
Este lunes comenzó una semana clave para el sector supermercadista en la Argentina: está a punto de definirse quién asumirá la operación de Carrefour en el país.
El proceso de venta de la cadena a nivel local entró en su tramo decisivo: la fecha límite para la presentación de ofertas vinculantes está fijada para este 15 de diciembre. En estos días, el futuro de más de 700 sucursales y 17.000 empleados depende de una decisión que concentra la atención del sector y de los múltiples actores involucrados en una de las mayores operaciones corporativas del país.
La venta de Carrefour Argentina forma parte de una revisión global del grupo francés orientada a desprenderse de activos y filiales consideradas no estratégicas. Esa estrategia fue impulsada por el CEO Alexandre Bompard, quien decidió canalizar recursos hacia mercados prioritarios como Francia, España y Brasil. El desprendimiento de la rama argentina busca recaudar fondos para invertir en esos países, en un contexto en el que el mercado local dejó de ser atractivo para multinacionales que exigen apalancar operaciones con inversiones significativas.
Saber quién será el comprador resulta central para el sector, porque condicionará la reorganización de sucursales, los planes de inversión y la relación con proveedores y marcas. Además, hay expectativas de que el contrato de venta se firme antes de fin de año, lo que podría cerrar un ciclo de cambios en el mapa de las grandes cadenas nacionales.
El paquete en venta incluye 700 sucursales de distintos formatos: 80 hipermercados, 80 Market, 35 mayoristas y 450 tiendas Express. También integra la operación el Banco de Servicios Financieros, que opera como brazo crediticio propio; la red tiene presencia en 110 municipios, emplea a 17.000 personas y concentra el 21,1% del mercado. El mandato de venta está en manos de Deutsche Bank, que conduce este proceso considerado estratégico por su impacto en la competencia y en la capilaridad territorial de las grandes cadenas del país.
Los principales candidatos
Francisco de Narváez aparece como el principal postulante para la compra, respaldado por el Grupo GDN, conformado por el propio empresario con el 60% del capital accionario y el fondo francés L Catterton con el 40% restante. GDN controla la red de supermercados Changomás, surgida tras la adquisición de las operaciones locales de Walmart en 2020, y suma experiencia en la gestión de cadenas de gran extensión. Según trascendió semanas atrás, De Narváez formalizó una oferta de 1.000 millones de dólares que incluye la integración de las tiendas, la continuidad de los 17.000 empleados que actualmente se desempeñan en Carrefour Argentina y el 21% de la cuota de mercado.
La propuesta de GDN habría incorporado además un acuerdo de ética y cumplimiento estricto para mantener la marca Carrefour en el territorio argentino, con el objetivo de garantizar que la operación de esa cadena y la de Changomás se gestionen como sociedades diferenciadas.
La disputa no se limitó a un solo actor. Los otros interesados son la cadena Coto, encabezada por Alfredo Coto, y el fondo estadounidense Klaff Realty, propietario de Tienda Inglesa. En las últimas horas trascendió que ambos habrían presentado una oferta conjunta, liderada por Klaff Realty con Coto como socio estratégico, bajo la premisa de ofrecer al grupo francés una salida más simple y sin continuidad de marca. Este medio, sin embargo, no pudo confirmar la veracidad de esa versión.
El plazo inicial para recibir ofertas estaba fijado para el 15 de noviembre. De Narváez fue el único que presentó formalmente su propuesta ese día, mostrando disposición para negociar el uso de la marca francesa y aceptar exigentes acuerdos de compliance. Los otros interesados pidieron una prórroga para elaborar una contraoferta que les permita ser competitivos y alinearse con los requisitos del grupo francés, especialmente en el último mes del año, cuando las ventas del sector crecen por las fiestas. La fecha definitiva para la presentación de propuestas se fijó para el 15 de diciembre, y esas negociaciones se desarrollaron mientras las cadenas concentraban su atención en el cierre de un mes clave para la facturación anual del rubro minorista.
La operación sobre la mesa representa una decisión estratégica para el grupo francés, que busca asegurar un traspaso que cumpla reglas claras, mantenga estándares operativos y preserve buena parte de la nómina existente.
El reparto geográfico de las sucursales y la baja superposición entre los locales de Changomás y Carrefour en el Área Metropolitana de Buenos Aires y el interior sostienen la hipótesis de que el proceso difícilmente encuentre objeciones regulatorias ante la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia. La compatibilidad territorial y el bajo riesgo de concentración explicarían que la operación avance sin trabas administrativas por parte de las autoridades.
Cualquiera sea el resultado, la definición del comprador y operador de Carrefour Argentina reconfigurará el mercado de supermercados y limitará o ampliará las opciones para proveedores, marcas y consumidores de todo el país.
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