
Tras la reciente venta de su 50% en la productora de fertilizantes Profertil a Adecoagro —operación que le permitió sumar US$600 millones—, la petrolera avanzará ahora con otro movimiento estratégico: incorporar un socio privado para su negocio de insumos, YPF Agro. La iniciativa, que Horacio Marín, presidente y CEO, anticipó en la última Exposición Rural de Palermo, busca reordenar un canal clave de comercialización, mejorar su rentabilidad y potenciar su verdadera fortaleza, en un contexto en el que la compañía pretende optimizar recursos para sostener su plan de inversiones con Vaca Muerta como eje central.
Aunque desde YPF evitaron detallar el monto de la operación, fuentes de la empresa señalaron que se trata de una transacción millonaria. Hace semanas este medio consignó que la petrolera había sondeado a grandes compañías del agro para participar del negocio. Según explicaron, el proceso continúa bajo un esquema de licitación, con la asistencia de dos bancos internacionales especializados en el sector agroindustrial, ya designados para acompañar la operación.
En una primera etapa se confeccionó una “shortlist” de empresas interesadas, entre las que figuraron Grobocopatel Hnos. SA, ADM Agrícola SA, Allaria Agrofinanzas SA, Macro Agro SA, CHS Inc. y Lartirigoyen & Cía. SA. Según pudo saber LA NACION, con esta última firma sería con la que se estaría avanzando con mayor profundidad en las negociaciones.
Horacio Marín, presidente y CEO de YPF
El proceso incluyó la distribución de un teaser confidencial en el que se describieron las características generales del negocio y los ejes de la futura sociedad mixta, para que las firmas interesadas pudieran analizar la propuesta. “Lo que se hizo es tener el teaser confidencial con la descripción general del negocio y los lineamientos de la futura sociedad mixta”, indicaron.
En la compañía recordaron que, hasta ahora, YPF Agro no funcionaba como una sociedad independiente sino como un canal de comercialización dentro de la petrolera. Por eso la estrategia elegida fue crear una nueva empresa en la que YPF conservará el 50% de las acciones y el 50% restante quedará en manos del socio que resulte ganador de la licitación.
Según el esquema previsto, el área financiera y la administración quedarán a cargo de la petrolera estatal, mientras que la comercialización será responsabilidad del socio privado. “Tenemos una marca que vale, con las 140 distribuidoras que tiene YPF Agro en todo el país y el equipo que está trabajando en la actualidad. Es crear YPF Agro y sumar un socio al 50%”, explicaron.
La razón principal de la decisión está vinculada con la operatoria comercial con el productor. “La pregunta fue por qué sumar un socio del agro. Porque el socio del agro va a poder venderle al chacarero el combustible y cobrar en granos. Y ellos sabrán qué hacer con los granos”, señalaron las fuentes.
En ese sentido admitieron que la operatoria actual presenta limitaciones para una petrolera. “Como YPF, no sabemos qué hacer con los granos y somos el cuarto exportador de granos de la Argentina e importador de semillas”, reconocieron. En la práctica, YPF vende combustible y recibe granos como forma de pago, una dinámica que no se alinea con su negocio centrado en el petróleo.
El objetivo es que, con el nuevo socio, YPF venda el combustible a la sociedad mixta y reciba el pago en pesos o dólares, mientras que la empresa especializada se encargue de comercializar los granos entregados por los productores. “Estamos negociando el valor de ese 50%. La idea es potenciarlo y que YPF Agro después se transforme y crezca”, indicaron.
Hoy, YPF Agro opera como un canal de comercialización de unos US$20 millones anuales. “El problema que tiene YPF es que vende el combustible y le devuelven granos. Somos una petrolera y no sabemos vender granos”, insistieron. El objetivo es captar rentabilidad donde hoy no la hay, agregaron.
El origen de este replanteo se remonta al inicio de la gestión de Marín como presidente de YPF. Al asumir, comenzó a exigir rentabilidad a cada uno de los negocios de la compañía. Cuando pidió resultados a los ejecutivos de YPF Agro, “estaba el saco roto, en rojo y no podían ni decirlo, muchas veces perdía plata: no generaba rentabilidad con un negocio extraordinario”.
“Chapeau para los que lo inventaron hace 20 años este negocio extraordinario. Y pese a no tener rentabilidad no era para cerrarlo porque es tan bueno que está Shell Agro, Puma Agro y Axion Agro”, señalaron
Pese a ello, descartaron cerrar el negocio. “Chapeau para los que inventaron hace 20 años este negocio extraordinario. Y, pese a no tener rentabilidad, no era para cerrarlo porque es tan bueno que está Shell Agro, Puma Agro y Axion Agro”, señalaron.
La conclusión fue tajante: el problema no estaba en el concepto sino en la ejecución. “Entonces, el problema lo tenía YPF”, explicaron. A partir de ahora, la petrolera se concentrará en vender combustible y el socio agroindustrial en gestionar el intercambio por granos.
En el nuevo esquema, YPF conservará el control financiero y administrativo, cobrará por el combustible y participará de las ganancias. “A partir de ahora gana el valor del gasoil más la rentabilidad de la compañía, que hasta ahora era cero”, detallaron las fuentes.
Por una cuestión de transparencia, Marín pidió que ningún integrante del comité ejecutivo conozca los precios ofertados en la licitación. “Estos meses, entraremos a negociar con el banco y luego con el que mejor está posicionado. Veremos si se puede hacer y si no se puede hacer, nos vamos”, resumieron.
Esta decisión se produce en paralelo con la reciente venta del 50% de Profertil a Adecoagro, que ya había adquirido ese mismo porcentaje que estaba en manos de Nutrien. En ese momento Adecoagro consultó la posibilidad de comprar el 100% de la compañía por US$1200 millones. Finalmente, un 90% quedó en manos del grupo agroindustrial Adecoagro y un 10% para la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA). Actualmente, Profertil produce 1,3 millones de toneladas de urea en la planta de Bahía Blanca.
Mariano Bosch, CEO de Adecoagro, y Horacio Marin, presidente de YPF
En ese momento, el directorio de YPF no tenía previsto desprenderse de la firma, pero recibió una oferta no vinculante. “Fue inesperado, fue una proactividad de Adecoagro. Podía no haber pasado”, relataron.
La propuesta fue evaluada por el área de nuevos negocios y coincidió con un escenario que anticipaba una posible caída en el precio del petróleo, lo que llevó a YPF a buscar mayor flujo de caja para sostener su estrategia energética. Según aclararon, la provisión de gas para la producción de urea seguirá estando a cargo de YPF, aunque no en un 100%. “Hay un contrato de provisión. Hasta ahora, el directorio aprobó la venta e instruyó al comité ejecutivo para que venda”, explicaron.
La operación aún se encuentra en etapa de definición contractual. “Eso todavía no está definido. El año próximo muy probablemente se vaya a cristalizar la venta”, concluyeron las fuentes.




