Lunes, 26 de febrero de 2007   |   Policiales

Reactivan la causa por la muerte de Romina Iturain

El abogado paranaense dijo que ofreció sus servicios “en forma desinteresada” y que se puede esperar en el proceso “algunas sorpresas”, ya que piensa aportar nuevas testimoniales. El hecho ocurrió en diciembre de 2001.
El abogado Marcos Rodríguez Allende asumió el rol de querellante particular en la causa que investiga la muerte, en 2001, de la joven Romina Iturain. El letrado dijo que ofreció sus servicios “en forma desinteresada” a la madre de la joven María Cristina Puebla, y en ese marco, aseguró, en los próximos habrá que esperar “algunas sorpresas” en la causa que tiene en sus manos el juez de Instrucción Ricardo González. “A partir de algunas pericias y algunas testimoniales que vamos a aportar se va a poder identificar a algunas personas que tienen cierta responsabilidad en el caso”, adelantó.Rodríguez Allende explicó que de esa forma busca “ayudar a la madre” de la joven muerta de forma poco clara durante los saqueos de diciembre de 2001, en inmediaciones del hipermercado Wal Mart.Durante las últimas semanas, María Cristina Puebla, madre de Romina Iturain, había retomado las protestas frente a Tribunales para exigir la reactivación de la causa por la muerte de su hija. Y además solicitó el cumplimiento de la “promesa hecha” por el gobernador Jorge Busti de proveerle un abogado que la represente en la causa judicial. “Quiero que se sepa la verdad y que no quede la causa impune porque hasta ahora todo sigue igual. Quiero tener un abogado que me represente y no lo tengo”, lamentó. El estallido social que se produjo los días 19 y 20 de diciembre de 2001 tuvo en Entre Ríos tres víctimas fatales: Eloísa Paniagua, José Daniel Rodríguez y Romina Iturain. Romina Elizabeth Iturain tenía 15 años cuando una bala la mató. El 20 de diciembre del 2001, a las 16.30, se encontraba tomando mate en la casa de su prima, cerca del Supermercado Wal Mart de Paraná. Horas antes había comenzado una movilización en los alrededores del establecimiento. Ante el intento de saqueo, intervino la policía y la gente comenzó a correr para huir de la represión. Una bala ingresó a la vivienda donde se encontraban las jóvenes e impactó en el costado derecho del tórax de Romina. Según relató el primo menor de Romina, “tiraban desde 200 metros” y estimó que para haberla matado, debió haber sido “una bala grande”. La versión oficial indica que murió por proyectiles disparados desde barrios aledaños al supermercado.Cinco años después de aquellos hechos, la Justicia marchó a paso lento en el esclarecimiento de esas muertes. El viernes 16 de mayo de 2002 comenzó el único juicio. Fue por el asesinato de Eloísa Paniagua. El acusado fue el cabo de policía Silvio Martínez, quien se negó a declarar y se remitió a los testimonios en el Juzgado de Instrucción. El martes 27 de mayo se cerró la causa, con la condena del policía. (El Diario)

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