Las últimas acciones hostiles del régimen de China alrededor de Taiwán han desatado una serie de condenas internacionales y llamados a la moderación. Gobiernos de Europa, América y Asia manifestaron su preocupación por los ejercicios de gran escala ordenados por Xi Jinping, que incluyeron maniobras con fuego real, simulacros de bloqueo y operaciones conjuntas entre la Armada, la Fuerza Aérea y unidades de misiles.
Para la comunidad internacional, estas maniobras representan una amenaza directa a la paz y la seguridad, no solo en el Indo-Pacífico, sino a nivel global.
El Gobierno alemán fue uno de los primeros en pronunciarse. A través de un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Berlín expresó su inquietud por las maniobras militares chinas y pidió moderación.
“El Gobierno federal hace un llamamiento a la moderación y al diálogo”, señaló el comunicado.
El portavoz agregó que “estos ejercicios aumentan las tensiones y afectan a la estabilidad en el estrecho de Taiwán”, y destacó la importancia del corredor marítimo para la seguridad y la prosperidad regional e internacional.
La Unión Europea endureció el tono y advirtió que los ejercicios chinos “ponen en peligro la paz y estabilidad internacionales”.
Anitta Hipper, portavoz de la jefa de la diplomacia comunitaria, Kaja Kallas, afirmó que “la paz y estabilidad en el estrecho de Taiwán son de importancia estratégica para la seguridad y prosperidad regional y global”.
La UE reiteró su llamado a evitar “cualquier acción que pueda agravar más las tensiones” y subrayó que las diferencias deben resolverse mediante el diálogo.
Bruselas también dejó clara su postura sobre el equilibrio vigente en la región. “La UE tiene un interés directo en la preservación del statu quo en el estrecho de Taiwán. Nos oponemos a cualquier acción unilateral que cambie el statu quo, en particular, mediante la fuerza o la coerción”, sostuvo Hipper.
El gobierno de Francia también expresó su preocupación por el creciente despliegue militar chino alrededor de la isla.
“Francia llama a todas las partes a abstenerse de cualquier escalada”, declaró el Ministerio de Exteriores, insistiendo en que la estabilidad en el estrecho es esencial para la seguridad mundial.
París recordó que cualquier conflicto en esa zona tendría un impacto inmediato en las cadenas de suministro globales y en la economía internacional.
En América Latina, Paraguay se sumó a la condena y expresó su solidaridad con el pueblo y el gobierno de Taiwán.
“La República del Paraguay condena los ejercicios militares de gran escala y a fuego real realizados por la República Popular China, en las cercanías de la isla de la República de China (Taiwán). Estas acciones unilaterales amenazan gravemente la estabilidad y la paz en la región Indo-Pacífica”, señaló el gobierno paraguayo en un comunicado oficial.
Los ejercicios chinos, bautizados “Misión Justicia-2025”, incluyeron simulacros de ataque y asalto con destructores, fragatas, cazas y bombarderos, además de operaciones de bloqueo marítimo y control aéreo al norte y al sur de la isla.
Beijing defendió las maniobras como respuesta a lo que considera “provocaciones” del independentismo taiwanés y a la venta de armas de Estados Unidos a Taipei.
El ministro de Exteriores chino, Wang Yi, advirtió que China adoptará “contramedidas firmes” ante cualquier avance hacia la independencia formal de Taiwán.
Taiwán, que se gobierna democráticamente y rechaza los reclamos de soberanía de Beijing, ha denunciado que el régimen chino emplea la presión militar para intentar bloquear la isla y forzar una reunificación en sus términos. La presidencia taiwanesa reiteró que solo el pueblo de Taiwán puede decidir su futuro y que la isla no aceptará ningún tipo de coerción.
En el trasfondo, la escalada militar ocurre en un contexto de tensiones históricas y reiterados ejercicios intimidatorios por parte de China. El régimen comunista ha incrementado sus incursiones aéreas y marítimas alrededor de Taiwán, elevando el riesgo de incidentes que podrían desencadenar una crisis de alcance global.
Estados Unidos y sus aliados han reforzado su apoyo a Taipei mediante acuerdos de defensa y ventas de armamento, enfatizando que la paz en el estrecho es un interés estratégico compartido.
(Con información de EFE y AFP)




