
Un grupo de productores de la localidad de Crespo,encabezados por el tambero Fabio Schneider presentaron un reclamo ante elgobierno provincial y varios legisladores de esa provincia, para que acompañencon una resolución transitoria la posibilidad de vender leche fluida a un valorinferior al del mercado.
La iniciativa, está impulsada bajo una idea colaborativa delproductor hacia la sociedad, con el objetivo de atenuar la profunda crisissocial y de hambre que envuelve a esta región litoraleña de Argentina.
El reclamo, se produce luego de haber iniciado el proceso decomercialización y su interrupción repentina, ya que varios segmentos de lacadena salieron a manifestar que la venta a pie de tranquera está prohibida,representa una infracción al código alimentario y sortea las normas de sanidady seguridad que brindan los organismos de control y la industria.
“Les molestó que salgamos a vender el litro de leche a 45pesos. Vieron la gran afluencia de gente de los pueblos cercanos que van acomprar a los tambos y dejan expuesta la miseria.”, remarcó Schneider agregandoque enseguida salieron a prohibir la venta directa alegando que la operatividadestá fuera del marco legal.
Por ahora, el tema pasó a manos de la Mesa Gremial Lecherade Entre Ríos, un organismo conformado por las cuatro entidades del sectoragropecuario, que ha decidido elevar una nota a las autoridades del ministeriode la Producción para que se revierta el freno.
Al mismo tiempo, el pedido se ha profundizado por la mayoríade tambos adheridos al Sistema de Gestión de la Lechería Argentina (Siglea),que en la provincia de Entre Ríos son casi la totalidad de los existentes ycumplen con todas las normativas de sanidad, así como también, el registro delibre de brucelosis y tuberculosis bovina.
“Saben que nuestra leche es apta para el consumo humano ycon solo hervirla es suficiente. Sin embargo, este escollo legal nos estáimpidiendo vender más barato o a un 30 % menos que el valor que tiene laintermediación y la industria”.
Según Schneider, la ecuación fijada por ellos, forma partede una porción del precio histórico de los costos, el cual traducido –hoy- adinero da 45 pesos el litro para estar por la línea de flotación.
“Sirve para pagar los gastos y obtener un pequeño rédito.Caso contrario, cada día más nos estamos hundiendo, ya que el valor de laindustria por litro está centrado en 28 pesos”.
Sin pasteurizar
Esta semana, los productores de la región salieron acriticar el código alimentario, atribuyendo que el mismo ha sido creado paraser funcional a la industria, en detrimento de los productores y consumidores.
También remarcaron que las exigencias de calidad cada vezson mayores, pero con la misma retribución de siempre. “Nos piden 4 puntos degrasa, 3.80 de proteína, recuentos de células somáticas bajas, sanidad total ynada de todo esto se refleja en el pago. No existen laboratorios de referencia,ni una cámara arbitral para recurrir o discutir las diferencias”, enfatizóFabio Schneider remarcando que los industriales están callados porque ven quele estamos rompiendo el negocio y no les conviene quedar expuestos.
“Su preocupación más reciente fue la firma de convenios porlos precios cuidados o máximos, con el dinero de los productores yconsumidores, sin un diálogo sincero o equilibrado a las soluciones”, enfatizóel tambero.
Fuente: Agroclave



