El aumento del Índice de Precios al Consumidor (IPC) en la Ciudad de Buenos Aires durante el mes de junio, que alcanzó el 2,1% y acumuló un 15,3% en el primer semestre del año, profundizó el impacto sobre el poder adquisitivo de los hogares porteños. Este incremento, impulsado principalmente por alzas en tarifas de servicios públicos como electricidad, agua y transporte –especialmente colectivos–, así como ajustes en combustibles, expensas y alquileres, alteró el costo de vida para las familias.
Este contexto inflacionario modificó el umbral económico necesario para que una familia sea considerada estadísticamente de “clase media” en la Ciudad de Buenos Aires. Según datos actualizados por el Instituto de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires (Idecba), en junio se estableció un ingreso mínimo de $1.889.557,40 mensuales como requisito para pertenecer a este segmento social.
El registro se deriva de la actualización mensual que realiza el Idecba sobre su relevamiento de precios, lo que permite calcular tanto la inflación porteña como los límites de ingresos para diferentes estratos sociales.
La última cifra difundida indica que el IPC subió al 2,1% en junio, mientras que el dato acumulado interanual registró un aumento del 44,5%. En comparación con mayo, cuando la inflación había sido del 1,6%, se observa un incremento mensual. Sin embargo, la variación interanual muestra una desaceleración respecto al dato anterior, que fue del 48,3 por ciento.
La definición de “clase media” utilizada en el informe mensual titulado “Líneas de pobreza y Canastas de consumo para la Ciudad de Buenos Aires” considera el ingreso mínimo necesario para la supervivencia material. Este umbral abarca la adquisición de bienes y servicios esenciales para una familia tipo, así como el consumo básico de indumentaria, salud, servicios y transporte.
El aumento de los costos se hace evidente al comparar el ingreso requerido para acceder al estrato de “clase media” entre mayo y junio de 2024. Según el relevamiento, el monto mínimo subió en $21.375,49 en comparación con el mes anterior, cuando se necesitaban $1.868.181,91, lo que representa un incremento mensual del 1,1 por ciento.
En términos porcentuales y tomando en cuenta una referencia interanual, el umbral de la “clase media” aumentó un 35,9% en junio respecto al mismo mes del año anterior. El costo de vida, durante el mismo período, creció un 44,6%. Esto sugiere que el ingreso necesario para pertenecer a la clase media se incrementó a un ritmo inferior al del índice de inflación. Para una familia de cuatro integrantes (dos adultos económicamente activos y dos menores), el aumento absoluto en un año fue de $498.635 sobre el monto requerido en junio del año anterior.
El informe elaborado por el Instituto de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires incluye una salvedad metodológica importante: sus estimaciones se basan en hogares propietarios de su vivienda, por lo que no se considera en el cálculo del ingreso mínimo el costo del alquiler. Según el documento, aproximadamente un tercio de los hogares porteños vive en inmuebles alquilados, lo que significa que estos valores de referencia no reflejan la totalidad de la estructura de gastos de ese segmento de la población.
Además de la línea que define a la “clase media”, el Idecba proporciona los valores actualizados de la canasta básica total (CBT) y la canasta básica alimentaria (CBA). La canasta básica alimentaria –que establece el umbral de la indigencia– alcanzó en junio los $639.029. Los hogares cuyos ingresos son inferiores a esa cifra son considerados indigentes según la estadística oficial.
En cuanto a la canasta básica total, que incluye no solo alimentos sino también otros bienes y servicios no alimentarios –entre ellos, transporte, limpieza, tarifas, expensas, indumentaria, salud, educación y comunicación–, el valor para mayo fue de $1.193.291. Las familias cuyos ingresos estuvieron por debajo de esa cifra fueron clasificadas como pobres durante el mes analizado.
Por otro lado, el segmento de hogares considerados “acomodados” se definió como aquellos con un ingreso superior a $6.046.583,68, según estipula el informe. Esta cifra refleja una notable distancia en los niveles de acceso al consumo y servicios dentro de la estructura social porteña.
La metodología empleada por el Idecba para la actualización mensual de estas líneas de ingresos implica un relevamiento sistemático de los precios de bienes y servicios en la ciudad, permitiendo ajustar los valores de las distintas canastas y estratos sociales. Este monitoreo busca evidenciar la evolución del costo de vida en las condiciones actuales del mercado y proporcionar una medición objetiva de los límites de pobreza, indigencia y clase media en la Ciudad de Buenos Aires.
