
El aumento del gasto que se permitieron las provincias durante el año electoral desmejoró sus cuentas fiscales: un tercio de ellas abandonaron el superávit que habían conseguido el año pasado y lo convirtieron en déficit. Los gobernadores deberán ahora afrontar los pagos de fin de año y para eso retomaron el ajuste en algunas áreas y aceleraron la toma de deuda.
La Casa Rosada y los mandatarios provinciales iniciaron un ida y vuelta tras las elecciones de medio término para buscar acuerdos sobre los dos temas centrales que abordará el Congreso renovado: el Presupuesto 2026 y el paquete de reformas estructurales. Los gobernadores aprovecharon las reuniones cara a cara para plantear sus propios reclamos, principalmente los económicos.
Las finanzas de las provincias es un tema que aparece de manera reiterada en las mesas de negociación con la Nación, la mayoría de las veces por deudas cruzadas que tienen la Casa Rosada y gobernadores y por la presión fiscal que la mayoría ejerce -principalmente por Ingresos Brutos- para financiar su gasto público.
El Gobierno nacional les reclamó a las provincias durante los primeros meses del mandato de Javier Milei que ejecuten su propio ajuste fiscal y para eso recortó casi a cero las transferencias corrientes y de capital (para obra pública). Eso forzó a los gobernadores a aplicar podas y evitar un desequilibrio mayor en sus arcas.
A lo largo del 2024, mientras la Nación cortó 32% su gasto, las provincias lo hicieron en un 25%. El 2025 la tendencia fue la contraria: Milei continuó en equilibrio fiscal, mientras buena parte de las provincias aumentaron el gasto en el contexto de los meses previos a las elecciones legislativas.
Distintos informes de consultoras privadas en base a información oficial de cada gobernación reflejaron esa conclusión. Un informe de 1816, por ejemplo, midió que entre todas las provincias en el segundo trimestre del 2024 llegaron a registrar un superávit fiscal total de 1% del PBI, y que un año después ese número viró hacia un déficit de 0,3% del Producto.
Esa desmejora estuvo explicada en que todas las provincias, sin excepción, incrementaron el nivel de su gasto total en lo que va de 2025. Algunas lo hicieron a ritmo superior al 30% en comparación con el año pasado como Formosa, Tucumán, Tierra del Fuego o Santiago del Estero; y otras con variaciones menores como Buenos Aires (4,7%), Misiones (6,3%), Catamarca (8,1%) o CABA (8,7%).
Ahora bien, ¿en qué gastaron los gobernadores en la previa electoral? Un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) lo analizó en detalle: el 36% de ese aumento total de los gastos que tuvieron las provincias fue para Salarios que pagan las arcas provinciales. Un 20% está explicado en Bienes y servicios (entre ellos medicamentos) y un 17% en Inversión real directa, lo que se traduce como obra pública.
En ese paisaje de gastos creciendo por encima de los ingresos, quedó plasmado un panorama con provincias con déficits muy altos. Según 1816, en Chaco el rojo fiscal de sus últimos doce meses equivale al 12% de sus ingresos y le siguen Tierra del Fuego (10%), Buenos Aires (7,3%), Chubut (6,8%) y Corrientes (5,5%).
Por el contrario, con superávits amplios en el último año quedaron Santiago del Estero (equivalente a 8,8% de sus ingresos), San Luis (7,6%), Jujuy (4,9%), San Juan (4,2%), CABA (4,1%) y Córdoba (1,8%). Estas últimas dos tienen, además, acceso al mercado internacional de deuda. Córdoba lo hizo en junio y la Ciudad este martes.
Como conclusión, la consultora especializada en finanzas provinciales Politikón Chaco resumió: hasta el segundo trimestre, en comparación con un año atrás, ninguna provincia mejoró su perfil fiscal. Trece gobernaciones sostuvieron el superávit financiero -que contempla también los intereses de deuda- pero fue más leve que en 2024.
En tanto, hay ocho provincias que al cierre del primer semestre de 2024 tenían excedente fiscal y lo convirtieron en déficit. Entre ellas están Chubut, Entre Ríos, Santa Fe, Corrientes, Chaco, Santa Cruz, Tucumán y Tierra del Fuego. Las tres primeras también están en la fila para conseguir financiamiento en dólares en Wall Street. Buenos Aires ya tenía déficit en 2024 y este año lo profundizó.
“Hay provincias que están más comprometidas por sus resultados financieros pero empiezan a desacelerar el gasto de capital, entonces hay una previsión presupuestaria para asignar mayor presupuesto para los pagos de fin de año”, explicó Alejandro Pegoraro, director de Politikón Chaco.
También mencionó que algunas jurisdicciones hicieron más recurrente la salida al mercado financiero para buscar fondeo y cubrir esos baches. “Algunas salen al mercado de deuda local con letras o bonos de su Tesoro, por ejemplo Tierra del Fuego, Mendoza y otros con situaciones complicadas como Chaco y Buenos Aires que todos los meses tienen su emisión de letras”, amplió en diálogo con Clarín.
Como conclusión, Pegoraro aseveró que “no debería haber problemas para los pagos de fin de año, pero los gobernadores están haciendo las previsiones correspondientes con deuda y una desaceleración de otros gastos”.




