La falta de mantenimiento de los caminos rurales se ha vuelto insostenible en diversas zonas productivas de la provincia de Buenos Aires. Más allá de afectar la cosecha y el traslado de hacienda a los mercados, esta situación impacta directamente en la vida cotidiana de la población. La ausencia de respuestas por parte de los intendentes de áreas como Azul y Bolívar ha llevado a numerosos productores a dejar de pagar la tasa vial, ante la disminución de la contraprestación del servicio. Esto ha generado, en ciertos puntos, una creciente tensión con los productores, quienes ahora enfrentan embargos, juicios y un creciente desarraigo. El cierre de escuelas rurales, el desplazamiento de familias y la intransitabilidad de los caminos configuran un panorama conflictivo que trasciende lo económico y pone en riesgo la continuidad de la vida rural.
“No se puede sacar el ganado, no se ha cosechado la soja ni el maíz, y lo más grave es que se pierde la cultura y tradición del campo: 420 chicos no tienen escuela. En mayo-junio comenzamos las clases, pero muchos no pudieron asistir porque no logran llegar, y a los otros, nosotros los llevamos al colegio. Hay niños que no tienen acceso a internet para las clases virtuales. Ni durante la pandemia vivimos una situación como esta”, planteó Cristina Boubee, productora agropecuaria de la zona.
Boubee afirma que, sin la producción agropecuaria que de alguna manera ayuda a algunos niños a acceder a la educación, resulta imposible. “El Municipio sigue cobrando, y hoy los productores están intentando llevarlo a juicio porque no recibimos una contraprestación de servicio. Hay 20 caminos que los están arreglando los dueños de los campos. Lo absurdo es que este es un asunto que nos concierne a todos, ya que debemos unirnos para impulsar el desarrollo de los campos. Hemos acudido a la Defensoría del Pueblo para obtener una visión más clara, pero la mayoría está más enfocado en las elecciones”, afirmó.
Así están los caminos rurales de Azul, provincia de Buenos Aires
Además, Boubee se dedica a tareas sociales en la región. El año pasado entregó 15.000 litros de leche. “Estoy distribuyendo papas que quedan en los campos, las repartimos en 25 barrios, porque hay gente que las necesita desesperadamente. Hay una gran demanda”, relata. Para llevar a cabo esta labor, también debe transitar por esos caminos sin mantenimiento.
“Este año, sacar la cosecha gruesa me tomó tres meses, a pesar de estar en una de las mejores zonas de Azul. Antes, esa tarea tomaba un mes. Este año, nuestros camiones se atascaban y necesitábamos máquinas para poder sacarlos”, relata. En el recorrido hacia Tandil viejo hay al menos 38 cruces intransitables. La situación refleja un abandono total que afecta directamente a quienes viven y trabajan en la zona. Ahora, con el frío, nadie se atreve a salir, pero la cuestión no es el clima: los caminos son intransitables.
“Me gustaría que cualquier intendente de Axel Kicillof se sentara conmigo para que viera el estado de los caminos”, lamentó. “El gobernador apenas intentó trabajar en un 20% de la Ruta 80, donde actualmente hay numerosos baches”, dijo. Sin embargo, la productora señala que, a pesar de todo, se siguen cobrando guías y la tasa vial, pero ese dinero no se destina al mantenimiento vial. “¿Qué más falta? ¿Que directamente nos roben los campos?”, se preguntó Boubee. La situación se agrava en distintas zonas: en Cacharí y Parish, por ejemplo, no pueden trasladar los animales.
La semana pasada, en Bolívar, comenzaron a llegar embargos a los productores. Eliel Nabaes, presidente de la Federación Agraria local, declaró a LA NACION que en los últimos días el gobierno municipal envió embargos a productores por la falta de pagos de la tasa vial. Los representantes de la Federación Agraria, la Sociedad Rural y Carbap intentaron reunirse con el intendente Marcos Pisano, quien no los recibió. Sin embargo, al día siguiente, llegó un comunicado donde se afirmaba que solo se había recaudado el 55% de la tasa vial y que, debido a la baja cobrabilidad, no se podía prestar el servicio. Históricamente, la cobrabilidad es del 85%. Hasta el momento, se han enviado embargos a 13 productores.
Los caminos rurales de Bolívar, provincia de Buenos Aires
Existe una ordenanza municipal establece que, si se recauda el 100% de la tasa, al menos el 80% debe destinarse a caminos rurales. Actualmente, según las denuncias, apenas se aplica un 40%, y eso solo cuando se realiza alguna intervención. “La contraprestación no regresa. Lo que más duele es que esta gente está abandonando el campo”, lamentó Nabaes y añadió que la discusión se desvirtúa si se reduce a si se pagó o no. “El problema es que nos estamos quedando sin población rural. La vida en el campo está en peligro”, afirmó.
En el comunicado, el municipio también señaló que el presidente de la Sociedad Rural local, José Gabriel Erreka, mantiene una deuda de 13 millones de pesos por tasa vial. Los productores interpretaron que la difusión de este dato tenía la intención de desviar la atención del reclamo colectivo hacia una situación personal. “Hay caminos que llevan más de un año sin mantenimiento. Las inundaciones agravaron el estado de la red vial, exponiendo aún más una situación crítica que se arrastra desde hace tiempo. El agua no hizo más que revelar el abandono previo. No hubo respuesta antes ni después del desastre”, sentenció. Según el municipio, la deuda total de la tasa vial asciende a más de $3176 millones.
Nabaes subrayó que el problema no se limita a la salida de la producción: “Esto afecta la vida diaria. Hay escuelas rurales que están dejando de dar clases porque los caminos son intransitables. No se trata solo de producción, son familias que viven ahí, con pequeños productores que tienen sus animales y su forma de vida. Todo eso está en riesgo. Este reclamo se ha sostenido durante muchos años, principalmente por parte del sector agropecuario, debido a la falta de mantenimiento de los caminos rurales”.
Según el municipio de Bolívar, la deuda de la tasa vial asciende a los $3.176.500.498,46
Desde el municipio se ha minimizado el problema. “Nunca se atendieron los reclamos específicos ni se ofrecieron soluciones concretas. Todo el pueblo de Bolívar es consciente de esta problemática. Ya no es solo un sector que protesta, sino gran parte de la ciudad”, afirmó.
Agregó que son conscientes de que la relación campo-ciudad es fundamental. “Aquí en Bolívar, en este pueblo pequeño, donde todos nos conocemos, el vínculo entre campo y ciudad es crucial. Sin embargo, esto ha generado una situación muy triste, ya que muchas escuelas rurales han dejado de dar clases este año debido a la falta de mantenimiento de los caminos, lo que impide que lleguen tanto maestros como alumnos. Esto ha obligado a muchos niños a buscar nuevas oportunidades educativas, y detrás de eso, las familias deben cambiar toda su vida para poder apoyar a sus hijos”, concluyó.
Caminos rurales del partido de Azul, provincia de Buenos Aires
