paz” y a evitar el desarrollo de armamento nuclear.

Desde Viena, el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, también se pronunció. En diálogo con periodistas en Washington, aseguró que “todavía hay tiempo” para que Irán revierta la situación. No obstante, fue categórico: “Irán tendrá que cumplir. Creo que existe una oportunidad; no soy ingenuamente optimista, pero al mismo tiempo, no hay razón para que no obtengamos un buen resultado”.

Grossi aclaró que, a pesar de las sospechas sobre el traslado secreto de uranio en los últimos meses, el organismo no cuenta con pruebas de que el material haya sido escondido. Sin embargo, admitió que la falta de acceso a varios sitios nucleares sigue siendo un obstáculo grave. “Nuestro trabajo no ha comenzado. Aún no estamos donde me gustaría estar”, reconoció.

El restablecimiento de sanciones genera un clima de tensión. Irán ya ha advertido que podría responder con represalias, aunque no está claro cómo. En los últimos años, el régimen iraní ha estrechado sus lazos con Rusia y China, dos miembros permanentes del Consejo de Seguridad que, en ocasiones previas, han bloqueado sanciones contra Teherán.

Sin embargo, en este caso, el diseño del mecanismo sancionador, acordado en 2015, les impide utilizar su poder de veto de manera unilateral. La norma establece que todos los miembros permanentes (Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Rusia y China) deben votar en contra de la medida para evitar su aplicación. En la práctica, esto significa que ni Moscú ni Pekín podrán detener el proceso por sí solos.

La reinstauración de sanciones internacionales contra Irán podría tener un impacto devastador en su economía, ya debilitada por la inflación, la disminución del comercio exterior y el aislamiento financiero. Para los países europeos, la decisión busca frenar el avance de un programa nuclear que, según estimaciones, ya dispone de suficiente material enriquecido para fabricar al menos diez ojivas nucleares.

No obstante, Grossi se aferra a la vía diplomática. “Soy diplomático y siempre trabajo por la paz”, declaró en Washington, aunque reconoció que, por ahora, Irán no está tomando medidas inmediatas para cumplir con las exigencias internacionales.

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