
El gobierno de Javier Milei sufrió este miércoles un duro revés político en la Cámara de Diputados: la oposición logró los dos tercios necesarios para rechazar los vetos presidenciales al financiamiento universitario y a la emergencia pediátrica. Las insistencias ahora pasarán al Senado, donde se descuenta que el oficialismo volverá a quedar en minoría.
La votación resultó contundente. La emergencia pediátrica obtuvo 181 votos a favor, 60 en contra y 1 abstención, mientras que la ley de financiamiento universitario alcanzó 174 apoyos, 67 rechazos y 2 abstenciones. De esta manera, el Congreso dio un paso clave para garantizar recursos adicionales a las universidades nacionales y fondos extraordinarios a hospitales pediátricos, además de la recomposición salarial de los trabajadores de la salud frente a la inflación.
El oficialismo intentó evitar el golpe en la previa. Durante los últimos días, el flamante ministro del Interior, Lisandro Catalán, encabezó reuniones con gobernadores que supieron ser aliados de Milei, como Gustavo Sáenz (Salta), Osvaldo Jaldo (Tucumán), Rogelio Frigerio (Entre Ríos) y Alfredo Cornejo (Mendoza), e incluso se distribuyeron $12.500 millones en Aportes del Tesoro Nacional (ATN) a cuatro provincias. Misiones recibió $4.000 millones, Entre Ríos $3.000 millones, Santa Fe $3.000 millones y Chaco $2.500 millones, muy por encima de los $3.000 millones que se habían girado en todo agosto. Sin embargo, ese esfuerzo no alcanzó para revertir la falta de apoyos.
El voto de Misiones fue una de las grandes sorpresas: los cuatro diputados de Innovación Federal, alineados al gobernador Hugo Passalacqua y al líder Carlos Rovira, se inclinaron contra los vetos, pese a que su provincia había recibido el mayor desembolso de ATN días atrás. También jugaron en contra del Gobierno legisladores cercanos a gobernadores aliados, como los chubutenses Ignacio Torres y los rionegrinos de Alberto Weretilneck, que enviaron a sus diputados a respaldar la insistencia.
En la lista de bajas también se anotaron diputados que hasta hace poco integraban el bloque libertario. El MID (Oscar Zago y Eduardo Falcone) y el bloque disidente Coherencia (Marcela Pagano, Carlos D’Alessandro, Gerardo González y Lourdes Arrieta) votaron en contra de Milei, tras fuertes críticas a la conducción de Martín Menem y Karina Milei. D’Alessandro, que había rechazado la emergencia pediátrica en junio, cambió su postura y justificó: “Votar en contra del Garrahan es votar en contra del equilibrio moral”.
Otra sorpresa llegó desde Mendoza: Lisandro Nieri y Pamela Verasay, cercanos al gobernador Cornejo —uno de los aliados nacionales de Milei—, se ausentaron durante gran parte de la sesión pero volvieron a sus bancas al momento de votar para rechazar los vetos. Incluso legisladores de perfil cercano al oficialismo, como Silvia Lospennato (PRO), terminaron acompañando la insistencia.
A las tensiones se sumaron divisiones internas: algunos aliados libertarios, como los radicales “con peluca” Mariano Campero y Federico Tournier, votaron contra el oficialismo, mientras que Ricardo López Murphy optó por la abstención.
El resultado en Diputados expone la dificultad del Ejecutivo para sostener alianzas con gobernadores y bloques que habían acompañado a Milei en el primer año de gestión. La derrota legislativa deja al oficialismo en una situación de fragilidad política, justo cuando el Presidente busca relanzar su campaña electoral con recorridas en Córdoba y otros distritos.
Con el paso de las insistencias al Senado, donde la oposición también controla los dos tercios, el rechazo definitivo de los vetos parece asegurado. De confirmarse, las leyes obligarán al Gobierno a girar fondos adicionales a universidades y hospitales pediátricos, un escenario que tensiona aún más la relación entre la Casa Rosada y el Congreso en la recta final hacia las elecciones de octubre.