
Pese a que el presidente Javier Milei resolvió anoche el veto a la ley para distribuir los Aportes del Tesoro Nacional (ATN), el ministro de Economía, Luis Caputo, trabaja para negociar con los gobernadores en el marco del Presupuesto 2026 y avanzar en las reformas pendientes que además pide el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Funcionarios de primera línea ratificaron toda la semana que los vetos del Presidente iban a ser totales para todas las leyes que aprobó el Congreso, pero el giro en la estrategia de diálogo que impulsó el Gobierno Nacional con las provincias generó expectativa sobre los fondos de emergencia que piden los mandatarios.
ATN, Presupuesto y reformas
La ley, que fue presentada en su momento con la firma de los 24 distritos del país, dispone la distribución automática y diaria de esos recursos. La piden porque argumentan que la Nación sostiene el superávit fiscal con la plata que le corresponde a las provincias. Según un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) que dirige Nadín Argañaraz esto equivaldría al 0,11% del PBI para el año 2025, lo cual es el equivalente a $980.000 millones anuales.
Pero pese a la nueva predisposición del Gobierno a sanar el vínculo con las provincias, no hubo vuelta atrás en la decisión de Javier Milei de vetar la ley que distribuye los ATN. Incluso siendo que el propio oficialismo parlamentario presentó una contrapropuesta propia durante el tratamiento en Diputados para que esos fondos se redistribuyan pero al final de que cada año fiscal en vez de periódicamente.
El Gobierno quiere mostrar que se dispone a negociar con los gobernadores pero en otros términos. “No será con un revólver en la cabeza”, decía un influyente de la Casa Rosada. Milei lo avaló con la creación de la Mesa Federal con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, a la cabeza, y en el medio está la presentación del Presupuesto 2026 que el Presidente grabará este lunes 15 de septiembre a las 17 para pasarlo por cadena nacional a las 21.
“En esta nueva etapa en que consideramos imprescindible implementar las reformas estructurales en las que hemos trabajado, estamos dispuestos a profundizar los vínculos con las provincias que comparten el espíritu de cambio“, aseguró el comunicado que difundió Francos tras inaugurar la Mesa Federal que ordenó Milei junto con el flamante ministro del Interior, Lisandro Catalán, y el titular del Palacio de Hacienda.
El Gobierno estrenó ayer, en esa misma mesa, el primer desfile de gobernadores con los mandatarios afines que acordaron con La Libertad Avanza para la elección Nacional: el entrerriano Rogelio Frigerio, el chaqueño Leandro Zdero y el mendocino Alfredo Cornejo. El dato político del día es que a Zdero también lo recibió Eduardo “Lule” Menem, el armador de Karina Milei que se presumía apartado de la mesa política.
El Gobierno piensa en aprovechar ese desvío para discutir el nuevo esquema tributario y de coparticipación con los gobernadores. Las fuentes de Casa Rosada no pudieron confirmar si el paquete de reformas se incluirían dentro del propio proyecto de Presupuesto o si correrán por separado, pero insistieron: “Es algo que tenemos en la cabeza”.
De hecho, en la última revisión del FMI el organismo requirió reformas adicionales para “reformar el marco de reparto de ingresos para alinear mejor los incentivos fiscales entre los gobiernos federal y provincial, así como para reducir las elevadas rigideces presupuestarias que complican los ajustes a los shocks”.
A diferencia del año pasado, el Gobierno interpreta que no es viable volver a prorrogar el presupuesto y se disponen a conseguir el apoyo suficiente para aprobarlo. Además de que es un pedido del FMI, este próximo año solo podrían prorrogarlo cada tres meses.
Todo esto atravesará la discusión parlamentaria a partir de la semana que viene. Con esto en mente también piensan incluir pronto la reforma laboral, según precisaron en Casa Rosada, que además viene avanzando en conjunto con el Consejo de Mayo. Tanto esta como la tributaria fueron las que mencionaron como prioridad, en conjunto con el Presupuesto.
Caputo no pudo avanzar con su proyecto para recaudar los dólares “del colchón” porque la crisis política en el Congreso no permitió abrir el recinto para ninguna iniciativa del oficialismo y ahora el Gobierno deposita la confianza en él, a quien ven como un nexo con todos los gobernadores (incluso los más díscolos), para que se destrabe el Congreso.
“Tiene una muy buena relación con todos los gobernadores, y no solamente con los que son aliados”, interpretó una fuente de la mesa chica presidencial.
Tal como contó El Cronista, la incorporación de Luis Caputo a la Mesa Federal de Francos y Catalán fue leída como un “símbolo” de que la Nación está dispuesta a disponer recursos del Estado mientras sea en el marco del programa económico de Milei.
De hecho, este miércoles el ministro también recibió en el Palacio de Hacienda al gobernador de Chubut, Ignacio Torres y el ministro de Economía y Producción de Tucumán, Daniel Abad, para avanzar en la normalización de las relaciones fiscales con las provincias al firmar convenios con Chubut y Tucumán en el marco del Régimen de Extinción de Obligaciones Recíprocas. Se trata, en esencia, de compensar deudas entre Nación y Provincia y transferir obras y viviendas.
El as bajo la manga de Caputo
Otro hito de la semana es que el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Ilan Goldfajn, se reunió el lunes con Javier Milei, Luis Caputo, Guillermo Francos y el secretario de Finanzas, Pablo Quirno. El encuentro, si bien alegaron que estaba programado hace semanas, fue una de las primeras reuniones tras la derrota electoral y en medio de las reuniones de Gabinete que apuntaron a reconfigurar la estrategia política de cara a octubre.
De allí surgieron más definiciones entorno a la Estrategia País 2025, que consiste en un financiamiento total de u$s 10.000 millones a tres años, de los cuales u$s 7.000 millones son para el sector público. Según contó El Cronista, entre los puntos claves del préstamo es que podría estar destinado a las provincias con garantía soberana. De esta manera, como la garantía sería del Gobierno Nacional se permitiría que los fondos fluyan a través del Tesoro.