
Mientras exigen tolerancia cero al alcohol en rutas, elgobierno y las principales cámaras de la industria vitivinícola dicen: De nadasirve bajar del 0,5% actual de alcohol en sangre a 0%, si no hay más controlesy castigos a los infractores.
Mendoza, la provincia del turismo del vino, vive una crisisde tránsito con muertes vinculadas a la conducción imprudente y al consumo dealcohol al volante. Si bien las estadísticas hablan de una baja del 22% enmuertes por accidentes de tránsito en lo que va de 2019 comparado con el añopasado, los casos resonantes de jóvenes que mueren o matan por manejar conexceso de alcohol han generado el reclamo por penas más duras y una política detolerancia cero al alcohol en las rutas, como ya han aplicado Córdoba, Salta,Tucumán, La Rioja, Neuquén, Entre Ríos y Mar del Plata.
Las historias dramáticas suceden semana tras semana: eldomingo pasado, el jugador de fútbol del club Godoy Cruz, Luciano Pizarro (22),fue detenido -luego liberado por el pago de una fianza de un millón de pesos-cuando manejaba alcoholizado, atropelló a una moto en la que venían trespersonas y mató a una chica de 17 años. El 8 de julio, murió Julieta Testa(25), hija del conocido entrenador de vóley Luis Testa, en el vuelco de unacamioneta conducida por su novio alcoholizado. Y un mes atrás, otro accidentese llevó la vida de Luciana Montarulli (27) cuando volvía de bailar. La jovenviajaba en un taxi que fue embestido desde atrás por el auto que conducía elmédico José Paulos, quien había consumido el cuádruple de alcohol permitido alvolante.
Más allá de la conmoción, la posición del gobierno delradical Alfredo Cornejo y las principales cámaras de la industria del vino escoincidente: “De nada sirve bajar del 0,5% actual de alcohol en sangrepermitido a 0%, si no hay más controles y castigos a los infractores”. Elgobierno de Mendoza presentará la semana que viene un proyecto para modificarel Código Procesal Penal para el endurecimiento de las multas por conducir enestado de ebriedad. “El 0,5 es una cifra razonable que no hace perder laconciencia al conductor. Los accidentes trágicos han sido de más de 1 (gramo dealcohol en sangre”, dijo Cornejo. Y aclaró que establecer la tolerancia cero”sería perjudicial para una de las industrias emblemáticas de Mendoza, por loque sería actuar en contrasentido”, en referencia a la vitivinicultura.
Para los familiares de las víctimas, el cambio de legislaciónayudaría a prevenir muertes. Juan Mayores, coordinador de la ONG EstrellasAmarillas de Mendoza, integrada por familias víctimas de accidentes detránsito, explicó que en el 95% de los casos, los siniestros se producen porimprudencias de los conductores”. Tenemos que concientizar a la población quemanejar un auto es como si tuviéramos un arma y que puede ser disparada”, dijoAndrés Vilouta, papá de Alan (19) que murió atropellado por un conductor ebriocuando cruzaba el Acceso Sur, en Guaymallén.
Los turistas que llegan a Mendoza se sorprenden con lacantidad de estrellas amarillas pintadas en las calles. La imagen estampadasignifica que alguien murió en ese lugar. Es un homenaje y una señal de alertade sitios peligrosos para otros conductores. Desde enero de 2018, cuando en laONG comenzó la campaña de colocar estrellas en los lugares donde murieronpersonas, llevan más de 160 pintadas.
Las cámaras empresarias ligadas a la industria del vinoniegan que exista un lobby bodeguero sobre la posición que tiene el gobiernolocal. El gerente del Fondo Vitivinícola y directivo de la Unión Vitivinícola(UVA), Sergio Villanueva, opinó: “Nos hemos reunido e informado con la Agenciade Seguridad Vial de la Nación y el Observatorio Latinoamericano Vial, losexpertos adviertes que la mayor siniestralidad se da por la falta de controles,educación y penalidad; y no por el 0,5% de alcohol permitido. La toleranciacero no soluciona el problema”. Sostiene, además, que el vino es un productoque básicamente se consume con gastronomía, el 85% lo bebe en el hogar, y nohay un consumo de vino ligado a la previa de los jóvenes”.
Desde Bodegas de Argentina, Francisco Do Pico (GrupoPeñaflor) afirma: “No sirve un ley de alcohol cero si no hay controles, loimportante es fiscalizar que se cumpla el 0,5% permitido (un vaso de vino).Estamos de acuerdo con mayores castigos para los que con infringen esta norma”.Y mostró las estadísticas que demuestran que no crece el consumo de alcoholsino los episodios de abuso de alcohol: “En Argentina cae el consumo de vino.De 100 litros per capita al año que se consumían en 1970, pasamos a 18 litrospor persona anual en 2018. Cuando uno mira los patrones de consumo, por suertepara nuestra industria, el abuso del alcohol no tiene que ver con el vinoporque sabemos que cuando la industria del vino comunica no invita al exceso”.
Seis provincias ya se diferencian de la legislación nacional-donde el límite es 0,5 gramos de alcohol por litro de sangre-, al optar por latolerancia cero. Según la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), sonCórdoba, Salta, Tucumán, La Rioja, Neuquén y Entre Ríos. El último año, se sumóla ciudad de mar del Plata. En la provincia de Buenos Aires, que concentra másdel 35% de la población del país, rige el límite de 0,5.
“Queremos que la multa por conducir alcoholizado se másonerosa (actualmente es de 18 mil pesos) y que la sanción incluya el arresto de10 a 90 días, de acuerdo a la infracción y la reincidencia en el delito”,explicó Néstor Majul, responsable de Relaciones con la Comunidad del gobiernode Mendoza. Aseguró que en la provincia del vino hay menos muertes poraccidentes este año: “de 126 muertes en el primer semestre de 2018, pasamos a87 casos en 2019”. De todos modos, elfuncionario admitió que han aumentado las multas por consumo de alcohol al volante,mil más que el año pasado: “Es por la mayor cantidad de controles, cuandoasumimos en 2015 había 3 alcoholímetros en toda la provincia, ahora tenemos45”, subrayó.



