
La Policía de Entre Ríos ha anunciado un conjunto de medidas orientadas a la “reorganización, modernización y bienestar”, tras registrar seis suicidios de personal en lo que va del año. Se establecerá una División de Bienestar Policial y la portación del arma reglamentaria quedará restringida exclusivamente al turno de servicio. Además, se implementarán controles de alcoholemia y consumo de estupefacientes para el personal en actividad.
El mes pasado, el Ministerio de Seguridad y Justicia lanzó una línea telefónica de atención disponible las 24 horas para ofrecer contención a la comunidad policial. El ministro, Néstor Roncaglia, manifestó su preocupación por la salud mental del personal y destacó la presencia de un equipo de asistencia permanente.
Este martes, se dieron a conocer diversas acciones que integran “un plan integral orientado a fortalecer la función policial y el bienestar del personal, adaptando la institución a las demandas actuales de la sociedad”, según un comunicado de prensa oficial.
Entre las medidas destacadas, se anunció una restricción en la portación del arma reglamentaria exclusivamente al turno de servicio, aunque no se especificó cómo se implementará esta decisión ni dónde se almacenarán las armas tras su entrega por parte de los uniformados.
Asimismo, se ha iniciado la reubicación de funcionarios policiales que estaban realizando tareas administrativas en diversas comisarías, con el objetivo de fortalecer la presencia policial en el territorio y permitir que el personal disfrute de sus licencias sin afectar el servicio.
Se han promovido varios proyectos dirigidos a mejorar la institución, centrados en el bienestar, la salud y la formación profesional. En este sentido, se ha creado la División Bienestar Policial, que se encargará del cuidado integral del personal. A través de esta división se implementarán exámenes médicos periódicos, actividades físicas progresivas y evaluaciones anuales de salud.
Además, se establecerá un protocolo de acompañamiento para situaciones que requieran atención especial, priorizando el bienestar del personal.
Con miras a reforzar la profesionalización, se está evaluando la posibilidad de que el cuarto año de la Licenciatura en Seguridad Pública y Ciudadana se ofrezca en modalidad virtual, permitiendo que los oficiales que concluyen su formación puedan asumir sus funciones de manera inmediata.
En lo que respecta a la formación, se actualizarán los perfiles de selección de nuevos policías, integrando criterios psicológicos y competencias ajustadas a las demandas actuales. Asimismo, se llevarán a cabo controles de alcoholemia y consumo de estupefacientes para el personal en servicio, a fin de elevar los estándares de responsabilidad y profesionalismo.
Por último, se está considerando por parte del Ministerio Público Fiscal un nuevo Protocolo de Uso Racional de la Fuerza, elaborado con la participación de la Dirección de Derechos Humanos, que incorpora el uso de armas no letales como herramienta complementaria en las intervenciones policiales.