La policía de Nueva Gales del Sur informó este martes que halló explosivos improvisados y “dos banderas artesanales de ISIS” en el interior de un automóvil vinculado a Naveed Akram, uno de los autores del ataque terrorista del domingo en Bondi Beach, ocurrido durante la celebración de la festividad judía de Janucá.
El hallazgo se produjo en un vehículo registrado a nombre de Naveed Akram y estacionado cerca de la playa tras el tiroteo que dejó 15 muertos y más de 40 heridos, uno de los ataques más letales en Australia en los últimos años. La información fue confirmada por el comisario de la policía estatal, Mal Lanyon, en una conferencia de prensa.
“En el interior del automóvil se encontraron explosivos improvisados y dos banderas artesanales de ISIS”, declaró Lanyon al detallar los avances de la investigación en curso. El jefe policial no precisó el tipo de artefactos hallados.
Las autoridades australianas calificaron el ataque como un acto “terrorista” motivado por el antisemitismo. El primer ministro, Anthony Albanese, afirmó este martes que los atacantes probablemente actuaron impulsados por la ideología del Estado Islámico (EI).
“Al parecer, esto estuvo motivado por la ideología del Estado Islámico”, afirmó el jefe de Gobierno en declaraciones a la cadena pública ABC.
Los autores fueron Sajid Akram, de 50 años, y su hijo Naveed Akram, de 24. Ambos abrieron fuego con armas de cañón largo contra una multitud reunida en Bondi Beach —una de las zonas más concurridas de Sídney— durante unos diez minutos. El padre murió abatido por la policía en el lugar; el hijo permanece en coma, internado bajo custodia policial.
Según Lanyon, el vehículo hallado cerca de la playa constituye una de las principales evidencias analizadas por los investigadores, junto a registros de comunicaciones, desplazamientos y antecedentes de los atacantes. La presencia de símbolos asociados al Estado Islámico y de explosivos improvisados amplió el alcance de la investigación antiterrorista.
Albanese confirmó que Naveed Akram había sido identificado por la agencia de inteligencia australiana en 2019, aunque entonces no fue considerado una amenaza inmediata. “Eso no significa que existiera información suficiente para anticipar un ataque de esta magnitud”, señaló el primer ministro al ser consultado sobre posibles fallas en los mecanismos de prevención.
La policía continúa reconstruyendo los movimientos de padre e hijo en las semanas previas al ataque. Una de las líneas centrales apunta a un viaje a Filipinas realizado en noviembre, donde ambos permanecieron varias semanas. El Departamento de Migración de Filipinas confirmó que ingresaron al país el 1 de noviembre, con el padre registrado como ciudadano indio y el hijo como nacional australiano.
“Las razones del viaje, el propósito y los lugares que visitaron están bajo investigación”, indicó Lanyon. Las autoridades australianas investigan si durante esa estadía mantuvieron contactos con redes extremistas o realizaron actividades vinculadas a procesos de radicalización.
El día del ataque, Naveed Akram informó a su madre que se ausentaría para ir a pescar, según indicaron los investigadores. No obstante, la policía sostiene que ambos se refugiaron en un apartamento alquilado, donde planificaron el ataque armado antes de dirigirse a la playa.
(Con información de AFP)




