Martes, 30 de septiembre de 2025   |   Campo

Pronosticaron cosecha récord y más dólares; un economista hizo una dura advertencia

Pronosticaron cosecha récord y más dólares; un economista hizo una dura advertencia

En un contexto climático que hasta ahora ha dejado excelentes reservas hídricas, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires dio a conocer sus primeras proyecciones para la campaña gruesa 2025/26. Ramiro Costa, economista jefe de la entidad, destacó que la producción total prevista para el nuevo ciclo llegará a 142,6 millones de toneladas, lo que representa un aumento del 8,9% respecto del ciclo anterior. “Récord absoluto de producción de granos en la Argentina”, dijo Costa.

Ese volumen tendrá un fuerte impacto económico: las exportaciones aumentarían 3,3%, hasta US$32.938 millones, mientras que la recaudación fiscal consolidada se elevaría a US$12.905 millones, con una suba del 6,5%. Por su parte, el valor agregado de la campaña se ubicará en US$43.237 millones, un crecimiento del 1,5% como aporte al PBI. Aunque la cosecha será récord en volumen, no se replicará en valor debido a menores precios internacionales.

Costa remarcó: “Estos 143 millones de toneladas no son tan distintos a los 140 millones de 2018-2019. Claramente no estamos en un proceso de crecimiento”

Según el informe, la superficie destinada a los cuatro cultivos de mayor peso llegará a 29 millones de hectáreas. El maíz liderará el incremento, con un avance interanual del 9,9% y 7,8 millones de hectáreas; el girasol mostrará un salto del 22,7%, hasta 2,7 millones. El sorgo ocupará 0,9 millones de hectáreas, con un aumento del 10%, mientras que la soja retrocederá 4,3% interanual, quedando en 17,6 millones de hectáreas. En términos de producción, esto implicaría una caída del 3,6% respecto de la campaña anterior. Cabe recordar que, para la campaña de invierno, la Bolsa ya había estimado 6,7 millones de hectáreas y 22 millones de toneladas para trigo, y 1,3 millones de hectáreas y 5,3 millones de toneladas para cebada.

En cuanto a las proyecciones de producción de granos gruesos, se estima una cosecha de maíz de 58 millones de toneladas; soja, 48,5 millones; girasol, 5,8 millones; y sorgo, 3 millones de toneladas. El experto aclaró que estas cifras dependerán de la evolución de las precipitaciones y las temperaturas durante la ventana de siembra y el periodo crítico que define los rendimientos.

Según el informe, la superficie destinada a los cuatro cultivos de mayor peso alcanzará 29 millones de hectáreas

“Con este panorama, estamos proyectando un aumento del 18,4% en la producción de maíz y del 16% en girasol. La soja, en cambio, tendrá una caída que se estima en 3,6%”, señaló Costa en su presentación.

Subrayó que el clima es uno de los factores principales detrás de estas expectativas. “El escenario climático se presenta como neutral a mediano plazo y con excelentes reservas hídricas en gran parte de las regiones productivas”, indicó en su reporte.

El pronóstico, que contempla un 56% de probabilidad de un evento Niña entre septiembre y noviembre, muestra luego una tendencia hacia la neutralidad entre enero y marzo de 2026.

Las variaciones por cultivo

La disponibilidad de humedad, remarcó el técnico, ofrece una base sólida para alcanzar altos rendimientos en la nueva campaña, aun después de los problemas por excesos de agua que afectaron algunas zonas durante el invierno.

Costa puso el acento en el nivel tecnológico que los productores planean aplicar esta campaña. “Se observa una mayor intención de los productores de aplicar un alto nivel tecnológico, particularmente en maíz con destino a grano comercial, donde se proyecta un aumento del 8%”, dijo.

El uso de semillas de mayor potencial y la mayor incorporación de fertilizantes figuran entre las decisiones más relevantes. “Este resultado obedece en gran parte a factores climáticos, pero también a una apuesta clara por elevar la productividad”, remarcó Costa.

El retroceso de la soja, pese al buen contexto climático, refleja un cambio en las decisiones de los productores. “A pesar de registrarse una disminución respecto de la previa campaña, la intención de siembra continúa por encima del promedio de los últimos diez años”, señaló el documento presentado.

La Bolsa explicó que el doble cultivo trigo-soja de segunda sigue siendo una estrategia clave, aunque este año la mayor apuesta está concentrada en girasol y maíz.

El informe también detalló que el gasto en insumos y servicios de la producción agrícola alcanzará US$15.710 millones en la campaña 2025/26, lo que implica un aumento del 12,1% respecto del ciclo previo, aunque inferior al observado en 2023/24. Ese desembolso incluye herbicidas, insecticidas, fungicidas, semillas, tratamientos de semilla y fertilización, y refleja la magnitud de la apuesta productiva.

Para finalizar, Costa advirtió que “es un récord que no es para festejar tanto porque hace muchos años que la producción argentina está estancada, donde no crece de manera sistemática”.

Sobre los factores que frenan el desarrollo, sostuvo: “Derechos de exportación, brecha cambiaria, alta carga impositiva, condiciones climáticas desfavorables, falta de infraestructura y altos costos logísticos hacen que la competitividad argentina no pueda expresar el potencial que tiene”.

En esa línea, remarcó: “Estos 143 millones de toneladas no son tan distintos a los 140 millones de 2018-2019. Claramente no estamos en un proceso de crecimiento”.

Al comparar con la región, fue categórico: “Cuando vemos la evolución de países competidores, como Brasil, nos damos cuenta de que estamos absolutamente estancados. La Argentina tendría que estar hablando de 150 o 155 millones de toneladas como normal, no 130 millones como en los últimos años”.

Respecto de los factores coyunturales, explicó: “Estos 140 millones vienen muy apalancados por el efecto climático, pero no por decisiones de inversión decididas que permitan incrementar la productividad”.

Sobre las restricciones estructurales, señaló que el costo de transportar mercadería en la Argentina es muy alto y que la infraestructura y la logística son una de las principales limitantes. También apuntó otra debilidad: “El acceso al capital es el factor más escaso y, por eso, el más caro. El financiamiento sigue siendo un desafío mayúsculo para el agro argentino”.

Finalmente, planteó una meta ambiciosa: “Si parte de estas cuestiones se van corrigiendo, podremos pasar de campañas récord de 140 millones a campañas normales de ese nivel, y pensar en récords de 150 o 155 millones de toneladas, incluso alcanzar 200 millones en algunos años”.

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