Viernes, 21 de noviembre de 2025   |   Campo

Pronóstico anticipa episodio climático que intrigará a finales de 2025

Pronóstico anticipa episodio climático que intrigará a finales de 2025

Se acerca el verano, la época más importante para el agro, y la gran pregunta es qué ocurrirá con el clima. En esos meses la soja y el maíz —los cultivos de mayor peso económico— definen sus rindes y dependen de una adecuada oferta de agua para sostener su crecimiento.

Aunque hasta ahora se registraron lluvias abundantes en general, la campaña llega este año con un interrogante adicional: todos los pronósticos coinciden en que avanza un episodio de La Niña, un factor que siempre genera dudas sobre cómo se comportarán las precipitaciones en pleno desarrollo de los cultivos.

Así lo explicó el climatólogo Germán Heinzenknecht, que analizó en detalle qué podría pasar con las lluvias y cuáles son los momentos de mayor riesgo para los cultivos.

Según describió, el enfriamiento en el Pacífico Ecuatorial Central está plenamente instalado. “El tema, así como evento oceánico, está muy desarrollado, está afianzándose justamente el enfriamiento en la cuenca del Pacífico Ecuatorial Central. Eso se ha venido dando ya durante octubre; en lo que va a noviembre no cambió, se viene afianzando, o sea que el enfriamiento está”, señaló.

El punto clave, explicó, es que esta señal solo resulta problemática cuando se transmite a la atmósfera y altera la circulación regional. “Eso se vuelve un indicador de riesgo para el sudeste de Sudamérica y para la región pampeana en particular, cuando se acopla a la atmósfera y afecta la circulación. Eso por el momento no se ha visto”, detalló.

Hoy, el campo está en plena siembra de maíz y soja

Hasta ahora, noviembre mostró un comportamiento razonable. “En lo que va de noviembre viene lloviendo relativamente bien, algunas zonas un poco más salteadas, otras mejores provistas, pero en general la oferta de agua viene bien; el mes de noviembre va a cerrar sin afectación”, explicó.

Sin embargo, el panorama cambiará hacia adelante. Los modelos coinciden en que el momento de mayor riesgo se ubica en el pasaje entre diciembre y enero. “Los pronósticos marcan que posiblemente el momento de emparejamiento o de acople sea en la segunda parte de diciembre y la primera parte de enero. Ese podría ser un momento de mayor riesgo de algún pulso seco”, adelantó.

Heinzenknecht diferenció este posible episodio de lo ocurrido en campañas recientes. “Para mí no se van a dar condiciones como para que se establezca una sequía de consideración de alto impacto generalizada. A mí me parece que podemos tener faltantes de lluvia en ese periodo, entre mediados de diciembre y mediados de enero, muy similar a lo que pasó el año pasado”, señaló.

Lo determinante será la circulación regional, que podría amortiguar los efectos del enfriamiento oceánico. “Podría llegar a ser perfectamente compensado por la circulación de escala regional que mitigue el efecto negativo de esa niña”, afirmó.

El posible evento tiene dos características fundamentales: sería de corta duración y de baja intensidad. “Hay que aclarar que el fenómeno de La Niña que se puede dar va a tener dos características importantes. Va a ser breve y va a ser débil. Y esas son dos cosas que juegan a favor”, dijo.

En el centro oeste bonaerense hoy se registran inundaciones. Marcelo Manera – LA NACION

Aun así, se mantiene la cautela: “Nunca es bueno que el fenómeno de La Niña se desarrolle. Nadie quiere eso. Si lo tenés como indicador, a nadie le va a gustar. Pero una vez que se va instalando lo mejor es que sea por un corto periodo de tiempo y, sobre todo, con un débil efecto”.

Con esas condiciones, la probabilidad de impactos severos disminuye. “Si eso se da, la posibilidad de que tenga una afectación sobre la lluvia marcada disminuye significativamente. Pero no se puede quitar que haya algún pulso seco en ese periodo”, advirtió.

El tramo crítico, según el climatólogo, será justamente ese pasaje entre mediados de diciembre y mediados de enero, cuando coincide la etapa de mayor demanda atmosférica de los cultivos con la señal oceánica de enfriamiento. “En general ese es el momento para mí, el momento álgido de la campaña”, concluyó.

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