
Bajo el lema “Argentina en perspectiva: el futuro que debemos construir”, el XIV Forum Nacional de Agronegocios, organizado por LIDE Argentina, reunió a referentes del sector para debatir cómo potenciar la capacidad productiva, tecnológica y geopolítica del país. En el panel clave titulado “Proteína con identidad: la Argentina ante el desafío global”, los responsables de la cadena cárnica nacional expusieron una clara oportunidad: el mundo demanda carne vacuna argentina y los precios internacionales son altos, pero ello no implica que el camino esté allanado; el desafío interno es aún considerable.
Cabe recordar que, días atrás, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, expresó su interés en importar carne vacuna argentina como una herramienta para contener los precios internos. En este marco, se anticipa que la Casa Blanca avanzará en breve con un acuerdo comercial bilateral que ampliaría a 80.000 toneladas el cupo de ingreso que hoy tributa un arancel del 10%. Actualmente la cuota es de 20.000 toneladas, a lo que se suma un volumen equivalente que también se exporta pero con una tasa arancelaria del 36,4%.
El moderador del panel fue Agustín Dranovsky, CEO de Compañía de Tierras Sud Argentino, quien abrió el debate sobre la producción nacional y su proyección internacional. Entre los panelistas se destacó Martín Costantini, CEO de Frigorífico Rioplatense, quien afirmó: “Los precios van a estar sostenidos en un tiempo largo, con lo cual hace falta que tengamos lo que el mundo nos está pidiendo”.
Costantini explicó con más detalle: “No es una cuestión de comunicar a los ganaderos lo que se necesita y decir lo que hace falta, sino que eso se va a dar con precios que se pagan, naturalmente cuando se vaya transfiriendo todo esto que está pasando a nivel mundial al productor”.
Y añadió: “Como está estructurada hoy la cadena, los frigoríficos tenemos una capacidad instalada que es superior a la oferta que hay de hacienda, con lo cual toda mejora que se da en el precio internacional se termina trasladando automáticamente al productor en el precio de la compra nuestra”.
En su análisis destacó que ese proceso beneficia a toda la cadena, incluido el productor directo: “Se va pasando también para atrás en la cadena y el gran ganador de esto a futuro va a ser el que haga cría y recría. Porque por la situación de que la capacidad es mayor que la oferta, necesariamente se va a estar dando una gran oportunidad para todos, esperemos que se aproveche”.
Respecto al escenario global, Costantini explicó: “Lo que está pasando es que desde el lado de la oferta está estancada, está creciendo marginalmente hace ya muchos años en los países desarrollados y tanto en Estados Unidos como en Europa ha decrecido alrededor de un 10% la producción.
Agregó que “la demanda está muy firme, traccionada por China, que cambió de la pandemia y pasó a ser el 30% del comercio mundial de carnes en 10 años”.
Subrayó que en la Argentina la situación interna refleja ese mismo contexto adverso: “Estamos estancados en la producción hace 20 años, tenemos el mismo stock ganadero en alrededor de 50 millones de cabezas, bajó dos millones de cabezas en los últimos tres años, con lo cual también tenemos ese problema de falta de oferta”.
Agustín Dranovsky, CEO de Compañía de Tierras Sud ArgentinoLIDE
Para revertirlo, su empresa se adaptó: “Compramos dos feedlot, crecimos mucho en la cantidad ahí, tenemos animales en la cría, con el objetivo primero de tener el volumen que necesitamos, y segundo, para poder producir un tipo de calidad que es normal. El peso promedio argentino es muy bajo”.
Otro protagonista del panel, Gustavo Kahl, CEO de MBRF, aportó una mirada complementaria sobre la oportunidad y la necesidad de mayor peso en los animales: “Hay oportunidades en el mercado, hay buenos precios, pero tiene que haber mucha más comunicación para que el productor sepa hacia dónde vamos. El mundo necesita animales más pesados, ya no más terneros ni novillitos; hoy el mercado está demandando un novillo grande”.
Kahl añadió que es clave modificar el paradigma del consumo interno: “Es muy importante que el consumo interno cambie hacia un animal más pesado, como los países normales. Entonces, produzcamos los pesados, modernicemos, terminemos con la media reses y vayamos al cuarteo”.
También puso el foco en los cortes de alto valor y las exigencias globales: “Hasta China ahora nos pide más valor agregado… nos pide un novillo con hasta 200 días de feedlot con buen marmoleo, cortes grandes. Y eso todos los mercados en particular… nos piden productos con marca, feedlot, productos que tienen que ver con la sustentabilidad, orgánicos.”
Por su parte, la titular del Senasa, María Beatriz Giraudo, destacó el desafío que plantea el mandato del Gobierno: “Es desburocratizar, simplificar, facilitar todas las herramientas al sector productivo y el desafío extra es no perder rigurosidad mientras facilitamos esas herramientas”.
La titular del Senasa, María Beatriz GiraudoLIDE
Giraudo añadió que, como organismo, el Senasa mantiene una estrategia permanente para multiplicar las exportaciones argentinas: ”Tenemos el desafío de preparar al sector privado a lo largo y a lo ancho del país para que también se suba a esta oportunidad de crecer en exportaciones”.
En este contexto, para el negocio ganadero los desafíos son concretos: aumentar el stock, incrementar los kilos por cabeza, mejorar la productividad, avanzar en el valor agregado, modernizar la comercialización, cumplir protocolos de exportación, fortalecer controles sanitarios y digitalizar trámites.
En tal sentido, el mensaje de la industria exportadora fue claro: existe una demanda internacional firme pero, para aprovecharla, es imprescindible trabajar intensamente en el frente interno —oferta estancada, sistema de comercialización desfasado y animal promedio liviano—. Como expresó Costantini: “Una gran oportunidad, esperemos que se aproveche”.



