
POSADAS, Misiones.- Ayer, una destacada convocatoria de referentes del sector productivo de la provincia se reunió en la capital para solicitar la derogación de la Ley de Bioinsumos, que entró en vigencia este mes. Esta normativa restringe el uso del glifosato y obliga a los productores a registrarse y cumplir con ciertos trámites burocráticos.
La Ley VIII-103 de Bioinsumos ha sido rechazada por productores de diversos rubros en Misiones, incluyendo yerba, forestaciones, té, tabaco y mandioca. Aquellos que deseen continuar utilizando el glifosato deben inscribirse en el Registro de acceso a la Prórroga para uso de Glifosato (Decreto 1608/24) en la página web del Ministerio del Agro.
Entre otros requisitos, los productores deben presentar documentación que demuestre que sus compradores exigen el uso de glifosato para poder acceder a esta excepción. Un caso notable es el de la industria del té, que ha recibido inquietudes de importadores estadounidenses preocupados por la calidad del producto si se elimina el herbicida en las plantaciones.
“Nos obligan a vivir en la ilegalidad; muy pocos productores se han anotado”, explicó a LA NACION Miguel Nuñez, diputado del PRO, proveniente del sector productivo de San Pedro y uno de los principales opositores a esta Ley impulsada por Carlos Rovira.
Sancionada hace dos años en medio de un amplio rechazo por parte del sector productivo, que sostiene que este insumo es esencial para desmalezar y cuidar los cultivos en una provincia donde, además, es difícil encontrar mano de obra para estas tareas manuales.
Por su parte, Rovira considera que esta Ley representa una oportunidad para convertir a Misiones en un “santuario verde”, conservando la mayor parte de la biodiversidad de Argentina. Esta estrategia también incluye la incursión de Misiones en la venta de bonos de carbono en el mercado voluntario, con una primera emisión estimada entre 70 y 80 millones de dólares por las capturas certificadas del monte misionero entre 2019 y 2022.
Habla Miguel Godina, de la Sociedad Rural de Ganado Menor
El glifosato hizo su aparición en Misiones hace 40 años y transformó de manera significativa el panorama productivo y social. Su uso ha reemplazado en parte la labor de miles de peones dedicados a desmalezar y trabajar en los campos.
“No se trata de defender el glifosato. El problema radica en que hasta la fecha no existe un reemplazo biológico que haya demostrado eficacia real en las condiciones productivas de Misiones, ni que sea accesible para los productores”, señalaron en un comunicado tras la masiva convocatoria de ayer en la sede de la Confederación Económica de Misiones (CEM).
El Registro de acceso a la Prórroga del Glifosato: “Casi nadie se anotó, no queremos vivir en la ilegalidad, que nos dejen producir libremente”, señalaron varios ayer en la reunión.
Frente al rechazo general del sector productivo hacia esta ley, el gobierno provincial decidió prorrogar la prohibición total del glifosato hasta 2030, con la condición de que los productores se registren a partir de este mes en el mencionado registro.
Los productores solicitan la derogación del artículo 7 de la Ley de Bioinsumos, que prohíbe el uso del glifosato, destacó Guillermo Fachinello, el anfitrión de la convocatoria. “Esperamos que esta semana comencemos a recibir llamadas para establecer un diálogo con el Gobierno”, afirmó Fachinello, titular de la CEM.
“El sector productivo está muy preocupado y desea trabajar en conjunto. Nadie en el Gobierno puede hacerse el sorprendido”, indicó este empresario del sector forestal. Hoy, Fachinello fue convocado a una reunión con el gobernador para discutir este tema, aunque aún no se ha dado a conocer ninguna novedad.
“No solo queremos la derogación del artículo 7, sino de toda la Ley de Bioinsumos”, agregó Nuñez, quien se propone presentar un proyecto de ley en la Legislatura.
Más allá de los aspectos técnicos, el trasfondo de esta solicitud tiene un marcado tinte político. El reclamo por la prohibición del glifosato ha logrado unir a empresarios y productores en la oposición al oficialismo misionero, que controla la provincia desde hace casi 25 años.
Raúl Karaben, Francisco Wipplinger, Victor Saguier, Ricardo Ranger, entre otros referentes de la yerba, cítricos y forestación. Fue la convocatoria más importante de empresarios y productores en tiempos recientes.
No se trata únicamente de permitir el uso del bioinsumo, sino también de enviar un mensaje claro sobre el descontento por haber sido obligados a aceptar una ley sancionada sin consultar al sector productivo, considerado por ellos como el principal afectado.
El malestar fue tan intenso que un importante empresario enfrentó a viva voz al diputado nacional “radical-peluca” Martín Arjol y a los diputados provinciales Javier Mela (“radical peluca”) y Cristian Castro (PAYS). Ante la consulta de LA NACION, uno de los organizadores aclaró que no tenían invitación y que se les había advertido sobre su prohibición de ingreso. Sin embargo, se permitió el acceso a Diego Hartfield y Adrián Nuñez, representantes de Javier Milei y recién electos como diputados provinciales. “Su presencia puede ser útil para canalizar reclamos en esta mesa de trabajo”, señalaron.
Ayer, además de Fachinello y Nuñez, se hicieron presentes destacados empresarios y productores de todo el arco productivo misionero, como Francisco “Pepi” Wipplinger, Victor Saguier, Rafael Scherer, Ricardo Ranger, Ariel Steffen, Miguel Godina, Gerardo Díaz Beltrán, Manfredo Seifert y Sergio Dellapierre. Varios de los asistentes llevaban un cartel con la leyenda: “No maten a la producción”.