
Pasadas las 9 de hoy, una numerosa cantidad de productores rurales y vecinos de Carlos Casares se reunieron en la rotonda de la ruta 5, en una de las entradas a la ciudad. Llegaron en tractores, camiones y otras máquinas para marchar hasta la municipalidad, donde presentaron un petitorio con más de 500 firmas exigiendo caminos transitables, obras hidráulicas y un protocolo de emergencia. “Menos discursos, más caminos. Queremos transitar, no nadar”, rezaba uno de los carteles colgado en una retroexcavadora, que resumía el espíritu de la convocatoria.
La movilización tuvo lugar en un contexto crítico por las inundaciones que afectan a gran parte del partido bonaerense. Los productores denunciaron que la falta de mantenimiento e infraestructura agravó la situación: caminos rurales intransitables, campos anegados y casi improductivos, y sectores totalmente aislados.
Productores en la movilización en Carlos Casares
En diálogo con LA NACION, Delfina Figueroa contó que desde temprano productores y vecinos se fueron congregando en la rotonda con sus máquinas. “Estuvimos repartiendo folletos a la gente que pasaba y rosarios para que nos ayuden a rezar”, recordó.
Poco antes de las diez organizaron una caravana hacia la Municipalidad. Al llegar, se estacionaron frente al edificio, colgaron pasacalles y reunieron nuevas firmas de vecinos que no habían podido estar en la rotonda, antes de presentar el petitorio por mesa de entradas.
Movilización de productores en Carlos Casares reclamando por caminos rurales
Allí los organizadores juntaron las últimas adhesiones y presentaron el documento por mesa de entradas. En total, la carta reunió entre 569 y 596 firmas electrónicas, además de siete planillas en papel con adhesiones.
La carta entregada al intendente, Daniel Stadnik, lleva por título “No es exceso de lluvia, es exceso de abandono”. Los productores sostuvieron que la situación actual “afecta la vida, salud, integridad y dignidad de las personas de la zona rural de Carlos Casares” y responsabilizaron al municipio por no haber adoptado medidas preventivas a tiempo.
“Reclamamos obras durante la sequía advirtiendo este escenario: no escuchó. No hizo nada. En marzo volvimos a alertarlo y en mayo le dijimos que el riesgo excedía y excedería lo productivo. No fuimos oídos y lo que debía prevenirse y gestionarse no se hizo. Eso tiene nombre: abandono estatal”, indicaron en el documento.
Además apuntaron que “la omisión en este contexto de riesgo conocido vulnera derechos humanos: vida e integridad personal, circulación, trabajo, propiedad, igualdad ante la ley y protección efectiva frente a emergencias”.
Asimismo, plantearon medidas concretas: la activación inmediata de Defensa Civil y la conformación de un Comité de Crisis con protocolo público; la realización de obras hidráulicas con fundamento técnico y prioridades auditables; trabajo planificado con responsables y control ciudadano; un calendario de acción y plan de emergencia para eventos críticos, publicado y actualizado; y un diálogo real y transparente con todos los vecinos.
La carta concluyó con un mensaje directo al intendente: “No hay más margen para ‘reuniones’ sin plan. Plan, plazos, obras, controles y resultados. No más palabras: acciones, porque no es exceso de lluvia, es exceso de abandono”.
Figueroa valoró el acompañamiento a la convocatoria. “Fue muy lindo ver que se juntó gente. Hoy los sentimientos en el campo son bastante duros: hay frustración, angustia, sensación de abandono, pero a pesar de todo la movilización se hizo igual”, dijo. Contó que algunos asistentes se emocionaron y que muchos otros no pudieron participar por el mal estado de los caminos. “Si no tenés una 4×4, directamente no podés salir. Mucha gente acompañó por redes o por teléfono”, agregó.
Pablo Zavala, otro productor de la zona, coincidió en que la movilización evidenció el malestar generalizado. “Se sumó gente de campo y también del pueblo, de todos lados, para pedir que se declare algún tipo de emergencia por el estado de los caminos. Hay personas totalmente aisladas. Queríamos hacer algo tranquilo, sin romper nada, y gracias a Dios salió todo bien”, dijo.
El productor explicó que la situación se volvió insostenible tras meses de reclamos sin respuesta. “Venimos con el agua al cuello. Esto no es nuevo: llovió mucho, sí, pero nunca estuvo todo tan mal con los caminos. Es un desastre, no están haciendo nada que mejore la situación”, expresó.
“No hay caminos. Hay chicos que no pueden ir al colegio, maestros que no pueden llegar, productores que no pueden sacar lo poco que cosecharon porque el resto se lo tapó el agua. Venimos reclamando hace meses y no pasa nada. Necesitamos una solución, y rápido”, advirtió.
Consultadas por LA NACION, fuentes del municipio declinaron hacer declaraciones sobre la movilización. Señalaron que el petitorio será respondido “dentro del expediente” en los aspectos de su competencia, y remarcaron que el manejo del agua corresponde a la provincia.