
El comunicador Tomás Rebord volvió a sacudir la interna peronista con un diagnóstico contundente. En su reciente editorial en el streaming BLENDER, el conductor y referente del universo streamer —históricamente identificado con posiciones cercanas al peronismo— ensayó una autocrítica sobre las causas del triunfo mileísta y la crisis de identidad del espacio opositor. Su diagnóstico fue claro: el peronismo no logra presentar una propuesta concreta y queda reducido a frenar, reaccionar y “hablar de los otros”.
“Si se le ofrece elegir entre Milei o el vacío la gente elige a Milei”, afirmó. Y agregó: “Entre una propuesta y una especie de freno a la propuesta, la gente capaz elige la propuesta”. Para Rebord, el problema central no es solo de nombres sino de contenido: “El peronismo es capaz de hablar de otra cosa que no sean los otros o el propio? ¿Cuáles son las ideas? Estoy harto de discutir personas”.
El streamer mencionó el debate interno sobre Axel Kicillof como ejemplo de una discusión personalista sin programa: “No, Axel no porque le jugó mal a Cristina. ¿Qué quiere como modelo Axel? ¿Cuál es su modelo de economía? ¿Cuál es su marco de alianzas?”. Y lanzó la pregunta que atravesó todo su análisis: “¿Cuál es el puto proyecto de país?”.
Rebord sostuvo que el peronismo debe dejar de postergar definiciones: “Ahí puede haber algo parecido a una oportunidad”. Pero advirtió que la indefinición tiene costos electorales: “Hoy por hoy me pasa que me interesa mucho más la diferencia que la síntesis. Porque si la síntesis no va a decir nada, nadie la elige. Ya es inocultable”.
Finalmente, planteó un riesgo mayor: que la identidad peronista se reduzca sin renovarse. “Y si esto solo se sigue postergando, lo que va a suceder es que simplemente esto vaya encapsulándose hasta ir menguando lentamente como una identidad”, dijo.
Mientras el Gobierno capitaliza el desgaste opositor y Milei mantiene centralidad, la intervención de Rebord reabre una pregunta que atraviesa al peronismo desde 2023: sin relato, sin programa y sin conducción visible, ¿puede volver a ser opción de poder?




