Con un claro propósito de efectuar airados reclamos –se presume que relacionados con su situación de portador de HIV y su actual situación social y económica–, motivó la presencia del intendente del la ciudad, Fabián Cuello y de la edil Ramona García. Los funcionarios municipales, al ver que no podían convencer al hombre optaron por llamar de inmediato a la policía, la que con los recaudos del caso tomó posición en el edificio municipal. Fue aproximadamente a las 15 del sábado cuando estalló el problema en las oficinas de Acción Social, las que funcionan en lo que fue otrora el antiguo Hotel Ferroviario, en la intersección de calles 17 de Octubre y Pasaje Alberdi, lugar en el que también se encuentran las oficinas de la Dirección de Bromatología.Mientras se podían apreciar puertas violentadas y vidrios rotos, lo que hizo temer por la conducta que podría llegar a desplegar el sujeto armado, quien no se encontraba aparentemente en condiciones de entender razones, se analizó que el personal uniformado debía actuar con profesionalismo ya que el irascible sujeto mencionaba que estaba dispuesto a disparar.Según se escuchó decir de las autoridades de esa localidad del sur entrerriano, el hombre en cuestión recibía asiduamente ayuda y atención por parte del Municipio debido a su problema de salud, aunque ahora se investigan cuales eran los reclamos puntuales que efectuaba y por qué llegó a tomar semejante actitud violenta y desesperada.Finalmente, y después de varios minutos, el desequilibrado reclamante fue reducido y desarmado, constatándose que el arma que utilizaba para amenazar se encontraba cargada, con una bala en la recámara y con aptitud para ser utilizada, por lo que quedó detenido a disposición de la Justicia jurisdiccional. (El Diario)




