Un operativo de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires se llevó a cabo este domingo a las 2 de la madrugada para desalojar a un grupo de militantes que acampaban en las cercanías del departamento de la exvicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, situado en la calle San José al 1111, en el barrio porteño de Constitución.
Fuentes oficiales indicaron que el procedimiento se llevó a cabo sin incidentes ni represión. “No se reprimió a nadie. Se limpió la zona y se fueron”, afirmaron voceros policiales consultados por Infobae.
El operativo incluyó el desarme de carpas, banderas y estructuras instaladas sobre la vía pública, sin que se reportaran enfrentamientos ni detenciones.
Pasadas las 3 de la mañana, los efectivos ya no se encontraban en el lugar y la circulación vehicular se había restablecido. Según las autoridades, el despliegue tuvo como razón la necesidad de “liberar el espacio público”, y se ejecutó de forma sorpresiva para evitar disturbios.
Después de que la Corte Suprema confirmara su condena a 6 años en la causa Vialidad, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner solicitó al Tribunal Oral Federal 2 cumplir la pena bajo la modalidad de prisión domiciliaria. La solicitud fue presentada por su abogado, Carlos Beraldi, quien argumentó que el contexto de seguridad personal y su rol institucional como exmandataria impiden una detención en una unidad penitenciaria común.
El escrito presentado ante el tribunal destacó el intento de homicidio sufrido por Kirchner en septiembre de 2022 como principal antecedente para solicitar medidas especiales de custodia. Además, la defensa argumentó que, por su condición de expresidenta y exvicepresidenta, corresponde un régimen de reclusión separado del resto de la población carcelaria.
La solicitud incluye, de manera explícita, el pedido de no utilizar tobillera electrónica, bajo el argumento de que la exmandataria cuenta con seguridad oficial permanente durante las 24 horas.
La dirección propuesta para cumplir la detención es una vivienda situada en la calle San José al 1100, en el barrio porteño de Constitución, donde reside actualmente con su hija Florencia Kirchner.
El lugar fue inspeccionado por la Dirección de Control y Asistencia de Ejecución Penal, cuyas peritos concluyeron que reúne las condiciones necesarias para el cumplimiento del arresto domiciliario. El informe incluye un análisis del entorno, la circulación en la zona, la configuración de las viviendas colindantes y otros elementos relevantes para la evaluación judicial.
En el texto presentado ante el tribunal, la defensa sostuvo que “resulta incontrovertible” que la pena privativa de libertad “sólo puede ser llevada a cabo bajo la modalidad de detención domiciliaria”. Y subrayó que alojarla en una institución carcelaria “no es compatible con los recaudos de seguridad que deben serle garantizados”.
En caso de que la Justicia conceda la prisión domiciliaria, Cristina no podrá salir de la casa, pero podrá recibir todas las visitas que desee. No habrá un horario determinado para quienes deseen ir a verla, e incluso se les permitirá dormir en el lugar durante el tiempo que dure la pena.
Es decir, la expresidenta “podrá recibir a quien quiera y, en principio, en el horario que desee; hasta podría alojar a gente ahí sin problema”, precisó Carlos Beraldi, abogado de la expresidenta.
“No hay restricciones salvo que el tribunal expresamente las imponga como regla de conducta, lo que podrían eventualmente hacer. Nunca he visto que lo hicieran, pero podrían hacerlo”, comentó el abogado.
Simultáneamente al pedido de prisión domiciliaria, el tribunal evalúa si hay centros de detención en dependencias de fuerzas de seguridad para que la ex presidenta cumpla su condena. Para ello, solicitó a la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, que presente posibles lugares.
El Tribunal Oral Federal 2 estableció como plazo máximo este miércoles para que los nueve condenados en la causa se presenten en los tribunales de Comodoro Py y comiencen a cumplir la sentencia. Cristina Kirchner ha confirmado que acudirá en esa fecha.
